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“Sheinbaum tiene la oportunidad perfecta para impulsar una reforma fiscal progresiva”
Puede llegar a un consenso más rápido salvo que se busque aumentar el IVA en vez de modificar los renglones del ISR o bien, implementar un impuesto a la riqueza.
Claudia Sheinbaum, quien se convertirá en la primera mujer Presidenta de México en octubre próximo, tiene la oportunidad perfecta para impulsar una reforma fiscal progresiva que no sólo ayude a aumentar los ingresos públicos, sino también a disminuir las desigualdades en el país, indicó José Antonio Ocampo, ex ministro de Hacienda de Colombia.
De visita en el país, el exfuncionario colombiano explicó que las reformas fiscales siempre son complejas pero, una reforma fiscal progresiva no es un tema que afecte de manera negativa al pueblo general.
Es un tema que hay que negociar con los sectores de altos ingresos y con las empresas, que es el foco de esa reforma”, dijo a El Economista al reflexionar sobre cómo la reforma fiscal colombiana impulsó modificaciones para hacer el sistema fiscal más redistributivo.
En el caso mexicano, José Antonio Ocampo ve una gran oportunidad dado que Claudia Sheinbaum llegará al poder con el “carro completo” en el Congreso, lo cual le ayudará a aprobar diversas modificaciones en donde una reforma fiscal podría surgir.
“Lo que más importa es el apoyo político. Aquí la Presidenta electa tiene todo el apoyo político (...) nunca una reforma fiscal es agradable para todos, esa es una característica, pero si uno tiene el apoyo político se puede sacar adelante”, comentó.
Expresó que una reforma fiscal progresiva puede llegar a un consenso más rápido salvo que, por ejemplo, se busque aumentar el IVA –que afectaría fuertemente a las personas de menores ingresos– en vez de buscar modificaciones a los renglones del ISR o bien, implementar un impuesto a la riqueza.
En el caso de las negociaciones con el sector empresarial, el exministro colombiano indicó que se debe cuidar que no haya un efecto negativo en las inversiones.
Difícil recortar presupuesto
“México está en un buen momento para hacer la reforma fiscal”, indicó, sobre todo ante el complicado panorama en donde se espera reducir el déficit de 5.9% del PIB a alrededor de 3% para el siguiente año.
“Mi experiencia como ministro de Hacienda de Colombia es que, recortar tres puntos del PIB es una cosa muy compleja. Además porque aquí hay demandas importantes de la población, de infraestructura, y de muchos otros campos. Uno siempre debe de tener una política de racionalización del gasto pero cuando hay que corregir un déficit fiscal como el que tiene ahora México, hay que adoptar otras medidas, no necesariamente agradables”, expresó.
De acuerdo con los Pre Criterios Generales de Política Económica para el 2025, se espera que el déficit regrese a un nivel de 3%, impulsado con un recorte del gasto público, lo cual ha sido criticado ante las presiones existentes del gasto –como pensiones y servicio financiero de la deuda– así como las necesidades crecientes en rubros como educación, salud, seguridad o bien, para seguir solventando el gasto de programas sociales.
La experiencia colombiana
En el 2022, Colombia aprobó una reforma fiscal que, en palabras de su exministro de Hacienda, ayuda a combatir la enorme desigualdad que también se vive en el país latinoamericano, haciendo al sistema fiscal más redistributivo.
El exministro, durante el gobierno del presidente Gustavo Petro, recordó que en Colombia, entre las modificaciones hechas al marco tributario, se añadió un impuesto a la riqueza, el cual dijo, sólo está enfocado a personas con mayores ingresos, no a la clase media o baja.
“El caso de la reforma fiscal colombiana, fue largamente negociada y con pocos elementos de protesta. El único elemento que generó protesta fue el impuesto adicional a la industria de petróleo y carbón, pero fuera de eso llegamos a un acuerdo”, expresó.
Para la aprobación, las negociaciones (que duraron cuatro meses) se hicieron con los sectores políticos y empresariales, sin necesidad de hacer una discusión amplia con la población general dado que no proponía cambios que les afectara.
Entre las modificaciones que entraron en vigor en el 2023 en Colombia están la eliminación de algunos beneficios fiscales que sólo favorecían a los más ricos; la implementación de un impuesto a la riqueza así como del impuesto mínimo global –iniciativa de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos–, entre otros.