La Cultura de la Paz, El Mediador III

Lo Podemos Resolver, canción de The Beatles.

En nuestra anterior colaboración expusimos las principales características que debe tener quien aspire a ser MEDIADOR, ahora abordaremos aspectos específicos del MEDIADOR público, del social y del privado. 

1. El MEDIADOR público debe contar con título y cédula profesional de estudios de licenciatura; ser mexicano en pleno goce y ejercicio de sus derechos civiles y políticos; no haber sido sentenciado por delito doloso; no ser persona deudora alimentaria morosa, y aprobar las evaluaciones que al efecto determinen los poderes judiciales federal o de las entidades federativas según corresponda. Una vez contratado será un servidor público y estará sujeto a una relación laboral con el correspondiente poder judicial; recibirá un salario y prestaciones conforme al tabulador del tribunal correspondiente; estará sujeto al horario y calendario oficial que lo rija; formará parte de una pirámide jerárquica, y atenderá los sistemas de control gubernamental aplicables a los servidores públicos. Los servicios de mediación a su cargo los proporcionará a las personas que lo soliciten dentro de los horarios, calendario e instalaciones del centro al que esté adscrito.

Debe hacerse notar que las crecientes limitaciones de recursos fiscales impiden e impedirán la ampliación de cobertura de los servicios públicos de mediación y de los otros mecanismos alternativos de solución de controversias.

2. Desde el discurso, es la abrumadora y creciente polarización y violencia lo que más afecta en todos los espacios del tejido social. Encontramos violencia en uno mismo, en la familia, en la escuela y en la comunidad por mencionar las esferas más importantes de la sociedad. La diferencia para proteger o restaurar el tejido social está en la forma de dirimir conflictos o controversias que lo afectan, para ello la mediación social, que se integra por los ámbitos familiar, escolar y comunitario, es primordial.

El MEDIADOR social, cuyos servicios son usualmente gratuitos, atiende ese tipo de controversias o conflictos que no son de carácter legal y se derivan de la convivencia. Para ello ha de formarse en el manejo del proceso de negociación asistida que debe ser suficiente para ofrecer a los demás integrantes de su entorno un servicio de calidad y con garantías para prevenir, gestionar y resolver conflictos. Ha de generar confianza para asistir en el proceso de encontrar soluciones aceptables para todos, incluyendo a la comunidad de que se trate.

Son la familia, la escuela y la comunidad los espacios en los que más interesa que la mediación ejerza sus efectos positivos, de manera que contribuya a la formación de personas comprometidas con la concordia como modo de vida y busca propiciar las condiciones para una convivencia pacífica en la comunidad de que se trate.

En la mediación familiar se atienden dos tipos de conflictos, los de carácter legal, que no corresponden a la mediación social y los de convivencia que atienden mediadores familiares.

La mediación escolar descansa en la capacitación de alumnos, estudiantes y maestros que muestren facilidad e interés para fungir como mediadores escolares de tal forma que puedan ayudar a los integrantes de su comunidad escolar a prevenir, gestionar y solucionar el conflicto que afecte a dos o más de sus integrantes.

La mediación comunitaria se especializa según el ámbito o espacio de interacción social de que se trate. Son tan variados los ámbitos y espacios en los que se convive cotidianamente, que el surgimiento de controversias o conflictos es natural. Por ejemplo, en el barrio, el vecindario y la unidad habitacional; los centros de trabajo; los centros comerciales, los mercados y los tianguis; los hospitales; los establecimientos de servicios al público como cafeterías, fondas y restaurantes; los estadios; las vías e instalaciones públicas, y los reclusorios, entre otros muchos.

Veamos dos ámbitos: la mediación penitenciaria, aún poco aprovechada, para gestionar y resolver conflictos entre internos, en el que los propios internos son quienes son capacitados como mediadores para asistir a sus compañeros conflictuados. 

Otro es la mediación policial, opción que se aplica exitosamente en varias latitudes, de carácter preventivo para atender a ciudadanos en disputa por intereses propios o colectivos. Son seleccionados los policías quienes, previa capacitación como mediadores, previenen, gestionan y contribuyen en la solución de controversias o conflictos individuales o colectivos, con lo que se evita que escalen y desemboquen en la comisión de delitos.

La función del MEDIADOR social contribuye a propiciar las condiciones para una convivencia pacífica en la comunidad de que se trate al transformar, reducir y eliminar las tensiones que generan las controversias y conflictos, al prevenirlos, gestionarlos y resolverlos en el marco de la cultura de la paz. 

3. La existencia del MEDIADOR privado es la respuesta a la insuficiente disponibilidad de recursos fiscales para financiar el crecimiento de los centros de justicia alternativa, ahora denominados centros de mecanismos alternativos de solución de controversias. Se trata de una vía accesible y eficaz en la expansión de los servicios de mediación y, entre otras ventajas, permite que éstos se ofrezcan en cualquier momento y lugar, así como vía Internet. Para aspirar a serlo, se debe contar con título y cédula profesional de estudios de licenciatura; ser mexicano en pleno goce y ejercicio de sus derechos civiles y políticos; no haber sido sentenciado por delito doloso; no ser persona deudora alimentaria morosa, y aprobar las evaluaciones aplicables. Debe presentar una garantía al inicio de sus funciones.

El MEDIADOR privado, degradado y restringida su actuación en la LGMASC, debe sobrevivir ya que significa la única alternativa para la expansión de los servicios de mediación y superar la limitación derivada de la creciente escasez de recursos fiscales. Su existencia dista de criterios meramente utilitarios y de adelgazamiento del Estado.

Si la mediación, de suyo, representa ventajas sobre otros medios de solución de conflictos, la mediación privada ofrece ventajas adicionales. 

*El autor es abogado, negociador y mediador.

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