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Mayor visibilidad, entre los retos de las empresas con propósito
Proponen el uso de una NOM para identificar el triple impacto como una buena opción y reconocer a este tipo de compañías.
“México no cuenta con una figura legal específica para las empresas con propósito, estas adoptan modelos híbridos, combinan figuras legales mercantiles y civiles sin fines de lucro para captar capital filantrópico, hay figuras complejas y restrictivas; conocemos empresas sociales, ese es un término reconocido, pero no hay estímulos públicos o apoyos gubernamentales para las empresas que tienen un triple impacto, que apoyan la sostenibilidad y la agenda de los ODS”, destacó en entrevista Lila Gasca, directora probono de Hogan Lovells.
Según un estudio realizado por el Instituto del Fracaso, 38% de las empresas sociales en México tienen un ciclo de vida menor a un año y 45% tienen una duración de entre uno y tres años de operaciones; es decir, ocho de cada 10 empresas sociales que hoy están en operación cerrarán antes de los tres años (The Failure Institute, 2017).
Para Lila Gasca existe un camino andado en el sector, pero falta proponer un modelo legal que tenga funciones para un reconocimiento del entorno, derivado de esto, la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el International Development Research Centre (IDRC) lanzaron el proyecto de investigación “Las empresas con propósito y la regulación del cuarto sector en Iberoamérica”.
El proyecto revela que existe una deuda pendiente con el sector y que el Estado debe reconocer los negocios sociales urgentemente para conocer las motivaciones de emprendedores para iniciar un nuevo camino, “se trata de impulsar una política pública para establecer modelos de triple impacto, hay una propuesta legislativa de la Secretaría de Economía para regular las empresas sociales, dentro del grupo el sector que apoya la propuesta legislativa busca una mejor opción para lograr mayor voluntad política en sustentabilidad ambiental y energías limpias”, destacó la directiva.
Lo anterior revela que desde la Secretaría de Economía hay una apertura para recibir comentarios y mejoras, cabe destacar que dentro del proyecto, en el apartado de recomendaciones viene la creación de una categoría societaria, que sirve para identificar el sector, pero debe integrar temas como estatutos sociales, impacto medible, integrar la toma de decisiones del Gobierno 1corporativo, promover la participación de miembros de sectores, a quiénes beneficia o impacta y que sea transparente el modelo social que genera, demostrando que la tendencia en sociedades de beneficio e interés colectivo serán viables siempre que haya estímulos públicos, de lo contrario solo habrá identificaciones de mercado que sin estímulos puedan tener características que obligan a una medición de impacto.
Otra de las recomendaciones derivadas del estudio es que no se debe crear una categoría societaria, pero se podría usar una NOM para identificar el triple impacto como una buena opción y reconocer a las empresas con propósito, de este modo obtener beneficios de acuerdo a la identificación, ante esto, los usuarios deben usar su poder de compra para impulsar el crecimiento de modelos que fomenten el desarrollo sostenible, incluyendo criterios de precalificación en el registro de proveedores para compras públicas.
Una vez que se logre estar en la agenda pública existe la necesidad de visibilizar y comprender la independencia de modelos de negocios de filantropía para avanzar, pues el mayor reto definitivamente se encuentra en la falta de estímulos, y si no se generan no conviene a las compañías adherirse a un modelo que de triple impacto.
Los modelos de negocio de las empresas con propósito logran sostenibilidad, más que buscar utilidades, invierten su capital en proyectos atractivos y buscan inversores de otros países con un retorno de inversión interesante, pues los inversores extranjeros apuestan por el tipo de modelos que garantizan innovación y en el aspecto holístico son las empresas del futuro, hay más fondos de inversión apostando por la creación de modelos negocio.