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Opinión

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La mirada parcial nubla la vista integral; todo es oferta para commodities agrícolas

La producción de granos y oleaginosas entra en su etapa crítica en el hemisferio norte en medio de un cambio climático importante.

La producción de maíz en Brasil llegará a su mayor cantidad en su historia. Foto: Reuters

Buenos días, buenas tardes, buenas noches. Esta semana arranca con los miedos de siempre y las dudas cotidianas, los precios se mueven en rangos inconstantes, la volatilidad sobre el análisis productivo del hemisferio norte nos mueve de manera voluntariosa los precios.

Sin embargo, para cuando todo este dicho y hecho, me parece que el saldo de existencias crecerá más allá de la capacidad mundial de consumo y será entonces labor de buscar quién consumirá lo que se produce.

La producción de granos y oleaginosas entra en su etapa crítica en el hemisferio norte, digamos que sucede en medio de un cambio climático importante, el fenómeno niña ha desaparecido, y en la transición a niño, nos encontramos en una situación niñe, si me permites la expresión.

En el camino productivo hemos visto semanas durante junio en las que las lluvias se hicieron escasas. Afortunadamente las temperaturas mayormente fueron templadas y a pesar de que en algunas zonas las condiciones de cultivo se deterioraron, estos nunca dejaron de tener posibilidades de subsistir.

Sin embargo, muy rápidamente empezamos a ver cómo el ciclo agrícola presente se emparejaba a lo visto y vivido en la campaña del 2012, un año de terribles producciones gracias a la sequía, y los precios se dispararon fuertemente.

Esto es de libro de texto, normalmente matamos y revivimos cultivos dos o tres veces en el curso de su desarrollo, y esto es más acentuado en los tiempos presentes en los que los medios simplemente desparraman imágenes y opiniones de manera descontrolada.

El juego productivo entra en una etapa crítica y definitoria, si el clima termina con buen acompañamiento, tendremos producciones sobradas en Estados Unidos, y Europa. Digamos que lo mismo sucedería en China y lograr lo anterior nos deja en la puerta de una planeación sudamericana que con un año niño en pleno, permitiría que Argentina regrese a producciones normales.

Brasil seguirá siendo un multiplicador de oferta, y con los precios actuales y las bajas en los costos de fertilizantes e insumos, en el balance teórico hay buena rentabilidad agrícola. Así muy rápidamente damos el paneo general, pero como sabes, seria sobre simplificar.

La oferta podría dejar más capacidad de entregarle a un mercado que parece necesitar menos, pero en esto siempre está el juego que hace toda la diferencia, quien estudia fundamentales y quiere a partir de ello definir precios se equivoca o se equivocara pues en este nuevo mundo de commodities agrícolas, las existencias disponibles son las que definen precios. De nada nos sirve saber cuánto hay, si lo que importa es saber en qué contexto y en qué condiciones esos inventarios serán disponibles.

El Mar Negro entra en una zona de complicación, Ucrania tendrá inventarios exportables existentes, pero si Rusia juega rudo, los inventarios no estarán disponibles.

Guardando las distancias, en Brasil, el agricultor está cosechando la mayor cantidad de maíz en su historia, más de 100 millones de toneladas en su campaña tardía, y esto se suma a una cosecha absolutamente récord de soya. Podrías muy seguramente pensar que con tanto abasto, los precios estarían rompiéndose de manera importante; sin embargo dentro de lo posible, las labores de cosecha van lentas y no es porque haya obstáculos para cosechar, la realidad es que sin almacenaje, está mejor tener maíz en el campo y no a cielo abierto.

La disciplina en la comercialización ha hecho que las primas brasileñas se afirmen un poco, cosa que no es duradera pero nuevamente, lo anterior, te da muestra de cómo el inventario disponible juega dinámicas distintas a las existencias, y para rematar, los norteamericanos muy seguramente levanten una cosecha bastante nutrida, en algún momento dejaremos de operar influencias climáticas y cuando estemos ahí, el productor deberá decidir que  comercializar.

Los costos financieros por acarrear cultivos han crecido, y la soya tiene un valor de etiqueta mucho mayor, y una curva de precios en diferido con algunos inversos, cosa que, en maíz, la curva muestra acarreos. El productor muy posiblemente elija vender soya antes de entrar en la comercialización agresiva de maíz.

Si te das cuenta, el peso de la oferta es notorio por la temporalidad que transitamos, sin embargo, en algún momento el consumo tendrá que manifestarse y también saben jugar su juego, parece que pacientemente aguardan a que los ciclos se definan, especialmente sabiendo que en el tren que estamos, se tiene una ruta bajista, aunque parezca a ratos que se detiene en el camino y finta dar marcha atrás. El que se baja no llega a su destino, el que se cubre y se protege disfruta la travesía.

No importa el precio, importan los márgenes, y no olvides que el que opera mercados de commodities leyendo encabezados noticiosos, termina vendiendo periódicos. ¿Estás en buenas manos?

aochoa@rjobrien.com

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