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EU vs México: ¿disputa o pirotecnia?
El gobierno de Estados Unidos solicitó al gobierno de México, consultas formales sobre el maíz transgénico.
Quiere abordar sus inconformidades y las de los productores estadounidenses en torno a la política del gobierno mexicano en relación con el comercio del maíz genéticamente modificado.
Exige una respuesta basada en criterios científicos y no ideológicos.
Ayer por la mañana, la Representante Comercial de la Casa Blanca, Katherine Tai, argumentó –en su solicitud– que las políticas de México amenazan con interrumpir miles de millones de dólares de comercio agrícola y sofocarán la innovación, necesaria para enfrentar el cambio climático y los desafíos de la seguridad alimentaria.
Por la tarde, la Secretaria de Economía, Raquel Buenrostro confirmó que recibió la solicitud formal del gobierno de EU para abrir un proceso de consultas técnicas en relación al maíz transgénico y confió en que podrá “demostrar con datos y evidencias” la razón de ser de su política en la materia.
Las consultas, son parte del mecanismo previsto en el T-MEC, y en esta primera fase, no implica una fase contenciosa, aunque de no lograrse un acuerdo entre las partes, transitaría a un panel arbitral de solución de controversias.
Y en caso de que México no logre convencer a su contraparte, podría ser objeto de sanciones arancelarias.
Por lo que se ve, a Buenrostro le falló el cálculo. Pensó que México podía evitar una controversia comercial, con la modificación de un radical decreto que prohibía la importación de maiz amarillo para alimentar al ganado.
El 13 de febrero pasado se publicó el decreto modificado, que permite la importación del maiz amarillo para uso forrajero, pero prohíbe su importación para consumo humano; además prohíbe el uso del glifosato en la agricultura nacional.
Con ello evitó el daño inminente a los productores de EU y a los importadores y ganaderos de México por la prohibición general de la importación de maíz amarillo.
Sin embargo, prevalece la preocupación en EU en relación con ciertas disposiciones de México relativas a productos agrícolas biotecnológicos.
El gobierno de Estados Unidos acusa al gobierno mexicano de impulsar fundamentos ideológicos en su política contra el maíz transgénico, ya que no ha demostrado con bases científicas y técnicas de qué manera este grano puede afectar la salud humana y, por tanto, retirarlo de la dieta de la población.
Buenrostro en su último comunicado –previo a la solicitud de consultas de EU–, en un tono muy firme, acusó al secretario de Agricultura de EU, Tom Vilsack de “intenciones políticas” y advirtió que la representante comercial, si intentara llevar adelante una disputa comercial, tendría que demostrar afectaciones económicas, en términos numéricos.
Desde el punto de vista de los expertos en materia del T-MEC, aseguran que EU no requiere comprobar daños contra sus productores.
Con el simple hecho de que demuestre que México incurre en violaciones al T-MEC por introducir argumentos no científicos para imponer prohibiciones al comercio, bastaría para que el panel arbitral pueda juzgar en contra de México.
Habrá que ver qué ocurre en éste nuevo conflicto comercial.
Hay que recordar que en el caso de la energía, EU también solicitó consultas, terminó el tiempo para celebrarlas y a la fecha no ha convocado a panel arbitral.
Veremos si en realidad, las partes llegan al panel de solución de controversias, o si sólo se trata de pirotecnia política entre los dos países. Al tiempo.
Atisbos
México podría obtener ganancias por alrededor de 168 mil millones de dólares en exportaciones en el próximo lustro si se aprovechan las ventajas comparativas del nearshoring o relocalización de empresas, calcula el primer Informe Banorte, Nearshoring que da cuenta detalladamente sobre la relocalización de empresas.