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IFT licitará las bandas de 600 MHz y 3.5 GHz para no retrasar el desarrollo de 5G en México

El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) trabaja un plan para colocar en el mercado más bandas de espectro radioeléctrico que apoyen el desarrollo del ecosistema 5G de México en aplicaciones para el sector productivo, la educación, la ciencia o la medicina. Estimaciones de consultoras indican que al menos 6 millones de mexicanos ya usan servicios 5G y con demanda creciente a doble dígito.

Alejandro Navarrete Torres es director general de la Unidad de Espectro Radioeléctrico del IFT. Ilustración EE: Nayelly Tenorio

El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) avanza con un plan para colocar en el mercado más bandas de espectro radioeléctrico que apoyen el desarrollo del ecosistema 5G de México, una tecnología de conectividad a internet de alta velocidad.

El proyecto contempla llevar a concurso básicamente tres bandas radioeléctricas que han despertado el interés de la industria en la prestación de servicios de Internet y para su complemento con otras tecnologías en procesos industriales. La tecnología 5G se usa en aplicaciones del sector productivo, la educación, la ciencia, medicina y el consumo masivo de servicios como un Internet fijo y móvil.

Al término de enero de 2024, el regulador presentará una primera consulta pública en la que planteará la alternativa de licitar las bandas de los 600 MHz y de los 850 MHz, y de los 3.5 GHz, en tanto que todavía valora incluir de manera formal en ese paquete a la Banda L, la de los 1.5 GHz.

Para el IFT, licitar estas bandas radioeléctricas hará sentido a la industria en el desarrollo del 5G y su cobertura, pues la combinación de éstas con otras bandas puede agilizar procesos y generar eficiencias para los operadores en la prestación de servicios a la empresa o para el público masivo, y entre ellos los mexicanos todavía desconectados.

El IFT estaría desarmando así el gran paquete de 350 MHz de frecuencias de estas bandas y también de los 1.9 GHz, de 1.7/2.1 GHz y de los 2.5 GHz, que intentó llevar a concurso a través de un primer bosquejo de lo que sería la Licitación IFT-12, pero que también naufragó luego de que el Congreso de la Unión y la Secretaría de Hacienda rechazaron disminuir la tributación fiscal por la explotación de espectro, conforme a la media internacional. México es el país más caro de América para comprar bandas.

Ahora, el regulador refuerza sus aspiraciones de licitar más bandas con incentivos para operadores establecidos y entrantes, entre los que se incluye subdivisión de territorios, pagos de derechos hasta que se entreguen los títulos de concesión, y se permitirá además que los operadores móviles virtuales puedan comprar bandas necesarias para su negocio, confirmó Alejandro Navarrete Torres, director de la Unidad de Espectro Radioeléctrico del IFT, en su última entrevista del año con este medio.

—El Gobierno federal tampoco oyó las propuestas del IFT ni las quejas de la industria por los altos precios del espectro. ¿Llegó el momento de licitar de otra manera el espectro?

—No se tomó en cuenta ninguna de las propuestas y por ello estamos trabajando en otro esquema de licitación que permita mucha flexibilidad, para que todos los posibles interesados puedan participar; no solamente las dos grandes empresas de red de siempre, porque hay otras muy pequeñas que también están proveyendo servicios.

Otros operadores han manifestado su interés por el espectro, pero no pueden hacerse con grandes bloques de espectro en grandes áreas geográficas, porque justamente por el nivel del pago de derechos no tendrían la posibilidad de pagar un alto volumen de derechos.

Y, en efecto, parte de la determinación que está en juego es si vamos a poner todas las bandas o si vamos a poner sólo un subconjunto. Es algo que está por determinarse con los señores comisionados para ver cuánto puede ser el alcance en cuanto las bandas de frecuencias que se coloquen.

Yo creo que sí podríamos sacar una muy buena cantidad de espectro, si lo pudiéramos sacar, dado que estamos buscando estas condiciones favorables para que todo mundo pueda participar.

—¿“Favorable” significa continuar con esa intención del IFT de fraccionar todavía más las regiones geográficas para colocar bandas entre los operadores pequeños?

—Como se intentó en la IFT-10, con Áreas Básicas de Servicio (ABS). Y una ABS puede ser demasiado grande para algunos pequeños operadores, y por ello ya estamos trabajando en un proyecto para determinar una subdivisión geográfica en telecomunicaciones. La idea es subdividir las 65 Áreas Básicas de Servicio que existen en el país en áreas más pequeñas, de manera que los operadores pequeños puedan hacerse de espectro en áreas que sí pueden atender y desarrollar ecosistema, porque tienen el músculo para cubrirla y la capacidad técnica de lograrlo.

