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La competitividad ?y las renovables
Esta semana se discute el futuro de las energías renovables para el país en el marco de la Reforma Energética y la Ley de Transición Energética que se presentará la próxima semana.
Esta semana, mientras se cierran las quinielas para probar nuestra intuición sobre las selecciones mundialistas, también se discute el futuro de las energías renovables para el país en el marco de la Reforma Energética y la Ley de Transición Energética que se presentará la próxima semana. Aquí también se hacen apuestas sobre el futuro, lo bueno es que en lugar de basarse en la intuición éstas se pueden basar en información robusta y comprobable.
Entre los temas que más se han debatido sobre dichas energías y que aún se escuchaban en el Congreso la semana pasada estaban:
- ¿Qué tan costos competitivas son las energías renovables frente al gas barato que se pronostica para el país?
- ¿Qué tan conveniente es para México apoyar a las renovables si nuestros competidores no lo hacen? Y ¿Si se establece una meta de energía renovable obligatoria esto podría generar carteles?
La primera pregunta parece ser cada vez menos relevante. Hoy existen proyectos de energía eólica ante la CRE con costos nivelados por debajo de los de una planta de ciclo combinado de gas natural. Inclusive al considerar los costos de transporte de gas a Baja California Sur algunos proyectos solares resultan costo competitivos frente al gas, por citar algunos ejemplos. Es cierto que esto se limita a algunas zonas del país, pero conforme avanzan la tecnologías los proyectos parecen expandirse por el territorio. El año pasado en EUA un estudio comprobó que en los últimos 5 años el precio nivelado de los proyectos de energía solar cayeron 66% (de 150 a 50 USD MWH, Berkley National Lab 2013).
La segunda pregunta parece haberse respondido el año pasado cuando China, nuestro principal competidor, instaló más de 12GW de energía solar, más de seis veces la capacidad instalada de energía eólica en México y más de 200 veces la solar. Pero al observar las tendencias de la Agencia Internacional de Energía, tal pareciera que México es quien se rezaga en impulsar dichas tecnologías.
Finalmente, en cuanto a la posibilidad de crear carteles al adoptarse una meta obligatoria de renovables, esto se ve prácticamente imposible debido a que: existen más de 50 competidores en más de 6 tecnologías en operación en el país, además de que el sector cuenta con información pública e histórica sobre sus costos de producción de las propias cámaras y es un sector altamente innovador.
Ojala este intercambio de ideas sirva para que nuestros legisladores atinen a nivelar las condiciones de competencia entre las energías renovables y las fósiles bajo mecanismos de mercado.