Pablo Iglesias, un algoritmo de la industria de las fake news

El dogma del siglo XX pasó a ser llamado algoritmo en el XXI.

“(...) Nos proponemos ser radicales con la verdad y con los hechos, estudiar cuáles son las intenciones de los medios”; lo dice Pablo Iglesias, fundador del partido político español Podemos y ex vicepresidente del Gobierno de Pedro Sánchez.

Antes que político, Pablo Iglesias es animador en barras de televisión y radio de debate y cotilleo político; critica a los medios desde los medios. Da comentarios en Ara, Gara, Rac 1, CTXT, la Cadena SER, y su podcast en el periódico Público se llama La Base.

Las revelaciones de los audios grabados por el comisario José Manuel Villarejo durante los gobiernos del presidente Mariano Rajoy demostraron que Pablo Iglesias fue blanco de una campaña de desprestigio por parte de políticos del Partido Popular (PP) en connivencia con algunos medios y periodistas. Uno de ellos es Antonio García Ferraras, director del canal de televisión La Sexta. En uno de los audios de Villarejo, quien por cierto hoy se encuentra en la cárcel, Ferraras, en conversación con el propio Villarejo, duda sobre un informe que vincula a Pablo Iglesias con Nicolás Maduro a través de una cuenta bancaria en las Granadinas. Pese a la duda, Ferraras da a conocer la información en su programa de televisión al Rojo Vivo pocas semanas antes de la repetición de las elecciones legislativas en mayo de 2019. Un amigo de Ferraras, el también periodista Eduardo Inda, publicó el informes fake creado por Villarejo en su diario digital OKDiario.

El fundador de Podemos, esposo de Irene Montero, ministra de Igualdad en el Gobierno del presidente Sánchez, ha aprovechado el momento para convertirse en una especie de papa mediático, sin embargo, Pablo Iglesias es el mejor ejemplo para demostrar la ridiculez que representa el intento de internacionalizar su algoritmo.

Un par de meses atrás, Iglesias visitó al presidente López Obrador en Palacio Nacional. Es probable que lo haya felicitado por la carta que le envió al rey de España al inicio de su gobierno y por sus reiteradas críticas a Iberdrola. El algoritmo Pablo Iglesias está diseñado para criticar a la monarquía y a las empresas del Ibex 35.

En julio pasado, desde el podcast La Base, Iglesias dedicó su contenido a defender al presidente AMLO de lo que publican medios mexicanos sobre sus mentiras. Iglesias manipula el contenido para dar a entender que AMLO es víctima de una campaña en su contra; no dice absolutamente nada de las agresiones sistemáticas que AMLO hace desde la tribuna presidencial, la mañanera, todos los días en Palacio Nacional.

Ni siquiera menciona el caso de Carmen Aristegui, blanco actual de las agresiones de AMLO, pero de quien hablaba muy bien durante los tres sexenios anteriores.

Ayer, en la contra del periódico El País, Ceciia Ballesteros le pregunta a Carmen Aristegui: ¿Está la libertad de expresión en riesgo en México?, a la que Aristegui responde: “Lo que parecía que habíamos ganado, está retrocediendo”.

Carmen Aristegui se encuentra en Madrid para recibir el premio Diario Madrid, que concede la Asociación de Periodistas Europeos.

En el libro Medios y cloacas, Pablo Iglesias escribe: “Por mi parte, trato de dar la batalla contra toda la desinformación con todo mi esfuerzo y con toda la honestidad posible”.

Iglesias es un cínico.

Iglesias es un algoritmo que simpatiza con algoritmos compatibles con el suyo. Su desconocimiento sobre lo que ocurre en América Latina es asombrosamente ridículo.

Iglesias es un algoritmo que manipula; un tornillo de la industria de las fake news.

@faustopretelin