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Nuestra Política Migratoria: 55
Mientras más sabemos sobre la tragedia de los 55 migrantes muertos en Chiapas más surgen preocupaciones de fondo.
Los migrantes de Guatemala y de Honduras mayoritariamente, relatan varias cosas que vale la pena referir. En primer lugar, que muchos de ellos habían dado adelantos de hasta 30,000 pesos para acabar entregando hasta 300,000 al llegar a Texas. Seguidamente, que hicieron 3 paradas ya estando en Chiapas y que pasaron por casetas en cada una de esas paradas. Y finalmente, que los amontonaron hasta que el tráiler llegó a los 150 seres humanos amontonados y que sobrevivieron los que iban hacia el centro de la caja del tráiler y murieron los pegados a las paredes.
Si diéramos veracidad a lo relatado por ellos, lo primero que hay que concluir es que existe un mercado ilegal con el que alguien se está beneficiando y de muy jugosa manera. Por sacar un promedio, porque algunos dicen que les cobraban 60,000 pesos por ponerlos en la frontera y otros que hasta 300,000, y situáramos el promedio en 150,000 pesos, en ese camión había para repartir 22,500,000 de pesos en ese sólo viaje.
La cantidad es suficiente para corromper autoridades, inspectores y pagar el traslado sobradamente en gasolina y demás necesidades.
Así que, como se da con frecuencia en nuestro país, la cadena que mantiene o no vigilada la migración está corrompida. No es sólo que vigilar la frontera sur sea un problema, pues es imposible peinar la selva en todos los puntos y hasta se sabe que hay caminos hechos por quien sabe quién, sino que las jugosas ganancias de los que promueven esta migración y las autoridades involucradas han logrado construir una red de intereses que va a ser muy difícil desatar. Habida cuenta de que la situación de los países de donde provienen los migrantes tienen problemas que será muy difícil resolver en el corto plazo.
El hecho de las tres paradas es muy significativo, pues los retenes, no sólo están compuestos por autoridades migratorias, sino también por miembros de la Guardia Nacional y en ocasiones el ejército. Lo que pone peor las cosas pues el procedimiento estándar en los retenes es revisar que traen en la carga, por lo menos en uno de los tres. Evidentemente esto no sucedió.
Y por último, el hacinamiento. No es extraño que los miembros de las bandas que trafican con migrantes quieran maximizar sus ganancias, pero ellos saben que ese hacinamiento, no es viable, no por seguridad (por supuesto que no están pensando en eso) sino por la viabilidad misma del tráfico. 150 personas dentro de una caja de tráiler es sensiblemente inestable a las curvas y a la velocidad. Son 150 personas a 70 kilos cada una promedio son más 10 toneladas de peso bailando dentro de una caja que no posee estructuralmente ninguna fuerza. El accidente era previsible.
La política migratoria está en franca crisis. No sólo por las exigencias de nuestro vecino del norte, sino por el enfoque que le estamos dando, concediéndole a las autoridades un papel que dadas las circunstancias jamás cumplirán. No se trata de dejarlos entrar ordenadamente o que sencillamente se queden en México como alternativa, pero el problema no es de fuerza y policías, requiere mucho más inteligencia y análisis. Nada más, pero nada menos tampoco.