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Pocas esperanzas pese a cambio de gobierno de España
Madrid. Los conservadores españoles ganaron de manera aparatosa en las urnas este domingo, lo que les permitirá hacer profundos recortes presupuestales e implementar fuertes medidas de austeridad en su lucha por sacar al país de una economía en picada.
Madrid. Los conservadores españoles ganaron de manera aparatosa en las urnas este domingo, lo que les permitirá hacer profundos recortes presupuestales e implementar fuertes medidas de austeridad en su lucha por sacar al país de una economía en picada.
En una elección marcada por la decepción y la desesperación provocada por la mayor tasa de desempleo en la zona del euro, los socialistas, quienes han gobernado al país desde el 2004, fueron removidos del mando en lo que fue su peor desempeño durante la era moderna de la democracia en España.
Los conservadores ganaron 186 de los 350 escaños en el Parlamento, los socialistas ganaron 110. Sin embargo, la marcada oscilación fue más el resultado del cambio en las preferencias de millones de votantes por partidos más pequeños, que el que los conservadores ganaran la preferencia de los nuevos votantes, lo que sugiere un país más desanimado con las políticas del pasado que entusiasmado con el futuro.
Los votantes españoles se dirigieron a las urnas en lo que se vislumbraba como una elección que representaría pérdidas históricas para los socialistas, en manera de castigo para los gobernantes por el alto nivel de desempleo y las dolorosas medidas de austeridad que gran parte de Europa se ha visto obligada a tomar.
Los vencedores, los conservadores, se han comprometido a seguir las mismas políticas, sólo que con más fuerza. Pero pocos votantes estaban emocionados respecto de sus alternativas, comentaron que vieron poca esperanza para su futuro cercano.
Es muy claro cómo se han llevado las cosas , expuso Agueda Villamarin, quien votó en una colonia de clase trabajadora de Madrid. Cada partido lucha por su propia gente, pero esto no tiene nada que ver con la gente que estamos en las calles , dijo.
En un país donde el desempleo juvenil llega a 40%, los jóvenes votantes son los menos entusiastas con respecto a sus alternativas políticas. Muchos le están dando la espalda a la democracia, llevando a las calles sus muestras de frustración.
Nuestra generación es la primera que tendrá un estándar de vida más bajo que el de nuestros padres , acusó Nuria Sánchez, una trabajadora social que ha participado en las protestas en Madrid.
España ha puesto en marcha más reformas económicas que Italia o Grecia, pero aún se quedará corta en sus objetivos económicos de este año, lo cual tiene a muchas personas con un nudo en la garganta y con la esperanza de tiempos mejores.