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Opinión

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Cancelación de inversiones

Las cancelaciones corresponden tanto a empresas locales como extranjeras, se refieren a todo tipo de estructuras y representan el 18 por ciento del total...

En el corto plazo, el nivel de la actividad económica puede elevarse con tan solo una utilización más intensiva de la capacidad instalada. En el largo plazo, la única forma en que es posible el crecimiento es mediante una ampliación de esa capacidad instalada por la vía de inversiones productivas. Los gobiernos del mundo conocen esta verdad indiscutible -o por lo menos la mayoría- y por esa razón procuran estimular las inversiones.

En sentido contrario a lo expresado, la cabeza principal de El Economista del día de ayer 28 de diciembre, rezó: “Firmas petroleras cambian de planes; han devuelto a la CNH 20 contratos”. El tema es de interés en si mismo y por las implicaciones de contagio sobre otras líneas de inversión, tanto por empresas nacionales como foráneas. Y el asunto fue detonado, por la renuncia reciente de las últimas tres de las 20 cancelaciones hasta la fecha producidas.

Los contratos renunciados corresponden tanto a empresas locales como extranjeras, se refieren a todo tipo de estructuras geológicas y representan el 18 por ciento del total de 110 contratos que fueron adjudicados en rondas de licitación el sexenio pasado.  Los contratistas mexicanos que han cancelado contratos de exploración y desarrollo parcial o total son Canamex Energy Holdings, Consorcio Petrolero 5M del Golfo, Iberoamericana de Hidrocarburos CQ, Servicios Múltiples de Burgos y últimamente Pantera Exploración y Producción.

Desde luego, estas cancelaciones y las de contratistas extranjeros no serían de preocupar si fueran sustituidas por otras contrataciones. Pero como es ampliamente sabido, las rondas petroleras de licitación han quedado suspendidas en el presente sexenio y ese hecho marca una tendencia preocupante. Ello, aunque no se diga en el reportaje, en razón de que Pemex se encuentra en una situación financiera delicada y difícilmente dispondrá de los excedentes para patrocinar el descubrimiento y desarrollo de todos los yacimientos disponibles en territorio nacional con posibilidades de producción. Por lo tanto, es difícil esperar que las reservas mexicanas de hidrocarburos puedan crecer mucho en el futuro inmediato.

Por desgracia, en el reportaje citado no se mencionan los montos de inversión que se han cancelado. Posiblemente, algunas de las cancelaciones se produjeron simplemente por tratarse de “áreas no rentables”. Sin embargo, a esa cabe agregar otras razones, declaradamente, “por las condiciones de seguridad en la región y la pandemia por Covid-19”. La pandemia ya terminó, pero la inseguridad subsiste y posiblemente hasta se ha exacerbado.

bdonatello@eleconomista.mx

Columnista

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