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“A Recursos Humanos le urge capacitación en derechos de diversidad sexual”
Según la Endiseg 2022, a más de 3.7 millones de personas les han negado un empleo por ser población LGBTTIQ+, es como si toda la población del estado de Hidalgo hubiera sido rechazada para un trabajo. El personal de reclutamiento debe ser capacitado y sensibilizado para evitar estos sesgos, dice la activista Rocío Suárez.
Los centros laborales mantienen prácticas que obstaculizan el acceso al empleo de las personas transgénero y transexuales, señala la activista trans Rocío Suárez. Quienes laboran en las áreas de Recursos Humanos necesitan informarse y deconstruirse, además las personas empleadoras y líderes no pueden seguir en la pasividad, apunta.
México es el segundo país de América Latina, después de Brasil, con más asesinatos de odio contra personas de la población LGBTTIQ+, según el Centro de Investigación de Estudios de Género (CIEG) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En 2021, al menos 78 personas fueron asesinadas de manera violenta “por motivos presuntamente relacionados con su orientación sexual o identidad o expresión de género”, según el último informe anual Muertes violentas de personas LGBT+ en México, de la organización Letra S.
“Esta cifra es una aproximación a la real, ya que el registro se basa en fuentes indirectas. La cifra real se ubicaría en 179 homicidios de personas LGBT tan solo en ese año, de acuerdo con un cálculo realizado con base en un estudio”, aclara el reporte. La edad promedio de las víctimas es de 32 años.
Es importante señalar estas cifras para darnos una idea del nivel de violencia que muchas personas llegan a acometer contra la población trans. “Ahora necesitamos indicadores de inclusión laboral que sirvan para monitorear las políticas públicas de los diferentes gobiernos”, señala Rocío Suárez.
Esas estadísticas ayudarían también “a identificar aquellas barreras en las empresas”. Según la Encuesta Nacional sobre Diversidad Sexual y de Género (Endiseg), 3 millones 765,187 personas declararon que les negaron un empleo por su orientación sexual, identidad o expresión de género.
Es como si el doble de la población de Aguascalientes hubiera sido rechazado en una solicitud de empleo, o todas las personas que viven en Baja California, o más de las que habitan en Coahuila e Hidalgo.
Sabemos eso, pero también necesitamos estadísticas que nos indiquen qué tanto están haciendo las personas empleadoras —o con poder para decidir las contrataciones— en formarse, sensibilizarse y eliminar sesgos para no afectar la vida de una persona no heteronormada, dice Rocío Suárez.
“El personal de Recursos Humanos requiere urgentemente de capacitación en derechos de diversidad sexual. Y, por otro lado, necesitamos identificar a las empresas que pueden ser aliadas o que ya están desarrollando políticas inclusivas”.
El reto de la capacitación en diferentes frentes
Rocío Suárez, mujer trans, lleva varios años luchando por los derechos de la población trans y de las trabajadoras sexuales. En 2011 fundó el Centro de Apoyo a las Identidades Trans, y en diciembre de 2022, junto con la organización argentina Contrata Trans, lanzaron una encuesta laboral.
“El objetivo es comenzar a tener diagnósticos, un panorama general, de las principales barreras para acceder a empleos formales por parte de población trans en el país” para combatirlas.
Por el momento, han identificado que una de ellas es la capacitación en diversas actividades. Según la Endiseg, 62% de la población LGBT+ tiene estudios de nivel medio superior o superior. “Pero lo que vemos en la práctica es distinto: vemos a personas trans que necesitan más estudios o desarrollar sus habilidades”, dice la activista.
“Es fundamental que aprendan cómo presentar un currículum y cómo prepararse para una entrevista laboral”, agrega. Pero hay un obstáculo recurrente al que muchas personas se enfrentan y es el requisito de la experiencia.
“Éste es un impedimento que, específicamente para las personas trans, les afecta demasiado porque precisamente porque son discriminadas por su identidad no han podido generarla o su experiencia laboral es mínima. El estigma de la identidad más no tener práctica en el campo laboral al que aplican, el resultado es desempleo”.