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El mejor camino para alcanzar las metas financieras
Se está entrando en la recta final del año. En ocasiones es importante hacer un pequeño alto y recapitular los hechos que han marcado tendencia durante 2022. En lo que va del año, según las búsquedas más frecuentes en Google, han destacado temas relacionados al mundial de futbol en Qatar, conflictos geopolíticos (haciendo énfasis en Rusia-Ucrania), el deceso de la reina Isabel II, cine, series, entre otros temas. Lo que llama la atención son las consultas relacionadas con la preocupación global de la población acerca de la situación económica, en temas de inversión y ahorro, las cuales se podían mencionar principalmente: “¿Por qué ha subido el costo del gas y la electricidad?”, “¿Qué significa un mercado bajista o ‘bear market’?”, “¿Cómo se puede invertir?”, “¿Es momento de invertir?”, “Tasas de interés”.
Después de casi tres años de haber sido tomados por sorpresa por una pandemia que detendría el mundo por completo, ésta hizo ver la conveniencia de contar o no con un fondo de ahorro o de emergencia para hacer frente a las eventualidades que se presentaran; asimismo, para quienes no contaban con esa cultura financiera, tuvieran el interés de comenzar a prever y presupuestar un posible ahorro en situaciones adversas. Más allá de cualquier eventualidad global como la que se menciona, es importante seguir alimentando esa curiosidad en cultura financiera y qué mejor momento que hacerlo desde ahora.
Así como cada año todas las personas inician con nuevos deseos y objetivos, es importante identificar cuáles son las metas financieras que se quieren, que pueden ser desde la compra de un videojuego, estudios de posgrado o planear el patrimonio de la familia. Sin embargo, nada de esto es posible si no se elabora un plan acorde con el tiempo para lograr dichas metas y el plazo que se invertirá, pero, sobre todo, elegir el vehículo correcto que lleve a la recta final que se desea alcanzar.
Si se analizan las búsquedas en la web antes mencionadas, se puede asumir que la gente ya es más sensible a los temas que afectan a su bolsillo en el día a día; buscan como interpretar los sucesos que afecten los mercados financieros y las políticas monetarias. De aquí mismo también parte la misión de las instituciones financieras en poder facilitar el lenguaje con el que se comunique a los clientes los sucesos que vayan teniendo impacto en sus inversiones, ahorro y créditos.
Crear un presupuesto ayudará mucho a preparar el camino para seguir cualquier plan, y claro, todo debe ser acorde con las necesidades de cada persona. Una de las propuestas para dar inicio es la distribución 50/30/20, donde el 50% del ingreso neto (o después de impuestos) sea para aquellos gastos “fijos” que se traducen en necesarios para vivir o cumplir con el día a día (y más considerando el constante aumento en el costo de servicios y productos de consumo básico), el 30% siguiente, destinarlo para aquellos gastos que pueden ser variables o no repetitivos mes con mes como son los gastos en entretenimiento, pago de deudas, ropa y ese “gustito” que muchas veces se justifica con la frase “para eso trabajo”. El último, pero no menos importante, es el 20% que debería ser orientado de forma estricta a crear un ahorro o fondo de emergencia y de forma complementaria invertir para obtener un ingreso pasivo. Es importante tener en cuenta que primero se debe ahorrar y después gastar, pues se tiene la falsa creencia que es al revés, lo que evita que se le dé la relevancia correcta.
Si bien el año está por concluir, no hay que dejar pasar la oportunidad de analizar los ingresos y gastos para preparar la manera como se quiere iniciar el siguiente año. Desde ahora debe ser primordial identificar los objetivos y el plazo en el que se quieren lograr. Tener un plan estructurado que se pueda seguir con constancia será vital para lograr lo que cada uno se proponga. Bien lo decía Warren Buffet: “Alguien se sienta hoy en la sombra porque otra persona plantó un árbol hace mucho tiempo”. El presente es el mejor momento para iniciar y el día de mañana se pueda “disfrutar de esa sombra” generada por la inversión.
*El autor es Associate Client Servicing en BBVA Asset Management.