Amalia Pérez, ícono y pilar en la evolución del deporte adaptado

Amalia Pérez Vázquez (Ciudad de México, 10 de julio de 1973) ha cumplido con éxito dos roles dentro del deporte adaptado en México: ser leyenda y factor de cambio. En 32 años de carrera ha ganado todos los eventos de clase mundial y con ello ha ayudado a mejorar las condiciones de los paratletas nacionales.

Fue en 1991 cuando ganó su primera competencia en el parapowerlifting y desde entonces no ha bajado de los podios, destacando con seis medallas en Juegos Paralímpicos entre Sídney 2000 y Tokio 2021, así como seis en Juegos Parapanamericanos entre Ciudad de México 1999 y Santiago 2023.

Desde su concentración en los Juegos Parapanamericanos de Chile de este año, Amalia Pérez atendió a El Economista y relató la evolución que ha percibido en el deporte adaptado mexicano en sus más de tres décadas de carrera. Su voz autorizada le permite afirmar que ya existe una evolución.

Inicios en el desconocimiento

“Inicié en 1991 en la especialidad, practicaba de hobby otras disciplinas como natación, atletismo, basquetbol y tiro con arco, sin embargo, los entrenadores me veían capacidades como pesista y en unos Juegos Nacionales sobre Silla de Ruedas, que se celebran anteriormente cada año, me dijeron que me animara a participar en levantamiento de pesas”.

Así comienza el relato de Amalia, que nació con artrogriposis múltiple, un padecimiento que se caracteriza por presentar contracturas en las extremidades, limitando el movimiento de la persona y, en su caso, las piernas.

Desde los seis años, cuando inició en la natación por terapia, sabe lo que implica la disciplina en el deporte, pero fue a los 18 cuando deslumbró en su primera competencia de parapowerlifting, con menos de un mes de preparación y llevándose el oro con récord de 75 kilos, que no pudo escribirse en la historia porque en aquel entonces su disciplina no esta formalmente estipulada para las mujeres.

“Llegué a tener entrenadores de futbol, nada que ver con mi disciplina, pero eso era lo que encontraban”, recuerda. Aún así, el primer resultado en competencias nacionales la motivó a aferrarse al parapowerlifting, soñando con que tarde o temprano las mujeres podrían competir en unos Juegos Paralímpicos.

Y así fue. A partir de Sídney 2000, las mujeres entraron a competencia y Amalia fue la sensación de México, ganando plata en la categoría -52 kilos. Un año antes, fue la mejor de América con el oro en los Juegos Parapanamericanos de la Ciudad de México.

“Cuando empecé a competir a nivel internacional, en Sídney 2000, veía equipos internacionales que llevaban toda su gama de trabajo: médicos, fisiatras, nutriólogos, psicólogos y nosotros prácticamente íbamos solos. Los resultados me han ayudado mucho a alzar la voz y solicitar mejores recursos”. 

Resultados, demandas y mejoras

Para Amalia Pérez no hubo escalas en su ascenso al oro. Desde 1999 cosechó primeros lugares en Juegos Parapanamericanos, Paralímpicos y Copas del Mundo de su disciplina, llegando a más de 90 incluso antes de competir en Tokio 2021. Ese fue su mejor canal para mejorar las condiciones en México.

“Algo que me ha ayudado a mejorar el entorno de esta disciplina son los resultados que he tenido en justas paralímpicas, que he sido constante y que eso nos ha dado la apertura de poder alzar la voz, señalar qué nos hace falta”, dice la ganadora de oros desde Beijing 2008 hasta Tokio 2021, con platas en Sídney 2000 y Atenas 2004.

“Anteriormente se veía al psicólogo como un loquero, pero ahora está en la parte del trabajo, entrenamiento, vida personal y dando todas las recomendaciones para detallar y mejorar muchas cosas, al igual que un nutriólogo. Antes era cualquiera el que te daba una dieta nada más para bajar calorías, pero hoy se centran en la especificidad del ámbito deportivo, con un proyecto de nutrición sobre lo que necesita específicamente un pesista, sobre todo nosotros que competimos por categorías y nuestro primer rival es la báscula”.

Rumbo a los Juegos Parapanamericanos 2023, la delegación mexicana de parapowerlifting estuvo integrada por 10 mujeres y 10 hombres, contando con entrenador, médicos, psicólogos deportivos, fisiatras y nutriólogos especializados en la disciplina y en cada uno de los atletas.

“Son cosas tan específicas que hoy por hoy entiendo qué tan importante es que tengas un equipo multidisciplinario (…) La especificidad de un entrenador en parapowerlifting permite conocer, programar y llegar a objetivos, es una planeación muy completa que sólo los profesionales y deportistas de alto rendimiento conocemos. La especificidad genera resultados”, apunta Amalia a este diario.

Ese equipo multidisciplinario y la especificidad de su disciplina le ha permitido mantenerse como medallista parapanamericana por 24 años: “No es un hilo negro que haya descubierto, es la constancia, disciplina, cuidarte, estar consciente de lo que haces como deportista de alto rendimiento. Sumo que, afortunadamente, en esta trayectoria me he topado con gente muy profesional en ámbitos como psicología, fisiatría, nutrición y por su puesto mi entrenador, Enrique Alvarado (…) Siento que ha valido la pena ser un parteaguas de esta disciplina, un ícono”.

Amalia Pérez llegará con 51 años a sus séptimos Juegos Paralímpicos (en 2024) pero aún no habla de retiro. Se describe fuerte para continuar como atleta activa y abriendo puertas para la mejora de oportunidades a las siguientes generaciones de mexicanos en parapowerlifting.

“Algo que agradezco y reconozco al Comité Paralímpico Internacional (IPC, por sus siglas en inglés) es que se ha preocupado por tener jueces certificados con mucha especialidad y responsabilidad para hacer un jueceo justo. No nos sentimos desacobijados ni mucho menos con falta de profesionalismo a nivel internacional. Además, hoy casi todos los países tienen sus equipos certificados para entrenar, porque dependemos de eso para hacer un mejor papel y crecer”.

Amalia ganó la plata individual en Santiago 2023 y aún le resta participar junto a dos compañeros en la recién creada competencia de equipos mixtos. Es la cuarta mejor del mundo en su categoría (-67 kilos) en la actualidad y espera mantenerse en esa posición de aquí a 12 meses, cuando se encumbre en París 2024.