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Aumentos al salario mínimo ponen en jaque poder adquisitivo de sueldos profesionales
Desde el 2018 los incrementos al salario mínimo han superado los ajustes en el resto de las remuneraciones, y como resultado de esto, la capacidad de compra en niveles profesionales y gerenciales ha tenido una evolución menos favorable.
En los últimos seis años el salario mínimo pasó de 88.40 a 248.90 pesos por jornada laboral. Este crecimiento ha beneficiado a la población trabajadora con los ingresos más bajos, un informe de la firma WTW indica que la remuneración básica ha tenido una mejora del 26% en su poder adquisitivo, aunque esta no ha sido la misma realidad para los sueldos profesionales y gerenciales.
De acuerdo con el informe Transformación salarial y de capacidad de compra de los sueldos de la consultoría, entre 2018-2024 el poder adquisitivo de los trabajos profesionales disminuyó 25% y a nivel de gerencia media esa pérdida se elevó al 36 por ciento.
Según el análisis de la firma, desde el 2018 los incrementos al salario mínimo han tenido un ritmo más acelerado en comparación con el resto de las remuneraciones, esto ha generado un rezago en el poder adquisitivo de otros perfiles salariales.
“Sabemos que es necesario continuar incrementando el salario del personal de los niveles más básicos. Sin embargo, este aumento deberá estar sustentado en mayor productividad y crecimiento del PIB, apoyado en personal más capacitado, que agregue más valor al trabajo, porque de no ser así, lo único que se logrará es mejorar la distribución de la ´riqueza´, pero acompañada de inflación, que terminará por afectar a los demás segmentos de la población”, dice Jorge Romero, director asociado de Compensación y Beneficios de WTW México.
Por ejemplo, en los últimos seis años el salario mínimo ha tenido aumentos en promedio de 13.5% anual, en el resto de los niveles de sueldo esos ajustes han sido de alrededor de 5.5% anual. Eso significa que la remuneración básica ha crecido por arriba de la inflación, a diferencia del resto de los perfiles salariales que han compensado poco el incremento de precios al consumidor, de acuerdo con los hallazgos de la consultoría.
Es el comportamiento de la inflación en los últimos años, indica Jorge Romero, lo que ha influido en buena medida en la disparidad entre el poder adquisitivo de quienes se han beneficiado de los aumentos a la remuneración básica y entre las personas que se encontraban en niveles salariales más elevados.
Pero la merma de la capacidad de consumo de los trabajadores con salarios profesionales o gerenciales no es el único reto que enfrentan las empresas en torno al crecimiento del aumento a la remuneración básica.
De acuerdo con estimaciones de AON, de mantenerse los aumentos al salario mínimo en tasas de 12% anual, la referencia salarial equiparará las compensaciones profesionales en 2028 debido a que el crecimiento en el resto de la estructura salarial será más moderado.
El escenario no está alejado de la realidad, la presidenta Claudia Sheinbaum continuará con la política de recuperación salarial iniciada en el sexenio pasado, aunque se prevén crecimientos más moderados, la mandataria estima que los ajustes deberán ser cercanos al 12% anual para alcanzar la meta planteada para el 2030: equiparar la remuneración básica a 2.5 canastas básicas.
Mientras tanto, las proyecciones de incremento salarial de las empresas para 2025 van de los 5.7 a los 6.3%, de acuerdo con la Encuesta de compensación para personal sindicalizado y no sindicalizado de AON. Es decir, los ajustes serán la mitad del aumento a la referencia salarial.
Sueldo competitivo se mantiene como demanda principal
El estudio Tendencias del entorno laboral en México 2024 de Kelly evidencia que el salario competitivo es el factor principal que consideran las personas para permanecer en un empleo.
“Asegurarse de que los salarios estén alineados con las expectativas del mercado es fundamental para retener talento. Un sueldo competitivo no solo mejora la satisfacción, sino que también reduce la intención de abandonar la empresa”, indica la firma de Capital Humano en su informe.
Según los hallazgos, cerca del 35% de los trabajadores considera cambiar de empleo en los próximos 12 meses, de ese universo, la mitad evalúa esta opción porque percibe que su salario es insuficiente.
Y la oferta salarial no sólo influye en la decisión de quedarse en una empresa, también tiene una influencia importante en la apertura que tienen las personas para aceptar un nuevo trabajo. El 81% de los encuestados reconoce que el sueldo competitivo es el factor que más le atrae de una vacante.