Nuestra idea es que en el transcurso de enero del próximo año podamos salir a consulta pública a con este nuevo esquema de subdivisión geográfica de la República mexicana, pues creemos que ese va a ser un incentivo para que puedan entrar otros jugadores. Estamos trabajando así, en incentivos, para que los que tienen una tenencia baja de espectro o no tienen, puedan participar.

Y aún seguimos buscando alternativas, pues tenemos otras en la bolsa que estamos valorando y que pudieran estar presentes en las bases de la subasta de mediados del próximo año, entre mayo y junio del próximo año, estaría ya saliendo la consulta con las bases definitivas de la licitación, pero el primer paso es pasar por esa consulta de este proyecto o iniciativa de subdivisión geográfica.

—Cuéntenos más de esos incentivos, es la última entrevista del año…

—Los incentivos pudieran ser también reducciones de 10%, 15% o hasta del 20% en los pagos. Esos esquemas son los más comunes. Incluso pueden haber otros incentivos, como postergar la entrega del título de concesión. Eso ya lo vimos en las bases de la Licitación IFT-7 y podría ser otro gran incentivo para un nuevo entrante, porque pagan la contraprestación, por el otorgamiento, pero como no tienes el título todavía, no eres concesionario formalmente hablando y no pagas derechos todavía, y así puedes empezar a invertir en infraestructura.

—Esto de incentivos para los que no tienen mucho espectro también suena a mensaje para Altán, que es el que menos tiene entre los que tienen…

—Además de las tres grandes empresas que tienen espectro, hay otra que tiene un poco de 2.5 GHz: TV Zac, que sí tiene en una región muy pequeña del país. Pero además hay otras con una fuerte demanda potencial y que están interesadas y que no son los Wisperos. Son otras empresas pequeñas que proveen servicios a través de arrendamiento o de convenio de operación y que sí tienen interés de hacerse con espectro.

Esto pudiera ser incluso el caso de unos operadores móviles virtuales, que no podrían hacerlo con la misma razón social, pero sí con su mismo grupo de interés económico y con otra razón social.

Lo que queremos es formar una oferta lo más robusta y completa posible que permita a todas las empresas y todos los interesados en ese espectro, en que sí se podrá en las bases aún con las restricciones que enfrentamos.

—Entre todos los 350 Megahertz que el IFT contemplaba llevar a concurso este año, había ocho bandas y el contexto hace pensar que no todas volverán a salir. Si estas bandas fueran ocho niños y si le ponemos nombre al niño, ¿cuáles si podrían salir a concurso en 2024?

—En la IFT-10 sacamos espectro en los 800 MHz, por ABS, y solamente AT&T se llevó la región 9.01 de CDMX. Lo demás quedó desierto. Y ciertamente, Telcel y AT&T tienen esa banda. Entonces, sacar la banda de los 800 MHz en un esquema de unas ABS más pequeñas puede hacer mucho sentido a los operadores pequeñitos locales, porque esa banda requiere un menor número de radiobases y puede haber un costo-beneficio más atractivo para cubrir zonas rurales y semirrurales para llevar cobertura. Hay varios interesados.

Y desde el punto de vista de atender las necesidades de todos los grupos, a los dos grandotes les haría sentido poner al menos una parte de los 600 MHz, de esas bandas de espectro. Y la banda L para Altán no hace mucho sentido, tecnológicamente hablando. Están los 3.3 a 3.35 GHz, que son 50 Megahertz, irían también.

En las atribuciones del Instituto, de lo que sí podemos hacer para que la licitación sea lo más provechosa posible, si las empresas, incluidas las más grandes, por los precios del espectro no quisieran participar, va ser una señal muy clara para la nueva administración que va a ingresar el año que viene, porque es un problema mayor que está provocando un clarísimo estancamiento del sector en el país, de modo que no podemos llevar conectividad a áreas desprotegidas.

Periodista de negocios para El Economista, con especialidad en telecomunicaciones e infraestructura. Es licenciado en comunicación y periodismo por la UNAM, con estudios posteriores en el ITESM Campus Ciudad de México, el ITAM y la Universidad Panamericana. Fue colaborador en Grupo Radio Centro, Televisa, El Financiero y Alto Nivel, entre otros. Ha sido moderador en los congresos internacionales de Futurecom y NexTV Latam; y también citado en el “Estudio sobre telecomunicaciones y radiodifusión en México, 2017” de la OCDE, y en distintos informes sobre espectro radioeléctrico de la GSMA y de la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones (Asiet).

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