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Fatiga cognitiva en el trabajo: Señales de alerta y cómo evitarla
La fatiga cognitiva en el entorno laboral se debe principalmente a la sobrecarga de información, la presión constante por mantener altos niveles de productividad y la falta de pausas adecuadas.
El cansancio mental o fatiga cognitiva se ha convertido en un problema principal en las empresas. Este tipo de agotamiento se caracteriza por la sensación de cansancio extremo que afecta la capacidad de concentración, la toma de decisiones y el rendimiento general.
Rosa León, fundadora de la startup Pausas, explica que la fatiga cognitiva es el resultado del agotamiento de los recursos mentales sobre la carga de trabajo y la falta de descansos adecuados.
“Nuestro cerebro tiene un límite en su capacidad para procesar información de manera continua; cuando ese límite se excede, empezamos a experimentar fatiga cognitiva, que puede manifestarse como dificultad para concentrarse, olvidos frecuentes y una sensación general de agotamiento mental”, señala León.
Lady Stella Díaz, estratega de Bienestar Laboral, agrega que este tipo de agotamiento no solo afecta a la mente, sino también el cuerpo porque el desgaste no es inmediato, sino acumulativo, y se intensifica cuando no se toman medidas para contrarrestarlo.
“El cerebro agotado no solo reduce la capacidad de procesamiento de información, sino también afecta nuestro sistema nervioso aumentando los niveles de estrés y ansiedad”, comenta Stella Díaz.
Según la gaceta de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el 40% de la fuerza laboral en México se siente exhausta. Y previo a la pandemia, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) estimaba que el país ya figuraba como uno de los principales con mayor fatiga por estrés laboral: al menos con 75% de los trabajadores estaba en esta condición, superando a China (73%) y Estados Unidos (59%).
El agotamiento mental se debe a varios factores presentes en el entorno laboral. Uno de las principales es la falta de pausas efectivas durante la jornada, por lo que es fundamental incorporar descansos cortos y regulares para permitir la recuperación del cerebro.
León indica que muchos trabajadores creen que ser productivos significa no detenerse, pero es precisamente la ausencia de descansos lo que lleva a ese agotamiento que no permite a la fuerza laboral concentrarse.
Los factores que contribuye al cansancio mental son: la sobrecarga de información, la presión constante para mantener altos niveles de productividad, y la falta de pausas adecuadas. Estos elementos crean un ambiente estresante que agota los recursos mentales de los empleados, afectando su bienestar y desempeño.
Lady Stella Díaz destaca otro factor clave, como la multitarea, ya que, en un esfuerzo para hacer más en menos tiempo, por lo que los empleados adoptan el sistema multitask, sin embargo, solo aumenta la carga cognitiva.
Tres señales comunes de la fatiga cognitiva son:
- Bloqueo creativo, con la incapacidad de realizar tareas diarias que normalmente serían fáciles de completar.
- Sensación de cansancio crónico, sentirse constantemente agotado, sin energía para interactuar con otros o participar en reuniones.
- Ansiedad creciente, síntomas como temblores, taquicardia, o una sensación de presión en el pecho pueden indicar que se está cruzando el umbral hacia la fatiga cognitiva severa.
Fatiga cognitiva del siglo XXI
La fatiga digital es una forma específica de cansancio cognitivo que surge del uso prolongado de dispositivos electrónicos como computadoras, teléfonos inteligentes y tabletas, especialmente en el contexto del trabajo remoto y flexible.
El teletrabajo, acelerado por la pandemia, han transformado las rutinas laborales, pero también ha intensificado el agotamiento cognitivo. Ambas especialistas destacan que la falta de límites claros entre trabajo y vida personal puede llevar a una sobrecarga mental constante.
La poca separación clara entre el tiempo de trabajo y el personal, sumada a las largas horas frente a la pantalla, contribuye al agotamiento cognitivo, creando una sensación de que el trabajo nunca termina.
Esta fatiga se manifiesta a través de síntomas como ojos cansados, dolores de cabeza, y una disminución en la capacidad de concentración.
