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Arte e Ideas

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Adopta un ajolote y salva su hábitat

El dinero recaudado del programa de adopción se destina a ayudar el trabajo de rehabilitación del hábitat del ajolote, la conservación de la vida silvestre local y al fortalecimiento de las prácticas agrícolas chinamperas.

El Laboratorio de Restauración Ecológica del Instituto de Biología (IB) de la UNAM lanzó la campaña "Adopta virtualmente un Axolote", ésta busca preservar a la especie a través de los donativos que realiza la comunidad en general para poder recuperar su hábitat natural.

En entrevista para El Economista, la doctora Esther Quintero, directora técnica para Conservación Internacional México y quien lidera el proyecto Chinampa-Refugio en Xochimilco, explica que además de ser una especie insignia y carismática el ajolote se ha integrado a la cultura urbana, también cumple una función ecosistémica, para tener humedales sanos, los cuales tienen grandes contribuciones para el bienestar humano al proveernos de agua y de un clima estable.

En México se tienen contabilizadas 17 especies de ajolotes y 16 son exclusivas del país; los ejemplares más populares son los que habitan los humedales de Tláhuac y Xochimilco, esta última es la especie más críticamente amenazada del género, pero en realidad sabemos que todos los anfibios están en una situación de riesgo importante. “México es el segundo país a nivel mundial con más especies de anfibios en peligro de extinción”.

¿Por qué están en peligro?

La especialista explica que en Xochimilco se tienen grandes presiones que hacen que esta especie esté tan amenazada. La primera es la contaminación del agua, aunque este sitio es el último remanente del sistema lagunar en la Ciudad de México, el agua que llega al área es tratada, por ello la calidad de la misma varía, “a veces está muy bien, a veces está muy mal”.

Además, por las actividades propias del lugar y la cantidad de habitantes se vuelve un foco importante de contaminación. Por otro lado tenemos la organización de la zona, la cual ha crecido mucho y la urbanización es un gran riesgo para todas las especies que viven en este humedal ya que se necesita una gran cantidad de agua que se extrae directamente de ahí y además los desechos de las casas en muchas ocasiones van directo a los canales.

Por último, la introducción de especies que no son nativas de la zona, carpas y tilapias que se han introducido desde el siglo pasado, son depredadores importantes de la especie además de que destruyen el espacio donde habitan.

Quintero asegura que se trata de un estado crítico donde en menos de 20 años la población de los ajolotes ha decrecido dramáticamente. Agrega que es importante entender que la extinción es un proceso normal, pero una cosa es la extinción natural y otra muy diferente la causada por un factor antropocéntrico, es decir por las afectaciones humanas que en menos de 200 años han causado una crisis climática y medioambiental.

Se buscan donativos

Por todas las razones anteriormente descritas, la academia, a través de la UNAM y productores de la zona, decidieron unir esfuerzos, posteriormente se unió Conservación Internacional al trabajo de protección de los humedales y de la especie.

Es el segundo año que se lleva a cabo la campaña, misma que trata de juntar recursos para el proyecto de Chinampas Refugio. En ésta virtualmente las personas pueden donar dinero para el mantenimiento del espacio, así cuidar a su “ajolote adoptivo”. “Podemos invitarles desde una cena, hasta adoptar una chinampa completa por 108,000 pesos, esta es una estimación de lo que cuesta darle mantenimiento a este refugio”.

La especialista explica que se trata de mejorar la calidad del agua para que los ajolotes crezcan y se reproduzcan, además que se logre una calidad de agua suficientemente buena para producir lechugas, rábanos, jitomates, y que estos productos tengan mejor precio y aceptación por los consumidores.

Concluye que las personas son la piedra angular para el proceso de restauración. “A pesar de ser una especie emblemática, falta sensibilizar a todos de que no solo se trata de dar dinero, se trata de un cambio de paradigma al pensar en Xochimilco, no solo como un lugar de fiesta y contaminación, sino a un espacio que representa un área natural protegida y que deberíamos estar mucho más interesados en su conservación y la forma en que se trabaja”.

Modalidades de participación

Puedes invitar a cenar un ajolote por 200 pesos, además recibirás una infografía de alimentación del ajolote y una carta de agradecimiento. También puedes “tunear” la casa de un ajolote con un costo de mil pesos, que incluye una infografía de la Chinampa Refugio, carta de agradecimiento y postal de Xochimilco.

Si decides adoptar la casa de un ajolote, recibirás una infografía biodiversidad en la Chinampa Refugio, un carnet de registro, certificado de adopción, carta de agradecimiento y una postal de Xochimilco. Por un mes (600 pesos): agrega una visita (individual) con una especialista a la colonia de ajolotes del laboratorio. Por 6 meses (3 mil 600 pesos): visita con una especialista a la colonia de ajolotes del laboratorio en compañía de 5 amigos. Por un año (7 mil 200 pesos): visita con una especialista a la colonia de ajolotes del laboratorio acompañado por un grupo de máximo 15 amigos.

Para hacer los donativos o recibir más información, es a través de la página

IBUNAM - Instituto de Biología, UNAM

Página web oficial del Instituto de Biología, Universidad Nacional Autónoma de México. IBUNAM.

nelly.toche@eleconomista.mx

Periodista de ciencia en la sección Arte, Ideas y Gente de El Economista. Cuenta con maestría en periodismo sobre Políticas Públicas por el CIDE y es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la UVM.

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