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Los retos de la comunicación empresarial en la 4T
Las necesidades del gobierno provocan que las empresas piensen más en el aporte social que dan en el país, no sólo en la parte de crear empleados
Con el inicio de gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, se han presentado diversos cambios, sobre todo en el empresarial, donde los directivos se han ido adaptando a las necesidades del gobierno para seguir impulsando sus negocios. Una de las transformaciones que están viviendo es la comunicación empresarial.
Ahora con la cuarta transformación (4T), las áreas de comunicación y asuntos corporativos son mucho más relevantes a diferencia de sexenios anteriores, lo que ha obligado a dichas áreas a transformarse a las nuevas necesidades para que el negocio tenga resultados, afirmó en entrevista con El Economista, Tatiana Adalid, socia de la agencia 27 Pivot Ingeniería en Comunicación.
Explicó que de acuerdo al estudio Comunicación en los tiempos de la #4T, elaborado por Pivot en colaboración con Sistemas de inteligencia de mercados y opinión, hay tres cambios que las empresas ya están realizando para garantizar una mejor comunicación. El primero es comprender la forma de actuar del gobierno y si la estructura de la empresa cumple con las necesidades de la administración federal.
“El reto es ver cómo hacer un análisis y comprensión de forma eficiente y dirigida a la toma de decisiones basándose en los nuevos ojos de la 4T”, dijo.
El segundo cambio tiene que ver con el cambio de narrativa de cómo la empresa cuenta las cosas. Por ejemplo, ahora las organizaciones tienen que hablar en términos sociales, es decir, ¿cuál es el verdadero impacto del negocio y cómo genera valor en las comunidades?, lo que va más allá de generar empleos. Antes el enfoque era generar trabajos, pero esto ya está implícito al tener abrir una empresa, la prioridad es crear un beneficio social al país.
Finalmente, está la forma de relacionarse con la 4T, donde se encuentren los canales de comunicación idóneos. En el pasado, bastaba con levantar el teléfono o llegar a la institución gubernamental, pero ahora, todo es analizado y cuestionado por las autoridades.
La buena ventaja es que hay una necesidad e interés de la iniciativa privada de mantener un diálogo constante, de forma fluida y proactiva. El problema es que muchas veces no sienten que se esté construyendo un diálogo efectivo.
“Muchas veces no es que no los entiendan, solo que no están generando la narrativa y la interlocución correcta. Sí hay canales de diálogo, pero no necesariamente esta apertura está derivando en un diálogo con resultados”.
Lo más importante que se debe tener presente es que la narrativa no es sólo para la autoridad, sino para todos porque el impacto de una organización abarca a muchos actores del país.
Percepción de la 4T
Además de la comunicación, los encuestados de industrias nacionales e internacionales, de sectores financieros, construcción, energético, inmobiliaria, economía digital, farmacéutica, consumo, logística, servicios, química, editorial y sociedad civil, hablaron sobre la incertidumbre que algunos empresarios sentían al inicio del sexenio.
La situación ahora, lo que se está viendo es una nueva certidumbre sobre cosas que están pasando y que necesitan entender para actuar de mejor forma.
En este sentido, los encuestados tienen una visión de largo plazo en México, por las inversiones que tienen en el país y ven una perspectiva adecuada. Lo que les genera inquietud, preocupación y retos es cómo interactuar en el corto plazo para que los procesos vayan más rápidos, ya que a diferencia de otros años, la velocidad es lenta.
“México sigue representando una ventaja para corporativos multinacionales, así como un mercado muy grande, un país donde se genera producción de forma importante y por brindar diferentes materias primas”, dijo Adalid.