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Asesinan a periodista fundador de Ríodoce
Javier Valdez escribió el libro Narcoperiodismo, la prensa en medio del crimen y la denuncia. En su columna Malayerba publicaba relatos de violencia en Sinaloa.
El escritor y periodista especializado en temas de narcotráfico, Javier Valdez Cárdenas, fue asesinado en Culiacán, Sinaloa, cuando se retiraba de las instalaciones de Ríodoce, semanario que fundó hace más de una década.
Aproximadamente al mediodía sujetos armados se le acercaron mientras conducía su automóvil sobre la calle Vicente Riva Palacio, entre Ramón F. Iturbe y Epitacio Osuna, en la colonia Jorge Almada, lugar en el que se localizaron al menos 12 casquillos.
El reportero era corresponsal de La Jornada en esa entidad y escritor de una amplia bibliografía en temas del crimen organizado, principalmente sobre esta región, dominada por el Cártel de Sinaloa.
En entrevista en la escena del crimen, Juan José Ríos Estabillo, fiscal general del estado, dijo sobre los hechos que tenían un vehículo asegurado, presuntamente propiedad de Javier Valdez y en el que supuestamente huyeron los asesinos.
Por supuesto que las actividades que Javier ha venido realizando repercuten en una línea de investigación, necesariamente. Ahorita lo que nos importa sobre todo es salvaguardar la integridad de los integrantes del semanario, nos interesa sobre todo la familia de Javier , dijo en entrevista.
En tanto, a pesar de tener un porcentaje de impunidad de 99.7% en las investigaciones que lleva sobre agresiones a periodistas, la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión (Feadle), inició una carpeta de investigación.
La Procuraduría General de la República (PGR) comenzó las diligencias correspondientes y personal de la Feadle se trasladará al lugar del homicidio para recabar información.
Vía Twitter, el presidente Enrique Peña condenó el homicidio y explicó que había dado indicaciones a la PGR para que la Feadle apoye a las autoridades locales en la investigación.
Javier Valdez fue ampliamente reconocido en Sinaloa, México y el extranjero, por su amplio conocimiento en materia de narcotráfico y corrupción, y en su columna Malayerba publicaba crónicas y relatos sobre la violencia en el estado.
En el 2011 el Comité para la Protección de Periodistas lo reconoció con el Premio Internacional a la Libertad de Prensa y su último libro lleva por título Narcoperiodismo, la prensa en medio del crimen y la denuncia.
Sobre el asesinato de Javier Valdez, la CNDH lo calificó de inaceptable y reprochable y urgió a las autoridades implementar medidas cautelares para sus familiares.
Se suman agravios e impunidad
Asimismo, ante la amenaza recibida en su domicilio el pasado sábado, el periodista, Fabián García Castrejón, tuvo que abandonar Tepic, Nayarit, a fin de salvaguardar su integridad.
Y es que en la fachada de su vivienda descubrió el siguiente mensaje: Cuídate pendejo te metiste con tu peor enemigo párale a tus MAMADAS X TU BIEN (sic).
El periodista arribó a la Ciudad de México con el apoyo del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, luego de denunciar los hechos en la delegación de la PGR en aquella entidad.
Mientras que el pasado sábado en Acapetlahuaya, Guerrero, un numeroso grupo de hombres armados golpeó y robó el equipo de siete periodistas.
Ataque en Jalisco
La noche la Fiscalía de Jalisco informó a través de su cuenta de Twitter sobre la agresión contra Sonia Córdova, subdirectora comercial del semanario local El Costeño, y su hijo, Jonathan Rodríguez Córdova, de 26 años, este último falleció tras el ataque. Ambas víctimas son familiares del dueño de dicho semanario.
Ríodoce, un afluente en peligro
El semanario Ríodoce es, sin lugar a dudas, donde se hace el periodismo más arriesgado de México: en la cuna y sede del Cártel de Sinaloa.
Es de los poquísimos medios que reportan directamente las operaciones del narcotráfico y su colusión con el poder.
Cumplió 14 años apenas en febrero. Se llama así porque Sinaloa está cruzado y alimentado por 11 ríos, y sus fundadores aspiraban, no sólo metafóricamente, a que el doceavo fuera un afluente de información y análisis veraz que alimentara la vida democrática de la entidad. Un afluente de dignidad.
Desde entonces, la penuria no los ha abandonado: El gobierno nos quiere matar de hambre, y ¡casi lo logra! , me dijo un día Ismael Bojórquez, uno de sus fundadores. Con un tiraje promedio semanal de 8,000 ejemplares y un puñado de colaboradores, Ríodoce llegó a la pubertad con dos premios internacionales: el María Moors Cabot, en el 2011, y el Pen Club, en el 2013.
En plena adolescencia, nos sobra fuerza , decían. No han sido fáciles estos años, pero nos han sobrado motivos para disfrutar lo que hacemos. No hemos cambiado un ápice nuestra línea editorial en todos estos años , escribieron con orgullo en su edición de aniversario.
Sus periodistas son conscientes de sus límites: La sociedad no es mejor que cuando Ríodoce nació. Los gobiernos tampoco. El periodismo influye en la opinión pública, hace opinión pública, pero no cambia sociedades . Sin embargo, siguen luchando con el mismo riesgo y tesón que cuando dejaron el periodismo acomodado para jugársela por un proyecto distinto.
Con el artero y cobarde asesinato de otro de sus fundadores, Javier Valdez, ese periodismo valiente está amenazado de muerte y las sociedades sinaloense y mexicana corren el riesgo de quedar confinadas al silencio. (Con información de J. Francisco de Anda Corral)