Lectura 4:00 min
La inflación global respira
La imagen es muy común: el bebé da sus primeros pasos y se genera mucha emoción, aunque le falte mucho tiempo para poder correr. Los datos más recientes en el mundo desarrollado señalan un avance incipiente de la inflación.
Los mercados han reaccionado en tal dirección. Aunque hay pocos elementos para esperar un repunte violento, este factor puede marcar una seria diferencia en el comportamiento de los mercados en el 2017.
La inflación general de septiembre en Estados Unidos registró el mayor aumento en los últimos dos años.
La tasa de los últimos 12 meses se ubica en 1.5% y muestra una tendencia clara al alza. La inflación subyacente, que registra el aumento de precios excluyendo los rubros de energía y alimentos, ya se ubica desde hace algún tiempo en niveles superiores a 2% anual (objetivo de la política monetaria que define la Reserva Federal).
Por su parte, el aumento de precios que se calcula como parte de las cifras de gasto de consumo también repuntó con notoriedad en septiembre; este dato es que el Comité de Mercados Abiertos de la Fed toma más en cuenta para precisar la tendencia de inflación.
En Europa la inflación de septiembre resultó en 0.4% positivo anual. Es relevante. Es el dato positivo más alejado de cero desde la primavera del 2014.
Implica que el riesgo de deflación parece desvanecerse, aunque sea de manera marginal.
En el Reino Unido la inflación de septiembre a tasa anual fue de 1.0%, es el mayor dato también desde septiembre del 2014.
Del mismo modo, en China se registró una inflación al consumidor de 1.9% en términos anuales. También significa un salto notorio si vemos que la inflación anual era de sólo 1.3% en agosto en tanto los especialistas del mercado esperaban un dato cercano a 1.5 por ciento.
En dicha región, es importante mencionar que la inflación de precios al productor, que refleja la elevación de costos, fue de 0.1% y representa el primer dato positivo desde junio del 2012.
Como puede ver, en muchas partes del mundo desarrollado la inflación da señales incipientes de vida.
Pensamos que ésta es la causa central de que los rendimientos de bonos a plazos largos hayan reaccionado al alza en todas las regiones.
En Estados Unidos en las últimas cinco semanas la tasa del bono del Tesoro a 10 años elevó su rendimiento en aproximadamente 25 puntos base.
En Europa el bund alemán a 10 años pasó de una tasa negativa de -0.20% a una brevemente positiva.
En la mayoría del espectro de tasas de bonos soberanos de largo plazo en el mundo desarrollado ha habido una pequeña inclinación de las curvas de tasas (es decir: suben las de largo plazo mientras las de corto permanecen estables).
Lo que viene hacia adelante es fácil de deducir. Existe mucho espacio para que prosigan estos aumentos si las inflaciones continúan en la misma trayectoria.
Si bien es cierto que los bancos centrales cambiaran poco o nada su postura (es correcto que se espera que la Fed suba 25 puntos base la tasa de referencia en diciembre, pero el aumento adicional esperado para el 2017 sigue siendo sumamente bajo), la progresión al alza en las tasas de largo plazo, aunque sea marginal, debería generar una estructura de retornos muy distinta en los mercados globales.
De entrada las bolsas muestran incertidumbre y ajustan levemente. Los índices de bonos de baja calificación tienden a estancarse y el dólar vuelve a repuntar de manera importante contra las principales monedas de países desarrollados.
Es muy incipiente, el impacto en los mercados es apenas perceptible, pero podemos estar hablando de un factor que determine algunas decisiones diferentes por parte de los inversionistas a nivel global. Hay que estar pendientes.
*Rodolfo Campuzano Meza es director de Estrategia y Gestión de Portafolios de INVEX. Cualquier pregunta o comentario pueden ser enviados al correo: