La agroindustria cervecera en México: de la sustentabilidad al crecimiento  internacional

El valor de la agroindustria cervecera en México se ha visto reflejado en un éxito comercial sin precedentes. Desde el campo hasta las manos de los consumidores, el proceso de elaboración de la cerveza es un círculo virtuoso que aporta grandes oportunidades de crecimiento para el país. Tan sólo el día de hoy México se posiciona como un jugador importante en la escena de la cerveza a nivel mundial.

Tanto su sabor y relación precio-calidad han logrado que México sea una potencia cervecera, así como uno de los mercados más competitivos globalmente, con presencia en más de 180 países.

En México no solo tienes las cervezas más accesibles del mundo, sino una gran relación de calidad con una muy buena cerveza, muy bien adaptada al calor y de muy buen precio”, aseguró el especialista en economía y mercados agrícolas, Manuel José Molano.

El académico enfatizó en que si bien esta industria pareciera no ser tan grande como otras, el mercado cervecero ha sido un verdadero éxito, pues el valor agregado que genera esta industria respecto al valor de la producción, es del 47%, el mayor entre las industrias manufactureras, que es del 26% por ciento.

Sustentabilidad

“La agroindustria de la cerveza es muy cuidadosa con sus fuentes de recursos naturales”, así lo consideró Manuel José Molano, quien explicó que las fábricas de cerveza también son “fábricas de agua limpia”, dado el proceso en el cual se hierve y condensa este líquido esencial para la vida.

La agroindustria cervecera lleva a cabo buenas prácticas de sustentabilidad en toda su cadena de valor en materia energética, economía circular y gestión hídrica con el fin de reducir la huella ambiental. Existen plantas altamente eficientes cuya operación utiliza en buena medida electricidad proveniente de fuentes de energía limpia.

Cada vez más productores cerveceros reutilizan residuos de diversos tipos, incluyendo de empaques, para reducir las emisiones de CO2. La agroindustria cervecera también tiene como objetivo prioritario aprovechar eficientemente el agua a través de la recuperación, el rehúso y el tratamiento.

El académico destacó la inversión significativa realizada por otras empresas cerveceras, quienes han invertido cerca de 900 millones de pesos en temas de sustentabilidad hídrica.

“Pocas industrias he visto que tengan una integración tan importante entre campo y proceso de elaboración, y donde haya esa simbiosis para cuidar un recurso tan importante”, comentó.

Prácticas ambientales

Como toda industria, la cervecera se encuentra expuesta a cambios y desafíos que requieren una adaptación para mantenerse en el juego. El trabajo de las instituciones gubernamentales, así como la adopción de tecnologías innovadoras son aspectos cruciales para garantizar un entorno propicio para el desarrollo del sector, así lo aseguró Manuel Molano. “Es un hecho que el clima está cambiando y que tenemos que trabajar mucho más en los esfuerzos de adaptación. En la agricultura es muy importante cuidar de la emisiones de gases de efecto invernadero, encontrar la manera de fertilizar es clave. Yo creo que la biotecnología nos ayudará mucho con esto”, precisó.

Internacionalización

En México, la cerveza destaca por su accesibilidad y calidad reconocida a nivel mundial. La cerveza nacional ofrece una excelente relación calidad-precio, adaptada a las características únicas del país y a sus variados climas. En el mercado global, es ampliamente valorada, y reconocida en mercados como los de Estados Unidos y Europa. Países con una rica tradición cervecera, como Alemania, los Países Bajos y Bélgica, aprecian y reconocen la calidad y sabor excepcional de la cerveza mexicana, consolidándola como una opción de primera calidad a nivel internacional.

José Molano advierte que este sector es un mercado muy diverso e internacional. No obstante, considera que los mexicanos son muy fieles con las marcas nacionales, las que están hechas en el país. “Yo creo que la cerveza es una obra de arte. Es un producto con quien la humanidad ha convivido 10,000 o 12,000 años”, finalizó.