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Atletas eSports, destreza física y online

Particularidad. No existe una licencia especial para ser considerado profesional, aunque hay rankings para medir el nivel del atleta.

“Nuestra similitud con un atleta es el compromiso y el tiempo que le dedicamos. Hay una brecha muy grande cuando pasa de ser un hobby a una actividad profesional, porque involucra muchas horas de entrenamiento. Existen casos en que llegan a dejar la escuela por enfocarse en los eSports, aunque nosotros no estamos de acuerdo con ello. Ser un atleta electrónico también significa estrés e inteligencia emocional, tiene muchas similitudes a la de un deportista regular”, expresa Jonathan Diego Rodríguez, profesional en el juego League Of Legends.

En entrevista con El Economista, Jonathan, junto a Fabián Iglesias Vázquez, especialista en Fornite y Diego Manuel Quiroz en el juego Overwatch; explicaron las rutinas que lleva a cabo un profesional de los eSports.

Entrenamiento

Varían según la competencia en la que se desarrollen, aunque para ser un profesional, consta de practicar de cuatro a siete horas diarias de lunes a viernes. Los fines de semana son utilizados para participar en torneos. La dinámica de entrenamiento consiste en jugar entre los mismos miembros del equipo o contra distintos conjuntos en partidas amistosas.

Al final del juego, realizan una evaluación personal y grupal para enfocarse en los errores, además de los aspectos a mejorar. Dependiendo el presupuesto, cuentan con entrenadores o no, aunque por lo general, en México no es común que tengan. Sin embargo, se le da mucha relevancia al aspecto metal y suelen trabajar con psicólogos para saber controlar sus emociones, principalmente por dos causas, explica Fabián.

“Enojarse afecta tu rendimiento y tu imagen. Puede significar perder la partida o una persona que está haciendo una transmisión en vivo dar una mala imagen ante su público”.

Los torneos presenciales pueden significar un reto por el complejo manejo de emociones, las cuales se  trabajan previamente con psicólogos.

Competencias

Existen online o presenciales. Al igual que los entrenamientos, dependen de cómo es el desarrollo del juego, aunque generalmente presenciales son entre cuatro y cinco al año. Mientras que en línea son de 10 a 20. En ambas hay partidas desde una hora, hasta rondas que pueden extenderse cinco horas.

La participación en torneos presenciales involucra que los organizadores paguen traslado y viáticos de los participantes. La principal inversión son las computadoras en las que juegan, que tienen un costo entre 15 y 25,000 pesos, e incluyen periféricos (controles del juego).

No existe una licencia especial para ser considerado profesional, aunque hay rankings para medir el nivel del atleta.

“Los mismos juegos tienen rangos, números, clasificaciones y ahí te das cuenta de tu nivel. Principalmente por tu número y el tiempo que tienes jugando. No cualquier jugador que se considere ‘bueno’ llega a tener la capacidad de un profesional”, señala Quiroz.

Aspecto económico

En México, los atletas amateurs no cuentan con un salario, en algunos casos obtienen mediante contratos de un año a seis meses 5,000 pesos. Los jugadores de la rama semiprofesional obtienen de 5,000 a 12,000 pesos mensuales. Nivel profesional reciben de 10,000 hasta 40,000 pesos dependiendo del equipo al que pertenezcan y nivel del jugador.

El principal ingreso de los atletas amateurs son los torneos a los que asiste. La Federación Mexicana de eSports no recibe apoyo económico y tienen que pagar 600 pesos anuales para afiliarse y poder participar en torneos.

En cuanto a las competencias globales, los premios rondan entre los 24 y 25 millones de dólares. Lee, Faker, Sang-hyeok, quien es considerado uno de los mejores jugadores de League Of Legends, gana de 1 a 3 millones de dólares anuales. En cuanto a la final mundial de este juego, Esports Charts reveló que durante la edición del 2018 se obtuvo un pico de audiencia de más de 205 millones de espectadores.

Incertidumbre a futuro

“En Latinoamérica no se puede vivir actualmente de esto; es más rentable estudiar y tener una carrera aparte. Tal vez en otros continentes. Quizá en dos o tres generaciones podrán, pero aún no”, comenta Jonathan Rodríguez, quien es egresado de la Facultad de Ingeniería de la UNAM y actualmente estudia una carrera online y trabaja.

Su jornada laboral es de martes a jueves de 10 de la noche a 8 de la mañana desde casa en una empresa de outsourcing, después duerme, y a partir del mediodía se encarga de asuntos sobre eSports y su carrera. Por otra parte, Fabián y Diego Manuel estudian Ingeniería en Sistemas.

“Se puede realizar una vida fructífera que no está peleada con el hecho de ser jugador profesional de eSports”.

Mientras que Fabián y Diego Manuel buscan ser de los mejores en México para poder emigrar a otro país donde exista un mejor desarrollo de su disciplina.

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