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Intervienen obras icónicas del Museo Memoria y Tolerancia
La restauración fue financiada por la Fundación American Express en México.

Cuando se restaura un edificio o una pieza de arte se restaura mucho más que el objeto físico. Se restaura la memoria, se restaura el valor cultural, se restauran los lazos que una comunidad de personas tiene con un bien patrimonial.
Ya sea una imagen religiosa, un objeto que simboliza un momento histórico, un templo, una escuela, una estatua, una pintura, un espacio público, la estación del tren, restaurarlos excede el acto concreto de la reparación.
Hace unos días, el Museo Memoria y Tolerancia (MMyT) de Ciudad de México invitó a un grupo de periodistas a un recorrido para constatar las labores de restauración y conservación de tres piezas emblemáticas del recinto: una Torá, un vagón de la Segunda Guerra Mundial procedente de Polonia, y el fragmento No. 266 del Muro de Berlín, restaurados con financiamiento de la Fundación American Express.
La Torá
Es una de las escrituras sagradas del judaísmo que contiene los libros del Pentateuco: “Génesis”, “Éxodo”, “Números”, “Levítico” y “Deuteronomio”, equivalente, con el Tanaj, al Nuevo Testamento cristiano. El rollo que está siendo sometido a restauración se encontraba en el Museo Judío de Praga durante la ocupación nazi de Bohemia y Moravia, y fue rescatado por el Memorial Scrolls Trust de una colección de 1,564 textos. Actualmente se exhibe en la sala de La Noche de los Cristales Rotos, ocurrida el 9 de noviembre de 1938, que consistió en el saqueo y destrucción de diversos establecimientos judíos.
La pieza, procedente de Checoslovaquia, presenta deterioros notables como acumulación de polvo, presencia de microorganismos, deshidratación del pergamino, manchas de humedad y degradación del soporte de madera. La restauración está a cargo de Ricardo Paquini Vega, perito conservador especializado en material bibliohemerográfico y documental.
El vagón de Polonia
El vagón es una de las piezas más emblemáticas del MMyT, ya que evoca un momento de deshumanización y sus consecuencias, y es un mecanismo contra el olvido, refirió Adán García, director académico del museo.
La pieza es en realidad un furgón de madera para ganado de 1928, que fue usado como medio de transportación de prisioneros desde y hacia los campos de concentración y exterminio durante la Segunda Guerra Mundial. Llegó a México en el 2007, procedente del Museo Industrial y del Ferrocarril Jaworzynie Polonia, y su restauración ha estado a cargo del Museo Nacional de los Ferrocarriles en Puebla. Los problemas más visibles del vagón son acumulación de polvo, resequedad y degradación en diversas áreas de la madera e inestabilidad en el asfalto.
Pieza del Muro de Berlín
El fragmento 266 del Muro de Berlín es una pieza que llegó al MMyT en abril del 2018. Forma parte de una colección de 360 bloques que constituían el tramo del muro que iba de Potsdamer Platz a la Puerta de Brandeburgo, y fueron valuados para una subasta y enviados a diferentes museos del mundo. El 266 estuvo expuesto al aire libre en el Museo de Historia Moderna.
Antes de la intervención, los daños incluían presencia de microorganismos en la parte superior, desgaste en la pintura de la parte frontal, desprendimiento de concreto en laterales y algunas zonas corroídas en las varillas; evidencia de ello eran algunas manchas rojizas, detalló Víctor Esquivel, coordinador de Acervo del MMyT. La restauración estuvo a cargo de profesoras y alumnos de la Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía del INAH.
Alianza para restaurar
Adán García reconoció la importancia de salvaguardar el patrimonio: “La preservación de la memoria y la importancia de las alianzas que realizó el museo para llevar a cabo los trabajos de restauración con la mayor calidad posible es muy importante para nosotros. Apreciamos las alianzas para proyectos de preservación histórica”.
Jorge Guevara, vicepresidente de Asuntos Corporativos y Comunicación para México y América Latina de American Express, comentó a El Economista que uno de los pilares más importantes de la fundación que él representa es contribuir a la preservación del patrimonio cultural, histórico y artístico de las comunidades donde la firma opera, y además celebra que sea la primera vez que financian un proyecto de intervención en el MMyT.
“Para nosotros es importante que todas estas piezas tan valiosas, por su simbolismo, por la carga histórica que tienen, sean preservadas para las futuras generaciones”, añadió.
La Fundación American Express, en sus 50 años de existencia, ha buscado piezas icónicas en diversos museos del mundo con el objeto de apoyar en su preservación y la conservación de materiales susceptibles de perderse, reveló el ejecutivo.
En México han financiado proyectos de conservación y restauración en el Museo de Economía, el Museo de Arte Moderno, y el Museo Nacional de Antropología, entre otros recintos, en algunos casos en restauración de piezas del acervo y en otros en la intervención de los inmuebles.
En el Museo de Antropología financió en el 2017 la restauración de las obras murales El mundo mágico de los mayas, de Leonora Carrington, y Mapa de Mesoamérica, de Ernesto Vázquez y Luis Covarrubias.