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Secretarios de Estado y de Defensa de EU visitan Kiev a dos meses de la invasión rusa a Ucrania
Los secretarios estadounidenses de Estado, Antony Blinken, y Defensa, Lloyd Austin se reunieron la noche del domingo con el presidente de Ucrania Volodimir Zelenski.
El presidente ucraniano Volodimir Zelenski y los secretarios de Estado y de Defensa de Estados Unidos, Antony Blinken y Lloyd Austin, respectivamente, se reunieron este domingo en Kiev, informó la presidencia ucraniana.
"Los estadounidenses están en Kiev hoy. En este momento están hablando con el presidente", declaró en una entrevista difundida por YouTube un consejero de Volodimir Zelenski, Oleksiy Arestovich.
Se trata del primer encuentro del presidente ucraniano con representantes de la administración estadounidense en Ucrania desde que empezó la invasión rusa, el 24 de febrero.
Desde el inicio del conflicto, varios líderes europeos viajaron a Kiev para reunirse con el presidente Volodimir Zelenski y brindar apoyo a Ucrania, pero Estados Unidos no había enviado hasta ahora a ningún alto cargo.
La visita de Blinken y Lloyd a Ucrania coincide con las celebraciones de Pascua en este país mayoritariamente ortodoxo.
Nuestras almas están llenas de un odio feroz hacia los invasores y todo lo que han hecho. No dejemos que la rabia nos destruya por dentro", dijo Zelenski en una declaración con motivo de la festividad.
Horas antes, el mandatario dijo que se preparaba para las "importantes conversaciones con aliados estadounidenses".
Las conversaciones del domingo debían tratar principalmente sobre el abastecimiento de armas estadounidenses a Ucrania.
"La amistad y la colaboración entre Ucrania y Estados Unidos son más fuertes que nunca", tuiteó Zelenski, sin dar más detalles.
Arestovich, en tanto, reiteró en YouTube el deseo del gobierno ucraniano de que le suministren "armas ofensivas". "Mientras no podamos contraatacar, habrá un "nuevo Bucha" todos los días", lanzó, en alusión a esa ciudad del noroeste de Kiev convertida en símbolo de las atrocidades cometidas durante la ocupación rusa de la región en marzo.
"Los representantes estadounidenses no vendrían aquí si no estuvieran dispuestos a donar [armas]", consideró.
El sábado, Volodimir Zelenski se había declarado "agradecido" con la administración estadounidense por la ayuda aportada a Ucrania, pero repitió que quería obtener "armas todavía más pesadas y potentes" para hacer frente al ejército ruso.
El Departamento de Estado norteamericano declinó hacer comentarios sobre el viaje altamente sensible de dos de los principales miembros del gabinete del presidente Joe Biden.
De su lado, el papa Francisco renovó este domingo ante miles de fieles en la plaza San Pedro su llamado a una tregua con motivo de la Pascua ortodoxa.
En el terreno, las fuerzas rusas no dan señal de reducir sus ataques tras un lanzamiento de misil en la ciudad sureña de Odesa, que según Ucrania mató a ocho personas, incluido un bebé.
"Entre los muertos figura una bebé de tres meses. ¿Cómo amenazó ella a Rusia? Parece que matar niños es una nueva idea nacional de la Federación Rusa", dijo Zelenski.
También acusó a Rusia de ser un Estado terrorista y de actuar como los nazis en la devastada ciudad de Mariúpol, bombardeada intensamente desde hace semanas.
Este domingo, el gobierno ucraniano invitó a Rusia a negociar cerca del complejo industrial de Azovstal de ese puerto estratégico del sur, donde hay atrincherados combatientes y civiles ucranianos.
"Hemos invitado a los rusos a llevar a cabo una sesión especial de diálogos justo al lado de la planta de Azovstal", declaró un consejero del presidente ucraniano, Oleksiy Arestovich, indicando que "esperaba la respuesta" de la delegación rusa.
