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Opinión

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Luciérnagas, el turismo sustentable de Tlaxcala sí existe

Foto: Cortesía

Llueve y las luciérnagas se aparean. Llueve y las luciérnagas brillan. Llueve y Tlaxcala se prepara para recibir este año a unos 140,000 turistas (o más) que buscan vivir la experiencia íntima del mágico avistamiento de ese insecto.

La Secretaría de Turismo local, a cargo de Josefina Rodríguez (que la semana pasada participó en una feria turística en Miami donde México fue el país invitado: World Travel Expo) se ha ocupado en los últimos meses, entre otras cosas,  en buscar cómo hacer para ofrecer un buen producto turístico natural y de clase mundial a los visitantes.

Y encontró respuestas junto con su equipo, en el que tiene una participación relevante Marte Luis Molina, en la posición de director de Planeación y Desarrollo. 

Este año lanzan dos innovaciones. La primera es el sello Luciérnaga dorada con el que se distingue ya a los sitios de avistamiento formales que cumplen con los requisitos de las dependencias involucradas en materia de atención al turista, sustentabilidad, protección civil o normatividad y sanidad.

La segunda es la creación de la plataforma Tlaxcalabrilla.com, donde se pueden comprar boletos para alguno de los 26 lugares autorizados para ir a ver las luciérnagas con un costo máximo de 300 pesos por entrada. Si busca paquetes y promociones también los puede encontrar ahí. Se dice con orgullo que existe la posibilidad de pagar también en un OXXO para que no haya pretextos.

Entre las tantas preguntas que se hacía el equipo estaban: cómo ofrecer valor adicional a los centros de avistamiento apostando a la sustentabilidad y cómo encontrar soluciones que beneficien directamente a las comunidades. También se busca tener buenas métricas al formar parte de la Red internacional de observatorios turísticos sustentables de la Organización Mundial de Turismo (OMT).

Seguramente quienes visiten (del 16 de junio al 13 de agosto) los sitios donde las luciérnagas simplemente disfrutan de la vida, principalmente en los municipios de Nanacamilpa y Calpulalpan, no se percatarán de las implementaciones, pero se trata de grandes pasos que la entidad gobernada por Lorena Cuellar está dando para hacer del turismo un impulsor de la economía estatal.

En consecuencia, se podrá ir disminuyendo la visita a santuarios que no cumplen las medidas para cuidar adecuadamente el hábitat de las especies, poniendo en riesgo su desarrollo.

Ningún funcionario local desconoce que la Ciudad de México es su principal mercado emisor y por eso los esfuerzos de promoción turística son mayores.

Para promover la temporada de avistamiento 2023 se destinaron 1.5 millones de pesos en estrategias digitales (por ejemplo con el Grupo Expansión) e impulsar las visitas a ver luciérnagas con la colaboración de ese gran embajador del mundo del espectáculo y de Tlaxcala llamado Carlos Rivera.

Como parte de esos datos que se comparten para el análisis, se dice que de los 60 municipios estatales, en 10 se concentra el 80% del PIB turístico (entre ellos la capital, Nanacamilpa, Calpulalpan, Huamantla y Apizaco) y que solamente a  Nanacamilpa, en los dos meses de las luciérnagas, llega el 20% de los turistas que visitan la entidad todo el año.

El potencial es enorme y por eso el secretario de Turismo federal, Miguel Torruco, ha mostrado muchas sonrisas cuando habla de ir a ver a los insectos (incluso asegura que estará en el sitio con su familia para disfrutar). Habrá que ver en su cuenta de Twitter en las siguientes semanas su cumple.

A la par, lector, se le recomienda  preparar una pronta visita para gozar de esos sitios turísticos que tiene Tlaxcala, que sí existe y cada vez hace más ruido, del bueno.

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