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Solidaridad, clave para el éxito comunitario
Brigada Cheyenne ha beneficiado a 730,000 personas en 315 comunidades.
En el corazón de la estrategia de responsabilidad social de General Motors de México late un proyecto vital: la Brigada Cheyenne. Este programa, impulsado por la marca Chevrolet, se erige como un faro de esperanza desde su nacimiento en 2010, cuando el huracán Alex azotó Coahuila. Su misión inicial fue clara: transportar 60 estufas ecológicas a las personas afectadas en Monclova y Sabinas. Desde entonces, la brigada se ha convertido en la amalgama de esfuerzos que busca impactar en comunidades de difícil acceso, respaldando proyectos sostenibles y brindando ayuda humanitaria en situaciones de emergencia.
Aliados contra los desafíos
Cada comunidad visitada presenta desafíos únicos, y la Brigada Cheyenne se enfrenta a ellos con conocimientos, experiencia y dedicación. Los caminos a veces son intransitables, pero la resistencia del Chevrolet Cheyenne, un vehículo 4x4 producido en el complejo de GM en Guanajuato, garantiza la llegada a cualquier rincón, incluso en medio de inundaciones, explica Tere Cid, directora de RP y Comunicación de GM México.Hasta la fecha, la Brigada Cheyenne ha recorrido más de 700,000 kilómetros, beneficiando a 730,000 personas en 315 comunidades. Un éxito destacado que refleja la efectividad de su enfoque sostenible y solidario.
Sinergia, la clave
Desde su fundación, la Brigada Cheyenne ha demostrado que la colaboración es fundamental para el éxito de la estrategia. En situaciones de emergencia, la sinergia con diferentes aliados ha sido esencial, resalta Tere Cid. Un ejemplo reciente es la colecta realizada por General Motors de México ante los estragos del huracán Otis, donde se recaudaron casi 16 toneladas de ayuda humanitaria, entregadas con la Brigada Cheyenne a la Cruz Roja Mexicana y otras comunidades afectadas. La colaboración se extiende a la educación, la construcción de viviendas, la producción de miel orgánica y la movilización de ayuda humanitaria en desastres naturales. Aliados como Cruz Roja Mexicana han sido piezas clave en proyectos con impacto duradero.