El presidente ruso Vladimir Putin ordenó a sus fuerzas que no asaltaran la planta, pero los ucranianos aseguran que el complejo está siendo atacado sin cesar.
Pedido de tregua en Mariúpol
La ONU pidió este domingo una tregua "inmediata" en Mariúpol para permitir la evacuación de unos 100.000 civiles que siguen atrapados en esta ciudad controlada casi en su totalidad por el ejército ruso, según un comunicado de su coordinador en Ucrania.
"Necesitamos una pausa en los combates ahora mismo para salvar vidas. Cuanto más esperemos, más vidas estarán amenazadas. Se les debe permitir evacuar ahora, hoy mismo. Mañana será demasiado tarde", dijo Amin Awad.
Mariúpol, que el Kremlin asegura haber tomado, es clave en los planes militares rusos de forjar un corredor terrestre entre Crimea, bajo ocupación rusa, y el este de Ucrania.
Un alto militar ruso aseguró que la meta de su país es tomar control total sobre la región oriental de Donbás y el sur de Ucrania.
Por su parte, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) indicó que estaba "extremadamente preocupada" por la detención de varios de los miembros de su misión en territorios separatistas prorrusos del este de Ucrania, y pidió su inmediata liberación.
Varios empleados ucranianos, que se quedaron en el país en tanto otros fueron evacuados, fueron "privados de su libertad", denunció la OSCE en Twitter.
Más de cinco millones de ucranianos han tenido que abandonar el país, donde también hay millones de desplazados internos, según las autoridades.
En la ciudad de Leópolis, en el oeste, Tetiana Kasian, de 32 años, se detuvo para contemplar una pared llena de flores en memoria de los muertos.
"Nunca pensé que esto pudiera ocurrir en Ucrania en el siglo XXI", dijo Kasian, que huyó de Mariúpol. "No sé si veré a mis padres" de nuevo, agregó.
Domingo de Pascua
Aunque los combates se extendían por casi todo el país, muchos desafiaron las bombas para recibir la tradicional bendición en la Pascua ortodoxa, que los ucranianos celebraban este domingo.
En el frente de batalla de la ciudad oriental de Limán, los soldados cambiaron el habitual saludo patriótico de "¡Gloria a Ucrania!" por "¡Cristo ha resucitado!".
Unos cincuenta civiles se dieron cita en la pequeña iglesia ortodoxa de la localidad, con los disparos de artillería resonando de fondo.
"Si tomamos decisiones equivocadas, la oscuridad nos destruirá, como la oscuridad nos está destruyendo durante esta guerra", dijo el sacerdote en su sermón.
Y mientras que muchos ucranianos huyeron del conflicto, otros se quedaron, ya sea por cuestiones de arraigo, por ser demasiado viejos o estar demasiado enfermos para viajar o, simplemente, por que no tuvieron más opción.
"Debo trabajar", declaró el agricultor Vasili Kushch, de 63 años, en el pueblo de Mala Tokmashka, en el sur de Ucrania, parado cerca de un montón de escombros causado por una bomba. "No tengo adonde ir", añadió.
Su aldea, no muy lejos de la línea invisible que separa a las fuerzas prorrusas de las ucranianas, se despierta cada noche con los cohetes cruzando el cielo.
Misil en Odesa
Las modestas celebraciones de Pascua llegaron un día después de que un misil cayera en un edificio residencial en la ciudad portuaria de Odesa, a orillas del mar Negro, matando a ocho personas y dejando 18 heridos, según Zelenski, quien indicó que cinco misiles impactaron en la ciudad.
"Identificaremos a los responsables de este ataque, los responsables del terror ruso", agregó.
El Ministerio ruso de Defensa aseguró que había apuntado a un depósito de armas cerca de Odesa, rompiendo la calma que había tenido esa ciudad desde el inicio de la guerra.