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Arte e Ideas

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“Yo despierta”: Seña y Verbo lleva a Sor Juana al escenario

Integrada y dirigida por artistas sordos, la compañía reivindica el teatro incluyente y celebra 30 años escenificando el poema “Primero Sueño” este 3 de febrero; “es muy importante mostrar tanto la cultura de los sordos, como la imagen de los actores profesionales y el valor de la lengua de señas mexicana”, dice su director Eduardo Domínguez.

Gabriel Morales

Seña y Verbo, compañía mexicana de teatro para sordos y oyentes, integrada por actores profesionales sordos, celebra su 30 aniversario con una función especial del espectáculo multidisciplinario Yo despierta, basado en el poema Primero sueño, de Sor Juana Inés de la Cruz (1648-1695).

Con Eduardo Domínguez, a cargo de la dirección escénica y Socorro Casillas (actriz sorda) y Haydeé Boetto (actriz oyente), la propuesta presenta una única función, el próximo sábado 3 de febrero, en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris. El proyecto cuenta con un arduo trabajo que emprendió la reconocida compañía con el objetivo de acercar a todo el público a uno de los más complejos y hermosos textos barrocos. Además, la pieza tiene la particularidad de incluir un ensamble dancístico que enriquece la experiencia escénica.

A propósito del festejo, Socorro Casillas nos comparte su emoción: “Estoy nerviosa, hay que ensayar mucho, pero me emociona ver al público en el teatro, es un momento importante para la compañía, además irán amigos míos, amigos de la compañía. Es un poema difícil, hay que ensayar mucho y declamarlo, pero me siento muy contenta de trabajar en Seña y Verbo y que volteen a ver a la compañía en estos 30 años”.

Yo Despierta es un proyecto que se divide en nueve secciones, y debido a la complejidad del español virreinal de La Décima Musa, al inicio de cada sección se proyecta una sinopsis de su contenido. Al término de cada fragmento se presenta un interludio con una reinterpretación con imágenes complementarias, música, danza y videoarte.

“El público oyente está acostumbrado a leer poesía y a imaginar a partir de ella, pero en la lengua de señas también nos permitimos crear estas imágenes. Los oyentes perciben incluso otras imágenes a partir de nuestro trabajo, que dicho sea de paso, costó mucho trabajo porque, primero se interpreta y luego se traduce doblemente, porque se pasa a lengua de señas mexicana y luego a lengua de señas más poética y con clasificadores”, explica Eduardo Domínguez, director de la compañía.

Festejan 30 años de retos

Para poder conversar con Socorro y Eduardo, un intérprete nos apoya. Funciona igual que hablar con una persona extranjera que no habla tu idioma, entonces, acudes al intérprete; pero las risas, momentos de reflexión y empatía siempre están muy presentes.

Eduardo comparte: “La sordera no es una discapacidad, para efectos de accesibilidad requerimos un intérprete, lo que pedimos es que se nos considere dentro de los grupos de las minorías lingüísticas, porque nuestro idioma es la lengua de señas mexicana”.

Retomando el motivo de esta charla, explica que para ellos se trata de una función muy especial, pues durante 30 años han podido reunir 27 obras y producciones, “ahora queremos presentar Sor Juana porque es todo un reto, no es fácil, es poesía mexicana, queremos que se conozca este poema barroco y mostrar que Seña y Verbo puede con todo”.

También será la presentación de una nueva imagen para la compañía, como símbolo de nuevos tiempos, de dejar las dificultades que se han tenido, refrescarse y decirle a la gente que Seña y Verbo continúa”.

“Estamos muy contentos porque 30 años es importante, somos una compañía única en América Latina, antes íbamos a las funciones de oyentes, pero como sordos no entendíamos mucho de los diálogos, cuando se funda Seña y Verbo eso empezó a cambiar”.

Asegura que en este tiempo ha pasado de todo. “Cuando se comenzó, era buscar apoyos para poder fundar la compañía, pero en los años 80 y 90 había muy poco apoyo. La meta era pasar del discurso de “pobrecitos sordos” a ganarnos el respeto del público y a la vez poder dar información sobre la comunidad”.

Incluso comparte que en esos años la lengua de señas estaba prohibida, aunque dependía mucho de las escuelas a las que acudieron, pero en general los sordos platicaban en secreto. “Seña y Verbo trabajó también en sus primeros años para que se visualizara la lengua, pues nunca antes había habido actores sordos, nosotros fuimos formados a partir de actores y profesionales de teatro, esto con el objetivo de que no se nos viera como una compañía amateur o chafa, sino profesionales al mismo nivel de los oyentes”.

“Con las funciones en el paso de los primeros 10 años nos ganamos el reconocimiento del público y de las instituciones, para la segunda década ya éramos más reconocidos y eso nos permitió viajar a otras partes del mundo, a otros estados de la República Mexicana y en la última década ha sido difícil sobrevivir”.

En los últimos años con el covid, comparte que fue muy difícil, muchos espacios se cerraron y tuvieron que diversificarse, por ejemplo, empezaron a dar talleres de lengua de señas mexicana y técnica de teatro de sordos. Eso les permitió sobrevivir, pero antes del covid también pasaron por una situación oscura para la compañía por una persona que hizo malos manejos y los llevó a pique. “Afortunadamente ya no colabora con nosotros”.

Asegura que hoy se encuentran en un mejor lugar y están celebrando con Yo despierta.

Sobre Seña y Verbo

Única en Latinoamérica, la agrupación Seña y Verbo fue fundada en 1993 originalmente con el propósito de promover la lengua y la cultura de los sordos a través puestas en escena profesionales dirigidas a sordos y oyentes. Al detectar la falta de acceso a la educación artística para la comunidad sorda en México, su vocación también se enfocó en proveer talleres de actuación para sordos y con el paso del tiempo se consolidó como un referente del quehacer escénico nacional, dentro y fuera del país.

Además, Seña y Verbo está reconocido como pieza importante en la historia de México, el investigador Cristian Julián ha documentado mucho de lo que se ha logrado en el país a favor de las personas sordas y del reconocimiento de la lengua de señas gracias a la compañía, porque se ha mostrado la imagen de los sordos como profesionales. Otro logro también es la Ley de Reconocimiento de la Lengua de Señas como lengua nacional, pero todavía existen muchos retos, por eso Eduardo recuerda que la sordera no es una discapacidad y seguirán luchando por eso con Seña y Verbo.

Yo despierta

  • Dirección: Eduardo Domínguez y Alberto Lomnitz
  • Reparto: Socorro Casillas, Haydeé Boetto, bailarines LY
  • Lugar: Teatro de la Ciudad Esperanza Iris (Donceles 36, Centro Histórico CDMX)
  • Única función: 3 de febrero, 19:00 horas
  • Admisión: $250.
  • Los boletos se pueden adquirir en la taquilla del teatro y en Ticketmaster.
  • Para seguir a Seña y Verbo: @senayverbomx en Facebook y @senayverbo en Instagram.

nelly.toche@eleconomista.mx

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Periodista de ciencia en la sección Arte, Ideas y Gente de El Economista. Cuenta con maestría en periodismo sobre Políticas Públicas por el CIDE y es licenciada en Ciencias de la Comunicación por la UVM.

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