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Política

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Modificaciones a Ley de Partidos son un retroceso

De acuerdo con el think tank, esos cambios demostraron el oportunismo de los partidos políticos, que lejos de buscar un avance de las instituciones electorales únicamente están interesados en afianzar mayor poder y presupuesto.

Hace una semana, dentro del relampagueante periodo extraordinario de sesiones, la Cámara de Diputados aprobó modificaciones al artículo 87 de la recién creada Ley de Partidos Políticos (LPP), que demuestra la ausencia de proyecto en materia político-electoral y el oportunismo permanente de los partidos políticos, quienes lejos de buscar un avance de las instituciones electorales o una verdadera representatividad política únicamente están interesados en afianzar mayores beneficios en términos de poder, recursos y dinero, exhibió el Centro de Investigación para el Desarrollo, AC (CIDAC).

A decir de este think tank, dirigido por Luis Rubio, esta modificación pretende dar marcha atrás a uno de los pocos avances producto de la reforma político-electoral aprobada en el 2013 que, entre otras cosas, otorga claridad a la contabilidad de los votos para los partidos que se postulen en coalición y limita la opción de negociar porcentajes de distribución de votos que beneficiaban principalmente a los partidos pequeños.

De acuerdo con el análisis de CIDAC, la reforma político-electoral del 2013 y la LPP original aprobada el 23 de mayo establecieron un duro golpe a los partidos pequeños, pues en caso de dobles marcajes en la boleta electoral sólo se contabiliza para el candidato y no para los partidos, como ocurría anteriormente.

Este centro argumenta que las modificaciones al artículo 87 de la LPP eliminan esta transparencia en la aritmética electoral que revelaría qué partidos son los que más se aprovechan de ir en conjunto con alguna otra fuerza política.

CIDAC refiere que si bien todos los partidos políticos, con excepción de Acción Nacional, acordaron que lo estipulado por la reglamentación electoral vulnera el derecho a la igualdad y la libertad de asociación; los motivos para dar marcha atrás a la reforma no se encuentran en la defensa de la representación y las minoríasn sino en proteger su capacidad de acceder a recursos económicos y obtener el mayor número de representantes en el poder.

La LPP que disminuye potencialmente las ganancias de los pequeños partidos que van en coalición en combinación con la reforma política pone en riesgo la supervivencia y el acceso a financiamiento público de partidos como el Partido del Trabajo y Movimiento Ciudadano que tradicionalmente se alían con el PRD y, por otro lado, el PVEM y el PANAL, quienes pactan con el Partido Revolucionario Institucional.

Por otro lado, las prerrogativas que recibirían las fracciones en el congreso que en el 2012 sumaron más de 250 millones de pesos disminuyen, ya que éstas dependen del número de diputados o senadores que las integran, exhibe este centro de análisis.

ana.langner@eleconomista.mx

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