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Por cocaína, cárteles mexicanos pagan a colombianos con armamento
Los cárteles mexicanos de la droga presuntamente envían armas de alto poder a Colombia para pagar los cargamentos de cocaína, un comercio que, según las autoridades del país sudamericano, está alimentando la lucha mortal entre grupos rivales locales por el control del narcotráfico y de sus rutas.
Los cárteles mexicanos de la droga presuntamente envían armas de alto poder a Colombia para pagar los cargamentos de cocaína, un comercio que, según las autoridades del país sudamericano, está alimentando la lucha mortal entre grupos rivales locales por el control del narcotráfico y de sus rutas.
Pagar a los proveedores de cocaína con armas, en lugar de dinero en efectivo, ayuda a los cárteles mexicanos a lavar las ganancias y a mover el dinero con mayor facilidad, dijo el general Fernando Murillo, jefe de la Dirección de Investigación Criminal de la Policía Nacional de Colombia.
“Cada día se ha vuelto más difícil estas negociaciones de narcotráfico a través del pago en efectivo. Entonces están utilizando diferentes modalidades, en este momento, un cártel mexicano puede pagar con armamento sofisticado”, afirmó Murillo.
Entre las armas que aparecen en los arsenales confiscados a los traficantes se encuentra la pistola FN Five-seveN de fabricación belga, denominada “mata policías”, un arma calibre 5.7 con capacidad para penetrar chalecos antibalas.
La mayoría de las 1,478 armas de largo alcance confiscadas a los grupos armados ilegales colombianos en el 2020 y 2021 fueron fabricadas en el extranjero e importadas clandestinamente por las mismas rutas de contrabando usadas para sacar los embarques de cocaína, aseguraron las fuentes militares y de la policía.
Las autoridades militares y de policía creen que esas armas son suministradas por los cárteles mexicanos de Sinaloa, los Zetas y Jalisco Nueva Generación, todos con emisarios en territorio colombiano.
La Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA) declinó hacer comentarios, mientras que el Gobierno mexicano no respondió a las preguntas de Reuters.