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Política

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4 necesidades de las megaciudades del futuro

El origen y crecimiento de estas inmensas ciudades es económico pero los problemas afectan en muchos sectores. Se cree que para el año 2025, 20 de las principales megaciudades estarán ubicadas en países emergentes.

Existen alrededor de 34 mega ciudades en el mundo. Se considera una mega ciudad a aquellas metrópolis que tienen más de 10 millones de habitantes. Según datos de la ONU, en 1950 el 30% de los habitantes de la tierra vivía en ciudades; para el 2015 la cifra llegaba al 54% (3,960 millones de personas); para el 2030 un 60% de la población mundial vivirá en urbes, lo que supondrá 5,060 millones de personas. Según el Banco Mundial en las próximas cuatro décadas, nueve de cada 10 latinoamericanos vivirá en una ciudad.

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El origen y crecimiento de estas inmensas ciudades es económico y de pendiendo de la zona geográfica en la que se encuentren se les puede clasificar en desarrolladas, en desarrollo y emergentes.

A nivel mundial, más del 80% de la actividad económica global ya se concentra en las ciudades. Según el indicador City600 que elabora The McKenzie Institute, tres cuartas partes del PIB mundial provienen de la actividad económica que se realiza al interior de los 600 centros urbanos más grandes del planeta. De esas seis centenas de ciudades, 440 se ubican en países con economías emergentes o en desarrollo. Se cree que para el año 2025, 20 de las principales megas ciudades estarán ubicadas en países emergentes liderados por China e India, pero no se pueden descartar Sao Paulo, Moscú, Ciudad de México, Estambul, Lagos y Dhaka.

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Lo que motiva a la migración a las grandes ciudades se hace evidente. Las ciudades son tierra de oportunidades laborales, de ideas y de conocimientos, es decir, los elementos básicos para el crecimiento económico. Una de las características de las ciudades es la polarización que se encuentra en ellas, por un lado tiene los atractivos ya mencionados y por otro se encuentra la desigualdad y otros males inherentes al tamaño de las mismas que también condiciona la calidad de vida dentro de ellas para bien y para mal.

La urbanización es una tendencias que busca la transformación del espacio urbano para bien ya que uno de los problemas que más se repite en las mega ciudades es el poco planeamiento urbanístico, que en ocasiones no da una respuesta efectiva a los barrios más precarios, que crecen al margen del ordenamiento del resto de la urbe y son un foco de pobreza y vulnerabilidad.

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1. Las ciudades deben de ser la capital de la lucha contra el cambio climático

Según el Banco Mundial, las ciudades generan tres cuartas partes de las emisiones de carbono a la atmósfera y consumen dos terceras partes de la energía generada a nivel global, pese a que sólo cubren solo un 3% de la superficie terrestre del planeta.

Para que Latinoamérica pueda cumplir en conjunto con las responsabilidades ambientales de la región, las zonas urbanas serán vitales para que la región cumpla con sus responsabilidades ambientales, acordadas el año pasado en París.

2. Ciudades que no enfermen

Una de las tareas en las que debemos enfocarnos es en hacer más eficiente el uso del transporte urbano que representa un sector determinante para los esfuerzos de mitigación de gases de efecto invernadero. Según datos del Banco Mundial, más de la mitad de la población latinoamericana está expuesta diariamente a niveles de contaminación de partículas que superan el umbral de la Organización Mundial de Salud. Tales partículas entran fácilmente en los pulmones y provocan o recrudecen enfermedades respiratorias.

El sector del transporte es responsable de más de un tercio de las emisiones de dióxido de carbono en América Latina, según el Banco Mundial. Más autos en circulación empeoran la calidad del aire y aumentan la congestión en las ciudades, otro de los detrimentos de la calidad de vida en las ciudades.

3. Por un crecimiento orgánico

América Latina ha enfrentado altas tasas de urbanización y, en la mayoría de los casos, no son sinónimo de ciudades eficientes y bien planeadas. Sin la adecuada gestión y planes de desarrollo urbano adecuados, las mega ciudades pueden exacerbar la desigualdad al acceso de servicios y la vulnerabilidad de esas poblaciones ya que, sin planificación, las ciudades tienden a volverse menos densas, creciendo horizontalmente, abarcando más terreno y los barrios más vulnerables, quedan rezagados a la periferia del cono urbano.

Con mejor planificación urbanística, las ciudades pueden evitar el aislamiento de las comunidades marginadas dentro de las urbes. Mientras más densas, las ciudades son más productivas. Promueven una mayor integración de los distintos barrios que la componen, abriendo oportunidades laborales, culturales y sociales a todos sus habitantes.

4. Mega ciudades que tengan servicios básicos y un poco más

Según datos del Banco Mundial, en Latinoamérica, uno de cada cinco habitantes urbanos vive en barrios pobres y, frecuentemente, estas comunidades no tienen acceso a servicios básicos que el resto de la población urbana da por sentado.

Algunas comunidades dentro de las ciudades latinoamericanas están combatiendo estas carencias poniendo énfasis en mejoras de los servicios públicos, como mejores sistemas de alcantarillado, de recolección de basura o de instalaciones deportivas para que los jóvenes no tengan que jugar en las calles o estén expuestos a la violencia.

Con información del Banco Mundial

rarl

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