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Convergencia tecnológica, eficiencia y uso de datos personales
Dos de los atributos que debieran regir el servicio público es la eficacia y eficiencia. Así lo prevé el Artículo 134 de la Constitución respecto a la utilización de recursos a él encomendados. No obstante, en la mayoría de ocasiones, los trámites que debemos llevar a cabo en el sector público generan cargas muchas veces injustificadas para los ciudadanos. En este contexto, vale la pena destacar el concurso que emite año con año el Instituto Mexicano del Seguro Social para identificar el trámite más inútil, con la idea de erradicar este tipo de barreras. Precisamente, el Consejo Técnico del IMSS publicó el 5 de septiembre pasado, en el Diario Oficial de la Federación, un acuerdo para brindar facilidades administrativas en materia de subcontratación laboral. Resulta interesante conocer este caso y analizar si pudiera replicarse esta forma de convergencia informática en algunos otros ámbitos del sector público.
De acuerdo con lo previsto en el artículo 15 A de la Ley del Seguro Social, los patrones tienen la obligación de aportar información relativa a los contratos que, bajo los esquemas de outsourcing o subcontratación, lleven a cabo, a efecto de que el Instituto tenga información actualizada sobre la relación laboral de esos trabajadores. El beneficio radica en que se tendrá por satisfecha esta obligación cuando el patrón use el autoaplicativo Autorización del contratista para la consulta del CFDI y declaraciones, que el SAT utiliza.
Éste es un ejemplo de un punto de coincidencia de la información en el sector público y cómo es posible que distintas instituciones utilicen dicha información para “facilitar” y “agilizar” los trámites burocráticos a la sociedad. En “Identidad personal” (publicada en este diario el 2 de abril del 2018), el profesor Isaac Katz analiza la utilidad de contar con un documento de identificación personal único, dado el amplio número de este tipo de documentos con que contamos y la ineficiencia que ello genera. Si además de contar con un registro o número único de identidad personal, existiera una convergencia tecnológica como la que plantea implementar el IMSS para facilitar los esquemas de subcontratación, ello podría significar un avance importante en términos de eficiencia gubernamental.
Si nos tomáramos en serio los criterios de eficacia y eficiencia como ejes rectores del servicio público y tuviéramos un visión integral del mismo, se buscaría implementar una plataforma capaz de contener toda esta información que sirva como insumo para las propias autoridades gubernamentales, lo cual permitiría, sin que se impongan cargas a los ciudadanos, constatar la veracidad y fiabilidad de la información. Es claro que lo anterior encontraría límites en el respeto a los derechos de protección de datos personales que pudieran verse vulnerados, respecto de los cuales no podría darse un acceso tan abierto y colaborativo, pero esos ejemplos debieran ser la excepción y no la regla general imperante.
El ejemplo mostrado por el IMSS, sobre la utilización de una plataforma de datos ya existente, para efectos de facilitar y aligerar las cargas a la ciudadanía, es un excelente ejemplo de cómo se puede dar pauta para la utilización de medios ya existentes y bajo el resguardo de instituciones del propio Estado para evitar cargas innecesarias a los ciudadanos. Vale la pena buscar mecanismos que, por medio del uso de las tecnologías disponibles, permitan replicar estas acciones en otras dependencias.