AMLO, el último tercio y nos vamos

A pesar de todos los pesares, la popularidad del presidente sigue siendo alta, para el sentimiento nacional de morenistas y opositores, así como para el ego presidencial...

El gobierno de la cuarta transformación entra al último tercio del sexenio sin signos evidentes de cambios o mejoría en el rumbo nacional. Terminaremos la broma tal como empezó.

Masacres e inseguridad a lo largo y ancho del país son la nota en las benditas redes sociales; crisis económica, inflación y escasez de productos básicos se hacen sentir todos los días; escándalos de corrupción con amigos y familiares del presidente se conocen cada día.

En este concierto de incertidumbre lo único consistente es el discurso machacón del presidente, las trampas hacia el pálido círculo rojo que ataca más con el hígado que con la inteligencia. Desde luego que los periodistas consentidos del presidente, Lord Molécula, Viridiana Ríos, Julio Astillero y el millonario Epigmenio Ibarra tampoco brillan por su inteligencia. 

A pesar de todos los pesares, la popularidad del presidente sigue siendo alta, para el sentimiento nacional de morenistas y opositores, así como para el ego presidencial la aprobación del presidente es dato más fehaciente del éxito del gobierno, no les importa que el llano en que se ha convertido el país, esté en llamas.

El sexenio terminará en medio de una gran incertidumbre en el mundo, próximamente vienen las elecciones en Brasil y Estados Unidos que aclarará un poco el panorama en América, se acabó el ciclo de alto crecimiento de Estados Unidos, interés bajo y baja inflación. 

Mientras los Estados Unidos se preparan para una gran reconversión de su sector industrial y centros de abastecimiento con la llamada rezonificación, misma que abandona el modelo de producción a gran escala en la India y China, en México seguimos apostando al rencor social, a la pugna con los grupos empresariales y una cerrazón del gobierno hacia el nuevo modelo económico mundial.

Las grandes empresas del mundo buscan instalar plantas de producción en México enfrentando a un gobierno autista que ni los ve, ni los oye, un clima adverso de negocios a la corrupción del gobierno y la inseguridad.

De todas las necedades de AMLO, no aprovechar las oportunidades que sin merecer ofrece el realineamiento de la economía mundial, puede ser el último clavo, no solo para el proyecto morenista, sino para subir al país al ciclo económico mundial. 

Estimado lector, llegamos al último tercio del gobierno del presidente de la cuarta transformación, la ventana del comercio mundial abre un infinito de posibilidades, ¿estaremos a la altura de las circunstancias? Hasta la próxima.

Twitter: @ErosalesA