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Opinión

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Machismo en el campo de futbol y en las calles

Dante las últimas semanas, dos casos de agresiones a mujeres han dado la vuelta al mundo y han desatado un profundo debate político y social sobre el consentimiento sexual, el sexismo y el abuso de poder.

El primero tuvo lugar durante la celebración del triunfo de la selección femenil de España, opacada por un verdadero escándalo: el presidente de la Real Federación Española de Futbol, Luis Rubiales, besó por la fuerza a la joven jugadora de futbol, Jenni Hermoso, a quien hizo sentir “vulnerable y víctima de una agresión”.

No es la primera vez que los estereotipos de género y la violencia machista alcanza las canchas de futbol. Durante décadas, las mujeres han luchado para obtener la misma visibilidad, apoyo y remuneración que los futbolistas masculinos.

En lugar de ser protagonistas del balompié, las futbolistas son cosificadas y exhibidas como animadoras sexys, perpetuando la idea de que las mujeres están allí para el disfrute visual de los espectadores.

Aunque ya empiezan a verse figuras femeninas en la conducción de las justas deportivas, especialmente en el futbol mexicano, persisten los estereotipos de género y las expresiones sexistas de los comentaristas deportivos. El futbol sigue siendo un club de Toby, cerrado a la igualdad de género y al piso parejo.

Figuras como Megan Rapinoe, Marta Vieira da Silva, Ada Hegerberg y la misma Jenni Hermoso han demostrado ser modelos para seguir en la lucha por la igualdad de género en el deporte. Su destreza deportiva ha inspirado a nuevas generaciones de futbolistas y aficionados.

Sin embargo, es preciso desafiar y eliminar el machismo arraigado en el deporte y promover una cobertura equitativa que resalte los logros de las mujeres en el futbol.

El segundo caso es el de la reportera española Isa Balado, quien fue violentada por un sujeto durante una transmisión en vivo, por televisión.

La joven relataba un robo en un comercio cuando de repente se le acercó un hombre y la manoseó en vivo y en directo. Tras la agresión, la mujer quedó paralizada y fue asistida por el conductor del programa En boca de todos, Nacho Abad, quien le preguntó si el transeúnte le había agredido sexualmente. "Sí", confirmó la joven.

Lo peor no fue eso, sino que el agresor fue detenido y puesto horas después en libertad sin medidas cautelares por decisión de una jueza del Juzgado de Instrucción de Madrid.

La jueza justificó su decisión al argumentar que no se apreciaba "situación de riesgo, ni urgencia, ni violencia, ni intimidación contra la víctima, a la que no conocía hasta el momento de suceder los hechos".

Las reacciones de condena no se hicieron esperar. La ministra de Igualdad de España, Irene Montero, se pronunció en X, al afirmar que "los tocamientos no consentidos son violencia sexual" y expresando su apoyo a Isa Balado. 

La actitud de los agresores y de las autoridades en ambos casos resulta inaceptable. Es necesario que saquemos de las canchas y de las calles toda actitud machista, así como evitar a toda costa que estas situaciones “se normalicen”. Optemos por un fair play y saquemos, como sociedad, tarjeta roja a los agresores de mujeres.

 

Reportera y conductora de @ADN40 corresponsal, escritora Hannia Novell a las 5 Radio 105.3 FM columnista de PoliticoMX, EjeCentral y El Economista.

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