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Mextenis tras Acapulco 2024: aprendizajes a costa de utilidades
Directivos del Abierto Mexicano de Tenis (AMT) reflexionan que esta edición, con estragos del huracán Otis, los empujó a replantear sus protocolos contra desastres y protegerse financiaremente de futuros impactos inesperados.
Mextenis baja el telón de uno de sus años más complejos en materia logística y financiera, para dar paso a una etapa de análisis. A pesar de tener experiencia en organización de eventos tenísticos internacionales desde 1993, este 2024 implicó un par de hechos que les hicieron ver que no todo está aprendido.
El primer hecho, aunque ya se sabía con meses de anticipación, era duplicar la operatividad de la empresa para organizar dos eventos consecutivos en el ATP Tour. Nunca les había ocurrido, pero esta vez les correspondió celebrar el Abierto 250 de Los Cabos del 19 al 24 de febrero y el Abierto 500 de Acapulco del 26 de febrero al 2 de marzo.
Pero lo que sacudió completamente su logística fue el huracán Otis, que destrozó a Acapulco cuatro meses antes del Abierto Mexicano de Tenis (AMT). Ahora que ambos eventos finalizaron, viene la etapa de autoreflexiones en cuanto a protocolos contra desastres, colchones financieros y demás.
“Después de una catástrofe como esta sería muy irresponsable de nuestra parte no cuestionarnos para hacer todo lo más seguro posible porque, si el día de mañana algo así vuelve a suceder, queremos estar preparados”, inicia su reflexión en entrevista con El Economista, Renata Burillo, presidenta del Consejo de Administración de Mextenis.
El aprendizaje más rápido viene en cuanto a la infraestructura de la Arena GNP, el venue que hospeda al AMT y que apenas fue inaugurado en 2022. Para la edición 2024 lució impecable a pesar de tener poco tiempo de recuperarse del impacto de Otis, pero deja lecciones a profundidad.
“Parte de lo que nos llevamos después de Otis es entender que estamos en un lugar expuesto no solamente a terremotos, que históricamente es lo que se piensa. Cuando se construyó el complejo, siempre el arquitecto (José de Arimatea Moyao López, de Moyao Arquitectos) y los ingenieros hablaban de cosas antisísmicas y nunca se pensaba en los huracanes, porque los que habían afectado a esta zona habían sido menores siempre, como tormentas tropicales e inundaciones”.
Para la remodelación del complejo hubo división de responsabilidades entre Mextenis, Mundo Imperial y GNP Seguros. En enero de este año, el CEO de Mundo Imperial, Seyed Rezvani, compartió con El Economista que son varias aseguradoras las que están con el complejo, aunque no reveló sus nombres por confidencialidad: “GNP Seguros es un socio estratégico y la arena es de Mundo Imperial. Por la cantidad grande de complejos que tenemos, se ocupa un seguro compartido y son varias aseguradoras”.
Renata Burillo agrega: “La gran mayoría del bardeado y estacionamiento le correspondía a Mundo Imperial e hicimos un trabajo conjunto. Nos dividimos responsabilidades para reconstruir lo que está afuera del estadio (pero dentro del venue): las oficinas, el complejo de televisión, volver a hacer las canchas, levantar los estadios secundarios y bodegas, todo eso cayó sobre la responsabilidad de Mextenis y Mundo Imperial”.
Los primeros reportes indican 200 millones de pesos en gastos para la reconstrucción de la Arena GNP después de Otis, según Álvaro Falla, director del AMT. Las estructuras cambiaron de material, de durock a block y concreto, con cristales y canceles a prueba de huracanes con 12 milímetros de grosor, comentó Seyed Rezvani.
—Todo esto, ¿motivó a replantear los planes de contención de desastres para la empresa?
—“Sí, totalmente. No teníamos un protocolo de acción, no se tenía un colchón (financiero) para este tipo de eventualidades, había partes del complejo que no se tenían aseguradas porque nunca consideramos que iban a desaparecer como sí desaparecieron. Entonces, definitivamente, nos hace replantearnos todo y ya se construyó un plan de contención pensando en que algo así sí es una realidad. Con esto, ya vamos a estar más sólidos y protegidos”, responde Renata Burillo a este diario.
Las lecciones en el tema económico
El Abierto de Acapulco es un evento que entre 2018 y 2023 no bajó sus derramas económicas de un rango entre 700 y 1,200 millones de pesos, mostrando claro ascenso en ese rubro. La edición 2024, al menos con el reporte preliminar hasta la ronda de semifinales, arrojó una derrama de 300 millones.
Pero incluso antes de conocer esta preliminar, Mextenis ya había recibido un golpe fuerte a sus arcas. Los desastres del huracán Otis afectaron el diseño presupuestal que ya se tenía rumbo a 2024, resalta Renata Burillo.
