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Leyes secundarias deben responder a necesidades del país: CEESP
El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado destacó en su análisis económico ejecutivo, que las leyes secundarias que se aprueben en la reforma educativa debe atender a las necesidades para el desarrollo del país.
Las leyes secundarias que se aprueben en materia de educación deberán cumplir con las necesidades que demanda el desarrollo del país, consideró el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado.
De lo contrario, alertó el organismo de investigación del sector privado, condenaremos a las próximas generaciones a seguir perdiendo la oportunidad de mejorar su bienestar y hacer más productiva y competitiva a la economía mexicana.
Ante su próxima discusión en un periodo ordinario del Congreso de la Unión, el organismo expuso los cinco aspectos mínimos que en su opinión deberían contener las leyes secundarias para que la reforma educativa sea realmente eficiente.
Señaló que la importancia real de la evaluación universal docente recae en las consecuencias que deben enfrentar los maestros de no cumplir con los requisitos que marque la ley para el cumplimiento de su función con los educandos, por ello "no puede haber marcha atrás en lo que ya se legisló en esta materia".
Consideró que el Estado debe recuperar la rectoría del sector educativo en materia de selección, permanencia y estímulos para los profesores, "no hay razón de que esto lo ejerza el sindicato cuando el Estado es el responsable principal de la calidad de la educación".
Apuntó que las escuelas deben gozar de una mayor autonomía de gestión, con el objetivo de mejorar constantemente su operación y ser propositivos en materia de propuestas para mejorar las prácticas pedagógicas con el fin de garantizar el mayor aprendizaje.
Una ampliación de los espacios de participación de los padres de familias y la sociedad en el sistema educativo y en los asuntos escolares es fundamental, añadió el organismo en su publicación semanal "Análisis económico ejecutivo".
Además, estimó, es importante conformar un sistema nacional de información y comunicación que tenga como función informar a la sociedad acerca de los avances y resultados del sistema educativo, pues la transparencia y la rendición de cuentas son fundamentales en cualquier área de la función pública.
Sin estos aspectos mínimos, todo el esfuerzo realizado para lograr el cambio constitucional en materia de educación, podría venirse a tierra y mantener un sistema educativo capturado por diversos grupos magisteriales desinteresados en lograr un avance importante en materia de educación y bienestar de las futuras generaciones.
Comentó que es necesario tener una reforma educativa porque la educación es uno de los elementos esenciales para lograr el desarrollo de un país, toda vez que genera mejores oportunidades para el progreso de los individuos.
Un buen sistema educativo ayuda a las personas a reducir la pobreza, las enfermedades y amplía sus posibilidades de participación política, de tal manera que esto hace más fuerte a la sociedad civil, añadió.
Indicó que si bien el gasto en educación de México como porcentaje del Producto Interno Bruto es uno de los más altos dentro de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), no está bien dirigido para cumplir con los objetivos de un mejor sistema educativo.
Refirió que la educación en México ha logrado avances a lo largo de las últimas décadas, pues la matrícula total nacional pasó de 25.1 millones de alumnos en 1990 a 34.8 millones en 2012, el promedio de escolaridad nacional se elevó de 6.5 a 8.8 años y el analfabetismo disminuyó de 12.6% a 6.4% en el mismo periodo.
Asimismo, la eficiencia terminal muestra también resultados favorables, ya que mientras que en el nivel primaria pasó de 70.1 por ciento en 1990 a 95.1 por ciento en 2012, la relación en secundaria se elevó de 73.9 por ciento a 84.2 por ciento en el mismo lapso.
Es un hecho que una población más preparada tendría mayores oportunidades de colocarse en el mercado laboral, lo cual se confirma con las cifras que publica el Instituto Nacional de Estadística y Geografía.
Mientras que en 2005 la población ocupada con secundaria terminada pasó de representar 30.9 por ciento a 33.4 por ciento en 2012, quienes cuentan con un nivel de medio superior y superior la estructura se elevó de 24.3 por ciento a 31.2 por ciento, anotó.
Sin embargo, afirmó, todo esto es insuficiente para cubrir las necesidades que tiene el país en materia de educación, y es un obstáculo para el crecimiento y desarrollo, por lo que mejorar la calidad del sistema educativo se vuelve ahora el objetivo principal si se quiere tener efectos positivos en la desigualdad y la pobreza en el largo plazo.
Comentó que la preparación de los maestros en el país ha comenzado a ser rebasada por las necesidades propias de la modernidad y globalización, por ello es indispensable que los docentes del país se actualicen constantemente.
Precisó que los cambios constitucionales en materia educativa aprobados recientemente y las leyes secundarias que se discutirán en el Congreso van en el sentido de mejorar la calidad del sistema educativo, sin el afán de afectar al magisterio pero sí de beneficiar lo más posible a la población del país.
Aclaró que los maestros son el pilar de estos cambios y es por ello que la necesidad de evaluar su desempeño, entre otros aspectos importantes de la reforma, debe verse como un elemento fundamental de la mejora del nivel educativo y no como un factor político.
"La calidad del sistema educativo es ahora el principal objetivo y si eso implica cambios en la plantilla magisterial, será en beneficio de las futuras generaciones", estimó.
Mencionó que la manera en que los maestros pueden evitar las consecuencias de no aprobar las evaluaciones que se plantean en la reforma educativa es precisamente una actualización continua apoyándose en un sistema educativo de alta calidad.
lgl