Lady Stella Díaz enfatiza que la fatiga digital no solo afecta el bienestar físico, sino también el mental, ya que el constante flujo de información digital puede sobrecargar el cerebro y reducir la capacidad de procesamiento cognitivo.
Para mitigar los efectos de esta fatiga ocasionada por la digitalización del trabajo, Lady Stella Díaz sugiere prácticas como hacer pausas regulares, limitar el tiempo frente a las pantallas, y utilizar técnicas como la regla 20-20-20: cada 20 minutos, mirar algo a 20 pies de distancia (alrededor de 6 metros), durante 20 segundos para reducir la tensión ocular y mental.
Esto puede ser desafiante, particularmente para aquellos cuyo trabajo requiere una alta concentración visual o auditiva, como leer, investigar, crear presentaciones o analizar datos. Además, la falta de pausas activas o conscientes agrava estos síntomas.
Estrategias para mitigar la fatiga cognitiva
Rosa León propone la implementación de pausas estratégicas como una solución clave, ya que ayuda a reducir el estrés, mejorar la circulación y, más importante, permite que el cerebro descanse y recargue energías.
“Estas pausas, que pueden incluir ejercicios de respiración, estiramientos o simplemente momentos de desconexión mental, permiten al cerebro recuperarse y reducir la acumulación de fatiga cognitiva”, destaca Rosa León.
Lady Stella Díaz, por su parte, recomienda la práctica de mindfulness y técnicas de respiración porque ayudan a entrenar la mente para mantenerse en el presente, reduciendo la carga cognitiva asociada con la preocupación constante por el futuro o pasado.
También sugiere fomentar el uso de tecnología inteligente que promueven la desconexión digital fuera del horario laboral, como aplicaciones que bloquean notificaciones durante periodos de descanso.
Además, de impulsar una cultura de autocuidado a través de programas de bienestar que promuevan hábitos saludables y establezcan límites claros para el uso de correos electrónicos y llamadas fuera del horario de trabajo.
“Las empresas deben reconocer que el bienestar de los empleados es fundamental para la productividad a largo plazo. Esto implica promover descansos regulares y ofrecer programas de bienestar mental”, menciona Rosa León.
Lady Stella Díaz añade que es crucial rediseñar el espacio de trabajo para minimizar las distracciones y fomentar un ambiente más tranquilo y centrado.
“Pequeños cambios, como reducir el ruido, mejorar la iluminación y permitir espacios de descanso, pueden tener un impacto en la reducción de la fatiga cognitiva”, comenta.
Uso de estimulantes en la fatiga cognitiva
El café o las bebidas energéticas, es común para combatir el cansancio mental en entornos laborales exigentes. Sin embargo, ambas especialistas alertan sobre los riesgos de depender de estos productos.
Rosa León destaca que, aunque los estimulantes ofrecen un impulso temporal, su abuso puede llevar a efectos adversos, como el “choque” de energía que incrementa la sensación de cansancio y ansiedad. La tolerancia a la cafeína también puede hacer que sea necesario consumir más para lograr el mismo efecto, lo cual no es sostenible.
“En nuestra vida cotidiana, la inmediatez nos lleva a crear hábitos poco saludables, como consumir excesivamente cafeína, alcohol, o incluso sustancias más fuertes. Estos hábitos no son sostenibles y pueden llevar a consecuencias graves para la salud, como migrañas crónicas o enfermedades más serias”, expone León.
Ambas especialistas resaltan que, en lugar de recurrir a estas soluciones temporales, adoptar prácticas saludables, como una buena hidratación, ejercicio regular y una dieta balanceada, se fomenta una energía sostenida y mejora el rendimiento cognitivo sin los efectos secundarios de los estimulantes.
La fatiga cognitiva es un desafío creciente en el mundo laboral actual, que pude afectar significativamente la productividad y el bienestar de los empleados. Reconocer los síntomas y comprender las causas son los primeros pasa para abordarla.
Adoptar estrategias como pausas regulares, reducir la multitarea y fomentar una cultura de bienestar en el trabajo puede ser clave para mitigar los efectos de la fatiga cognitiva y mejorar la calidad de vida laboral, lo que resultará en un entorno laboral más saludable y productivo.