“Sí hubo un impacto, sobre todo porque (el huracán) entra en un momento del año en el que ya se tenía un presupuesto hecho que no contemplaba reconstruir instalaciones. Esto, más allá del impacto, implicó volver a hacer todo y presupuestar todo el trabajo que ya se había hecho en el año. Se tuvo que revisar área por área todos estos presupuestos, ver si podíamos reducirnos a nuestra menor expresión para que lo que se tuviera que gastar en el complejo no nos pusiera en peligro financiero en la empresa”.
—¿Cuál es el balance de ese impacto? ¿Ya tienen una noción al menos porcentual?
—“No puedo dar un presupuesto porque esperamos al cierre del torneo y va a ser determinante lo que logremos de ingresos para tener un balance claro y saber realmente cómo se va a aterrizar el impacto de Otis (…) Hasta que no nos sentemos, aterricemos y cerremos números no sabremos el total. Definitivamente va a tener un impacto muy fuerte en nuestro año, pero nada que nos quiebre”, subraya la directiva de Mextenis.
Días después del impacto de Otis, la incertidumbre para la reconstrucción de la Arena GNP estaba en saber si habría mano de obra y si los costos de materiales se iban a disparar, pues Renata Burillo menciona que después del terremoto de 2017 estos precios “se elevaron por los cielos”. De todo eso dependió el reajuste del presupuesto.
Álvaro Falla había compartido con El Economista que con un aproximado entre el 60 y 70% de asistencia al AMT 2024 durante toda la semana permitiría llegar al punto de equilibrio de la empresa. La afluencia hasta las semifinales fue de 35,000, una caída notable respecto a los 90,000 que impusieron récord el año pasado.
—¿Se cumplió ese punto de equilibrio con estos 35,000 aficionados?
—“Ya lo contaré a detalle porque aún no están los números cerrados, pero ha sido una asistencia muy satisfactoria que ha sumado mucho. Nos ha llevado a una tranquilidad desde el punto de vista de que valió toda la pena esta inversión (…) El resultado de hoy no necesariamente tenía que estar en números verdes o ser un tema de utilidades”, respondió Falla a este medio en la conferencia de cierre del AMT 2024.
“El espíritu de esta familia (Mextenis) ha sido pro deporte desde hace muchos años. No es un tema de utilidades, sino de pensar en el futuro de un país, lo que significa en este momento para la ciudad de Acapulco y los guerrerenses que se siga llevando este torneo. Nos vamos muy contentos y, seguro, más adelante vendrán esos momentos de celebrar esos números (verdes). Hoy es el momento de celebrar que estamos vivos y de pie con Acapulco”, recalcó el directivo.
Futuro del AMT y qué sigue para Mextenis
Una vez cerrada la edición 2024, la pregunta para Renata Burillo es sobre lo que viene para 2025. La directiva dice con franqueza que el impacto de Otis continuará sobre la escena de Acapulco y, por supuesto, eso es un foco de atención para Mextenis.
“Lo importante va a ser estar monitoreando muy de cerca cómo sigue evolucionando Acapulco porque, también, es una realidad que para 2025 no va a estar todo perfecto o reconstruido. La realidad de Acapulco es un poco más tardada, esta reconstrucción no se va a dar de la noche a la mañana y no porque ya hicimos el evento este año quiere decir que para el año que entra va a ser igual que siempre”.
El Abierto de Acapulco tiene su continuidad asegurada en el ATP Tour, de acuerdo con Álvaro Falla. No quiso revelar cuánto les queda de contrato, pero aseguró que “estamos con el mismo deseo de continuar” y que, cuando se acerque la renovación, “puede que estemos hablando de 15 o 20 años, no hay una limitante”.
Pero a corto plazo la reconstrucción de Acapulco será clave para el modelo de inversión del AMT 2025 y en ello tienen que ver los avances en infraestructura de la ciudad por parte de los gobiernos locales y entidades privadas.
“Vamos a monitorear cómo se siguen dando las cosas y qué va a pasar con los complejos. Los hoteles no me preocupan tanto como la zona de departamentos y torres, en las que se ve que todavía está muy lenta la reconstrucción. Con base a eso, iremos planeando presupuestos y aterrizando gastos que se van a hacer en el año que entra, para saber qué tipo de evento podemos hacer para el Acapulco de 2025”, ataja Renata Burillo.
Finalmente, Álvaro Falla descartó que para 2025 se vuelva a vivir la experiencia de juntar el Abierto de Los Cabos con el de Acapulco. Según lo que han platicado con ATP hasta el momento, Los Cabos volvería a su fecha original en verano, entre julio y agosto, mientras que Acapulco se mantendrá entre febrero y marzo.