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Consejos para formar a los niños en el emprendimiento
Si combinamos la creatividad con un ambiente que propicie la experimentación, la colaboración y la confianza para soñar en grande, es posible guiar a los más pequeños en el camino del emprendimiento.
Nunca es demasiado pronto para emprender. Si tomamos la creatividad, una cualidad innata en la infancia y la combinamos con un ambiente que propicie la experimentación, la colaboración y la confianza para soñar en grande, es posible guiar a los más pequeños en el camino del emprendimiento.
Se trata de potenciar su espíritu emprendedor mediante el desarrollo de aptitudes como la disciplina, el valor del trabajo, la constancia y por supuesto la creatividad, asegura Guillermo Jaime, fundador de MIA1.
Emprendedor y padre de familia, Guillermo soñaba de niño con ser constructor y hacer una casa grande para su familia.
“Para mi fortuna, ahora se las hago a muchísimas familias y el ejemplo de mi padre fue clave para lograrlo. Soy hijo de un emprendedor en serie”, afirma.
Para él, la mejor forma de introducir a sus niños en la senda del emprendimiento es involucrarlos en el día a día de su labor.
“Hemos ido juntos a pintar casas, para que entiendan el valor del trabajo y la satisfacción de ayudar a otros”, explica el emprendedor Endeavor.
En el caso de Gonzalo Abascal, cofundador y CEO de Linko2, el espíritu de aventura y la experiencia de trabajar junto a su padre lo han acompañado desde niño.
“Empecé a trabajar desde muy pequeño. Cuando tenía 10 años tuve mi primer trabajo sencillo en una oficina”, explica.
A los 15 años, Gonzalo vivió su primer contacto con internet y a partir de esa experiencia entendió que su vida y proyectos estarían íntimamente ligados a la tecnología.
Como papá de tres niños, él procura que sean conscientes de que pueden lograr lo que sea que se propongan y que esto será el resultado de su esfuerzo, de su preparación y del tamaño de sus sueños.
De niño, Armando Rasgado soñaba con ser como Michael Jordan, un gran deportista cuyo trabajo incansable y espíritu de lucha lo llevaron a convertirse en el mejor jugador de la historia del basquetbol. Hoy, el cofundador y CFO de Linko es padre de dos niños a los que con el ejemplo espera enseñar que la constancia es la clave para desarrollar y pulir sus cualidades.
“Creo que lo más importante es que no se detengan ante un no y que siempre trabajen con gusto. Quiero enseñarles que los grandes de la historia saben encontrar maneras para superar la adversidad”, señala Armando.
Y es que, inspirar a un niño a escalar su creatividad más allá del juego, no es tarea sencilla. Como padres y emprendedores, los tres coinciden en que es vital ayudarles a desarrollar sus habilidades emocionales y sociales, necesarias para recorrer exitosamente el camino del emprendimiento.
Inventar jugando
Estimula su creatividad a través del juego y de nuevas experiencias. Anímalo a que exprese y comparta sus ideas, por descabelladas que parezcan, porque sólo los más locos son capaces de innovar.
Soñar en grande
Impúlsalo a soñar en grande y a pensar que todo el mundo está en sus manos si se esfuerza lo suficiente. Dedícale tiempo e involúcralo en todo lo que te apasiona.
Atreverse a equivocarse
Festeja el esfuerzo y enséñale a aprender del fracaso con una actitud positiva. Guíalo en sus éxitos y muéstrale como ser resolutivo y receptivo a consejos o críticas constructivas que lo ayudarán a crecer.
Colaborar para crecer
Promueve en sus actividades la importancia del trabajo en equipo y la colaboración para expandir sus posibilidades. Recuérdale que dos mentes piensan mejor que una.
Valorar lo que se tiene y obtiene
Enséñale el valor del esfuerzo propio y el agradecimiento. Que aprenda que de las carencias de la vida se alimentará su templanza y su deseo por crear.