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Sin corredor humanitario, 200,000 ucranianos atrapados
Su intención es salir del puerto Mariúpol, al sur de Ucrania; el presidente Zelenski alerta eventual bombardeo ruso en Odesa; Israel busca mediar.
Kiev. La población civil seguía atrapada ayer en la ciudad costera de Mariúpol (sur de Ucrania), tras el segundo fracaso del operativo de evacuación, mientras se estrecha el cerco ruso en la región de Kiev, forzando a sus habitantes a huir.
En el undécimo día desde la invasión rusa de Ucrania, "el segundo intento para comenzar a evacuar a cerca de 200,000 personas" del puerto ucraniano de Mariúpol "fue interrumpida entre devastadoras escenas de sufrimiento humano", anunció el domingo la Cruz Roja.
"La columna para evacuar a la población civil no salió de Mariúpol porque los rusos reagruparon sus fuerzas y comenzaron a bombardear la ciudad", afirmó en Facebook el gobernador de la región, Pavlo Kirilenko.
El presidente ruso Vladimir Putin acusó a los "nacionalistas ucranianos" del fracaso de la evacuación, quienes también habrían impedido la precedente, el sábado, según el líder ruso.
Mariúpol -un puerto estratégico en el mar de Azov- ha estado varios días bajo intenso asedio ruso, sin electricidad. Su alcalde, Vadim Boitchenko, indicó en una entrevista publicada en YouTube que "Mariúpol ya no existe" y que hay miles de heridos.
La caída de este puerto marcaría un punto de inflexión en la guerra porque permitiría a Rusia unir las tropas que avanzan desde la península de Crimea -anexada por Moscú en 2014- con las fuerzas que penetran el país desde el Donbás, en el este.
"El objetivo del enemigo es cercar las ciudades clave" y "crear una catástrofe humanitaria", escribió en Facebook el secretario del Consejo de Seguridad ucraniano, Oleksiy Danilov.
Por su parte, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, denunció que las tropas rusas se preparan para bombardear Odesa, el principal puerto de Ucrania, donde viven cerca de un millón de personas.
Zelenski informó también que los rusos destruyeron el aeropuerto de Vinnytsia, en el centro del país.
Mediación
El primer ministro israelí, Naftali Bennett, afirmó ayer que sus esfuerzos de mediación en la guerra entre Rusia y Ucrania eran un "deber moral" aunque haya pocas oportunidades de éxito.
"Aunque haya pocas oportunidades de éxito, mientras haya apertura, tengamos acceso a las dos partes y la capacidad [de actuar], veo como un deber moral intentarlo todo", afirmó.
La embajada de Israel en México reveló que Israel establecerá un hospital humanitario en Ucrania para asistir a niños, mujeres y hombres. “Contará con una clínica ambulatoria, un departamento de maternidad y un centro de emergencias”.