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¿Jueces partidistas? México en los tribunales de EU
Una muestra de la interdependencia de la relación bilateral es la creciente presencia de México en los tribunales estadounidenses. Recientemente, a los procesos sobre tráfico de armas se suma el caso de las boyas colocadas por Texas en el Río Bravo y la aplicación de la ley SB4 aprobada por dicho Estado para detener a migrantes presuntamente indocumentados. En todos esos juicios los fallos los realizan jueces federales fueron designados por un presidente demócrata o republicano. Independientemente de los méritos de los casos en los que participa el gobierno mexicano, es necesario tener en cuenta el aspecto de la designación partidista de los jueces en Estados Unidos.
Cabe dejar en claro que no se puede afirmar que las decisiones de los jueces federales estadounidenses estén predeterminadas por los intereses del partido del presidente que los designó. No obstante, dado el alto nivel de politización de los temas en los que México se ha involucrado, el ángulo partidista constituye un factor que debe tenerse en cuenta con miras a prefigurar el sentido de futuros fallos y los argumentos jurídicos en los que se basarán dichas decisiones.
En el sistema estadounidense los jueces federales son nombrados por el presidente y sujetos a ratificación por mayoría simple del Senado. En el caso de los jueces de distrito los dos senadores del Estado en el que se ubica el tribunal del juez nominado tienen el poder de bloquear la ratificación si no expresan su consentimiento para que el Senado avance en el proceso de confirmación. Para jueces de las cortes de apelaciones también existe un alto grado de deferencia hacia los senadores, si bien existen precedentes en los que la Casa Blanca optó por seguir de frente en el proceso de nominación y la mayoría del Senado ratificó a los jueces de apelaciones. La naturaleza política del proceso de nominación de jueces es inescapable.
A nivel distrital el caso Smith & Wesson se encuentra ante el juez de Massachussets Dennis Saylor, designado por George W. Bush. La apelación mexicana a su decisión original fue resuelta por un panel de tres jueces designados por presidentes demócratas: Bill Kayatta nombrado por Barack Obama y Gustavo Gelpí y Lara Montecalvo designados por Joe Biden. El fallo de la Corte de Apelaciones a favor de México motivó a que en días pasados Smith & Wesson y otras armerías solicitaran la intervención de la Suprema Corte. Al respecto, cabe recordar que el máximo tribunal estadounidense está compuesto por seis jueces designados por republicanos y tres designadas por demócratas.
En lo que toca al caso de la ley SB4 de Texas, el gobierno mexicano presentó su postura ante un panel de la Corte de Apelaciones compuesto por dos jueces nombrados por republicanos (incluyendo a un ex abogado del gobernador texano) y una jueza recientemente nombrada por Biden. En el caso de las boyas colocadas en el Río Bravo otro panel de apelaciones falló a favor de Washington y los intereses mexicanos. En este caso se trató de dos juezas nombradas por demócratas y otro designado por Donald Trump. Texas apeló al pleno de la Corte de Apelaciones, donde los jueces republicanos tienen mayoría de 12 a 5 frente a los demócratas.
En un año de elecciones en Estados Unidos cabe tener presente la importancia que tendrán los resultados sobre la designación de jueces federales y sus consecuencias para la relación México - EE.UU. Es previsible que los casos sobre leyes migratorias, administración fronteriza y otros temas binacionales requieran que México siga apareciendo en las cortes estadounidenses.