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El pasado es usted
Demoledor. No puede caracterizarse de otra forma la imagen que proporciona de México el Banco Mundial (BM) en su informe “Perspectivas Económicas Globales”. Como bien lo señalan las notas al respecto, esta es la primera radiografía de un organismo multilateral acerca del sexenio de López Obrador. Este documento no sólo analizó los datos de los primeros cuatro años de gobierno, sino que realizó una prospectiva para 2023 y 2024, en los que espera solo una modesta recuperación. Hay que decir que este año empieza mal si tomamos en cuenta que los datos preliminares del INEGI nos dicen que el último trimestre de 2022 hubo un decremento económico que al parecer continuará este año. Si a esto sumamos el aumento de la inflación en la primera quincena de enero y el riesgo de una recesión más adelante no hay muchas razones para el optimismo.
A pesar de la demagogia mañanera, el BM subraya que en los primeros cuatro años de gobierno hubo un retroceso económico de -0.9%. Al finalizar 2024 la economía mexicana probablemente crecerá menos de medio punto, convirtiéndose en el sexenio más desastroso desde el de Miguel de la Madrid en los años ochenta del siglo pasado. ¿Dónde quedaron sus ataques por los mediocres crecimientos de los gobiernos neoliberales que apenas crecieron un 2% como promedio anual desde principios de siglo? Todo esto ya se había dicho en la prensa de nuestro país. Carlos Urzúa, Macario Schettino o Enrique Quintana, por mencionar unos cuantos, han señalado en distintos tonos el desastre que dejará AMLO por años.
En comparación con América Latina, México está en el suelo. Según el informe del BM ningún otro país latinoamericano tendrá un crecimiento tan bajo en el periodo como el de México. Cito la nota publicada en Proceso: “De acuerdo con los datos y proyecciones del BM, entre 2019 y 2024 la economía de Brasil crecerá, en puntos porcentuales, 3.8 veces más que la mexicana; la argentina, 3.3 veces más, y la de Guatemala ocho veces más… Hasta el PIB de Nicaragua, país sometido a sanciones por la represión y las medidas dictatoriales de Daniel Ortega, acumulará un crecimiento de 13.4% en el periodo 2019-2024, cinco veces más que el de México, que no ha logrado recuperar el nivel económico prepandemia.”
Según el economista Héctor Nájera Catalán, citado por la nota, esto se debe a la caída de la inversión pública y privada y la decisión de López Obrador de no implementar durante la pandemia políticas de estímulo fiscal de mayor impacto.
En efecto, con el estribillo de que su gobierno no rescataría a las empresas negó cualquier tipo de apoyo al sector privado; al contrario, apretó las tuercas del cobro de impuestos. Pero, por otro lado, tampoco hizo mucho más por el pueblo y los pobres. Como se recordará, en marzo de 2020 dijo que como parte del programa Tandas para el Bienestar, se darían un millón de créditos de 25 mil pesos a los pequeños comerciantes afectados por la pandemia del coronavirus en México. De ese millón de créditos 500 mil serían para el sector formal de la economía y el resto para personas que laboran en la informalidad. Ese mismo año aseguró que se crearían dos millones de empleos. ¿Alguien sabe qué pasó con esos ofrecimientos? Simplemente nunca se concretaron.
A nivel mundial, los apoyos para contrarrestar los efectos económicos de la pandemia sumaron un 3.7% del PIB, en promedio. Pero hay casos extraordinarios: Japón desembolsó un 21% de su PIB; Luxemburgo un 20% y Bélgica un 19%. Se dirá que son países ricos y es cierto, pero el promedio de América Latina fue de 2.4% del PIB. Países como Perú, Brasil, Paraguay, Chile, Argentina, Panamá o Guatemala erogaron en apoyos más del 3% de su PIB. México tan solo aportó el 0.7% del suyo. Sin embargo, en la mañanera el presidente López aseguró que con los programas sociales se había sacado adelante a la población. Una frase de la mañanera del 25 de marzo de 2020 explica la lógica del mandatario: “El pueblo de México está hecho para resistir adversidades y salir adelante.” En pocas palabras, no se quejen.
A menudo, en diversos temas como economía, salud, medio ambiente o seguridad, las cifras lo acorralan. Incluso las intervenciones de su grey mañanera, hechas para que se luzca, han llegado a ponerlo en aprietos. Entonces, su salida es que los anteriores gobiernos neoliberales así le dejaron el país.
El problema es que ya son cuatro años de su gobierno, cuatro años en que se han dado más retrocesos que avances, muchos más fracasos que éxitos. Ahora, el pasado lo ha alcanzado porque a cuatro años de ser presidente, él se ha convertido en su propio pasado. Así que, cuando culpe al pasado, habrá que decirle: el pasado es usted.