Aunque a menor ritmo, crédito hipotecario de la banca comercial sigue con crecimiento: BBVA

Las tasas de interés de los créditos hipotecarios –que durante años estuvieron en niveles históricamente bajos– ya han comenzado a registrar ligeros incrementos en respuesta al alza de la de referencia por parte del Banco de México (Banxico) para tratar de contener la elevada inflación, así como a la del bono M10, que es la que se toma como referencia para los financiamientos de vivienda.

El informe Situación Inmobiliaria para el segundo semestre del 2022, elaborado por el área de estudios económicos de BBVA México, destaca que aunque a junio pasado la tasa hipotecaria aún se encontraba por debajo de 10%, los bancos cada vez tienen menos espacio para mantenerlas bajas.

Resalta que las tasas bancarias aumentaron entre enero del 2021 y junio del 2022, en 34 puntos base, en promedio, comparados con los 361 puntos de la tasa del bono M10 y los 350 puntos base en que subió la tasa de referencia de junio del 2021 a junio pasado (desde entonces ha habido tres incrementos más y hoy se encuentra en 10.0 por ciento).

Esto, señala, ha apoyado aún la evolución positiva de la originación de crédito hipotecario en lo que va del 2022, aunque se espera que la tasa hipotecaria aumente durante el resto del 2022, siguiendo la tendencia demostrada hasta el momento.

Carlos Serrano, economista jefe de BBVA México, puntualizó en conferencia que pese al incremento notable en el rendimiento de los bonos M10, las tasas hipotecarias han subido en mucha menor proporción.

“Es un aumento muy moderado, y esto también ha explicado que siga una demanda buena y que siga creciendo el sector, aunque hacia adelante lo que vemos es que la confianza ha bajado, y creemos que esto se explica por la elevada inflación, la confianza de los consumidores ha caído de manera importante, y esto podría moderar hacia adelante la demanda de crédito a la vivienda”, detalló.

Comentó que la expectativa del banco, es que el Banxico eleve la tasa de referencia hasta 10.75 u 11.00%, en el primer trimestre del 2023, y que de ahí comience a bajar.

En este sentido, Samuel Vázquez, economista principal de BBVA México, estimó que la tasa hipotecaria promedio cierre el 2022 entre 10.20 y 10.40%, y supere 10.50% en el primer trimestre del 2023.

No obstante, reconoció que esto podría registrar alguna variación dependiendo del tipo de cliente.

“Si vemos que la demanda se sigue centrando en los niveles de menor riesgo, el promedio ponderado estará abajo, y si se amplia el mercado, el promedio subiría un poco más”, dijo.

Crédito sigue con crecimiento, pero a menor ritmo

El informe Situación Inmobiliaria destaca que, aunque a un menor ritmo que el año pasado, el crédito para vivienda de la banca comercial ha seguido con crecimiento en el 2022, ello, pese a un entorno de elevada inflación y la consecuente alza de tasa de interés.

Explica que a agosto pasado, el número de créditos colocados por la banca comercial fue de 96,900, un incremento de 0.9% respecto a los 96,000 registrados en el mismo periodo del 2021.

En cuanto al monto, éste ascendió a un total de 187,100 millones de pesos, un crecimiento de 3.1% en comparación con 181,500 millones del mismo mes del año pasado.

Menciona que el mayor avance en el monto de crédito, en comparación con el número de créditos, apunta a que la demanda se enfoca en viviendas de mayor valor, dado que el monto promedio de financiamiento otorgado por la banca comercial fue de 1.93 millones en agosto pasado, contra 1.89 millones en el mismo mes del 2021, un aumento de 2.1 por ciento.

“Ya se empieza ver cierta desaceleración en el crédito de la banca comparando enero-agosto del 2022 contra el mismo periodo del 2021, sí con un crecimiento, pero menos al que se apreciaba (...) sobre todo el año pasado cuando el crecimiento fue muy potente y era muy difícil ver esas tasas de crecimiento (este año)”, expuso Serrano.

Morosidad en Infonavit

El informe señala, en esta ocasión, que la morosidad del Infonavit aumentó a más de 20% hasta la mitad del 2022, precisa que entre los varios motivos que lo explican, están el deterioro de las condiciones laborales de sus afiliados (sobre todo en la pandemia), y también una mejor clasificación de los créditos que se pueden considerar vencidos o en prórroga.

“Ha habido un avance en la morosidad del Infonavit, pero esto no se debe a que se dio un deterioro súbito en la cartera, sino a que el instituto adoptó prácticas contables más sanas y más transparentes”, consideró Serrano.

A agosto, el número de créditos colocados por el Infonavit disminuyó 15.4% anual, mientras que el monto se redujo 11.5 por ciento.

eduardo.juarez@eleconomista.mx

kg