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Alianzas son un "desatino": PRI
Su líder, Beatriz Paredes, también se refirió al tema de las bodas gays, al comentar que lo que evita el PRI es hacer el juego a la polarización, coadyuvando a enfermar a la sociedad.
Boca del Río, VER.- Beatriz Paredes Rangel calificó como un desatino, que deteriora la relación con el PRI, el intento del gobierno federal y del PAN por aliarse con el PRD en algunos estados del país donde este año habrá elecciones de gobernador.
Alianzas coyunturales vergonzantes, les llamó la presidenta nacional del partido tricolor.
Dividir, enfrentar, emponzoñar el ambiente del país y deteriorar la relación con quienes representan la fuerza mayoritaria, no es una fórmula inteligente. Ni siquiera es una fórmula, es un desatino.
En el arranque de la reunión plenaria del grupo parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados para definir su agenda legislativa rumbo al próximo periodo ordinario de sesiones del Congreso de la Unión, Paredes Rangel centró su mensaje en responder a sus adversarios políticos, sin mencionarlos, y definir la posición de los priístas.
¡Que no se confundan los que dicen que no estamos definidos! Lo que no estamos es haciéndole el juego a la polarización, coadyuvando a enfermar a la sociedad mexicana El PRI, en beneficio del equilibrio del país, en la búsqueda de cuidar la estabilidad institucional, ha jugado un rol de centro progresista democrático, con capacidad de diálogo y negociación con todas las fuerzas. Ese es nuestro rol político porque creemos que el país ha estado hambriento de reconciliación, y porque no queremos ensanchar la polarización que siembra divisiones, que devienen en fracturas infranqueables.
Desde su perspectiva, México requiere de una acción política más seria y consecuente para restablecer el tejido social resquebrajado por el desempleo y la pobreza, impulsar la economía nacional y enfrentar a la inseguridad con la colaboración de todos.
En el mismo tono de firmeza, Francisco Rojas Gutiérrez, coordinador de la diputación federal priísta, criticó las eventuales alianzas estatales PAN-PRD para enfrentar al PRI el próximo 4 de julio, que definió como un espectáculo grotesco e incongruente.
No es de nervios el asunto. Es de asombro, cuando vemos al partido en el gobierno dispuesto a empeñar la gobernabilidad del país, por simples afanes electorales. Nuestra preocupación no son las coaliciones, por muy absurdas que sean, si la ley lo permite. Nuestras verdaderas preocupaciones están en torno al debilitamiento del Estado mexicano, de las instituciones, la ingobernabilidad y el creciente deterioro del tejido social y de la calidad de vida de todos los mexicanos.
Y, con claridad, sin medias tintas, llamó a sus correligionarios a allanar el camino para que el PRI recupere, en el 2012, la Presidencia de la República.
rramos@eleconomista.com.mx
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