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Aspirantes a secretaría del PAN tampoco convencen
Han transcurrido casi dos semanas de la contienda panista y hasta el momento las acusaciones en los medios de comunicación- por juego sucio se han concentrado en los candidatos a la presidencia nacional del PAN.
Han transcurrido casi dos semanas de la contienda panista y hasta el momento las acusaciones en los medios de comunicación- por juego sucio se han concentrado en los candidatos a la presidencia nacional del PAN; sin embargo, en el instituto político, también hay críticas a de los perfiles de quienes los acompañan en las fórmulas como aspirantes a la secretaría general: Ricardo Anaya y Juan Manuel Oliva.
A Ricardo Anaya (quien acompaña a Madero Muñoz) lo identifican como un personaje que incumple en los periodos de los encargos: cuando fue diputado y dirigente en Querétaro, subsecretario de Turismo, como diputado federal y se prevé ocurra lo mismo estando en la secretaría general, pues pedirá licencia para competir por la gubernatura queretana.
Lo conocen además por no respetar acuerdos. Ocurrió en el cambio de la dirigencia estatal. La anécdota indica que en el 2006, Anaya compitió con Luis Bernardo Nava. Ambos empataron en primer y segunda ronda de votaciones (32 a 32). Anaya quiso jugar un volado para el desempate . Se observó también en la Cámara de Diputados con González Morfín. Incluso en el 2010 apoyaba al grupo del que formaba parte Roberto Gil, es decir, al calderonismo. En esta ocasión es su opositor.
Incluso en el 2012 formó parte del equipo de Roberto Gil en la campaña de Josefina Vázquez Mota y estuvo encargado de la estrategia de Peña miente , planteamiento que disminuyó. En su paso por la Cámara de Diputados había un acuerdo para que el queretano se mantuviera sólo seis meses en la presidencia de la Mesa Directiva, pero estuvo a punto de incumplir, hasta que se alió al equipo de Madero Muñoz en busca de la dirigencia nacional.
A Juan Manuel Oliva, compañero de fórmula de Ernesto Cordero, lo ubican por tener proyectos a largo plazo, por ejemplo, de ganar la contienda con Ernesto Cordero estaría casi dos años en la secretaría general, después Cordero Arroyo buscará, por segunda ocasión, la candidatura a la Presidencia de la República y Oliva Cordero contendería por la presidencia, esto implicaría estar al frente del partido por cinco años.
Oliva es visto como un panista más estratégico que busca seguir al frente del partido en los próximos cinco años; esto implicaría estar en la dirigencia cuando se concrete la reelección de legisladores. Sin embargo, también es ubicado como representante de la parte más conservadora de panismo de y del yunquismo de Guanajuato, entidad que gobernó con el respaldo de este grupo.
jose.reyes@eleconomista.mx