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Plan, ¿emergente?
Más que un plan emergente para combatir la pandemia el presidente Andrés Manuel López Obrador dirigió un informe de gobierno, aprovecho la ocasión para dar conocer algunos avances de su gobierno.
El informe no venía al caso, como si no informara todos los días con su diarrea verbal, pero fiel a su estilo lo hizo, así como hace todo, entre la necedad y la ocurrencia.
AMLO fincó la estrategia económica del gobierno mexicano en: reducir, aun más, los gastos del gobierno y los salarios de los burócratas; sostener sus proyectos estratégicos; adelantar los pagos de los programas sociales y; usar el dinero de los fideicomisos públicos re-nacionalizados.
Para el presidente AMLO, con sostener los programas sociales y la inversión pública será suficiente para sostener la economía nacional. Fiel a su estilo, indicó la creación dos millones de nuevos empleos, sin dar detalles de la estrategia para generarlos.
Fue muy enfático que no habrá apoyos para los empresarios, inmediatamente éstos manifestaron en voz de Carlos Salazar Lomelí, presidente del CCE, que con el plan emergente se perderán un millón de empleos y 10 puntos del PIB.
AMLO anunció que se destinarán 45,000 millones de pesos adicionales para que el sector salud atienda la pandemia. Señaló que con 6, 245 camas con respiradores pulmonares se atenderán a los enfermos graves del Covid-19, no quiero ser ave de mal agüero, pero Italia y España tenían el mismo número de ventiladores con la mitad de nuestra población.
Las conclusiones usted las saca querido lector. Ahora entiendo la resistencia de científico López-Gatell, para qué ubicar a los contagiados, si no se tienen los recursos para atenderlos.
Indicó que se destinaran 200, 000 millones de pesos, en préstamos personales y créditos hipotecarios para los trabajadores que cotizan en el ISSSTE, para AMLO no existen más empleados que los federales, protegiendo a la nueva casta dorada, los servidores públicos de la nación.
En conclusión, el gobierno mexicano apuesta por la ortodoxia financiera, conservar el presionado déficit fiscal, no aumentar la gasolina, ni subir los impuestos para enfrentar la pandemia.
Con un mejoral el presidente Andrés Manuel López Obrador confía que vencerá la crisis sanitaria y la crisis económica provocada por el coronavirus.
Con arengas políticas y estampitas piensa vencer al reto sanitario más grande de la historia de la humanidad. Ni modo, aquí y ahora nos toco vivir.
Hasta la próxima querido e ínclito lector.