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Opinión

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La reforma energética

Los ingresos petroleros mantienen relevancia en las finanzas públicas de nuestro país. La renta petrolera representó cerca de 4% del Producto Interno Bruto al cierre del 2017. No obstante, estimamos que esta participación incrementará moderadamente en el 2018, considerando los avances registrados en los precios internacionales de petróleo: la mezcla mexicana acumula un crecimiento de casi 10% respecto a diciembre del año pasado

Es importante señalar que la producción de petróleo no ha mostrado signos de recuperación, pasando de 3.4 millones de barriles diarios (mbd) en el 2014 a menos de 2 mbd en lo que va del 2018. La declinación del yacimiento Cantarell finalizó la era de petróleo de fácil acceso.

La propuesta de la reforma energética consiste en mitigar estos efectos mediante la creación de mercados competitivos en toda la cadena de valor de hidrocarburos y electricidad. Se establecen nuevos esquemas que incentivan la participación de empresas privadas y de las empresas productivas del Estado.

El proceso de la reforma energética inició en diciembre del 2013 con la modificación de diversos artículos constitucionales; no obstante, es en el 2015 que inició su consolidación al licitarse por primera vez contratos de exploración y extracción de hidrocarburos en subastas públicas.

De acuerdo con estimaciones de Pemex, desarrollar el potencial de la industria nacional de exploración y extracción requeriría de aproximadamente 60,000 millones de dólares al año. Sin embargo, Pemex sólo cuenta en su presupuesto anual con alrededor de 27,000 millones de dólares.

En la actualidad, importamos 29% del gas natural que consumimos. Por otro lado, más de 50% de la gasolina que consumimos proviene del exterior. El comercio internacional de este tipo de productos ha incrementado de forma significativa, explicado en gran medida por el enfoque de Pemex en el negocio de extracción y producción de petróleo, con mayor rentabilidad respecto al de refinación y de la producción de otros hidrocarburos, como el gas natural.

México no cuenta con la infraestructura suficiente para transportar y distribuir el petróleo, el gas natural, ni sus derivados, para satisfacer las necesidades de la industria y el consumo doméstico.

A tres años de iniciar las rondas petroleras en México, han concluido nueve licitaciones y tres asociaciones estratégicas (farm outs) de Pemex, que garantizarán un margen operativo para el Estado con un promedio de 74% y un monto total estimado de inversión que ascendería a 161,000 millones de dólares.

Se cuentan con los primeros hallazgos de empresas privadas en las aguas someras del golfo de México, cuyos recursos se estiman en hasta 4,000 millones de barriles de crudo, con producción comercial esperada hacia finales del 2019.

Uno de los principales objetivos de la reforma energética, además de atraer inversión al sector energético mexicano, es impulsar el desarrollo con responsabilidad social y proteger al medio ambiente. Más de 20% de la energía generada para el servicio público se ha generado a partir de combustóleo y en diesel, con un costo significativamente mayor a las energías limpias y al gas natural.

Por su privilegiada ubicación geográfica, México es uno de los países con mayor riqueza para producir energía eólica y solar.

Actualmente, México se encuentra entre los primeros 10 países del mundo más atractivos y con mayor inversión en energías renovables. En los próximos tres años, se pondrán en marcha 40 centrales solares y 25 eólicas, que se ubicarán en 17 estados del país, con esto en el 2024 se alcanzará 43% de generación proveniente de energías limpias.

En lo que va del año, 39 empresas nuevas ingresaron al mercado eléctrico nacional, con inversiones comprometidas por 8,600 millones de dólares para la construcción de 65 centrales eléctricas en 17 estados del país, en las que en su mayoría serán solares y eólicas.

La postura del gobierno entrante sería a favor de continuar con los procesos de licitación en el sector energético, sujeto a la previa revisión de los contratos adjudicados con la finalidad de tener un diagnóstico detallado antes de finalizar este año. El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, se pronunció a favor de privilegiar contratos con empresas de países con un historial exitoso en el combate a la corrupción.

Confiamos en que la completa implementación de la reforma energética y la reanudación de las licitaciones e inversiones en el sector podrán sustentar un mayor crecimiento económico en los próximos años.

*Armando Rodríguez es gerente de análisis de Signum Research.

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