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“Pliego de mortaja”
“Era el documento que dejaban los virreyes y que sólo podría abrirse tras su fallecimiento, en el cual el virrey dejaba a su sucesor noticia de los asuntos pendientes mas importantes”.
Eso es lo que esta haciendo López Obrador con sus 20 reformas constitucionales a unos meses de su muerte política, dejar a Claudia Sheinbaum cuales son los asuntos pendientes de la 4ta transformación y obligarla comprometerse con ellos.
Las 20 reformas pendientes son un reconocimiento público del fracaso de su “4ta transformación, que quedó solo en el discurso político. Para él, toda la culpa del fracaso es de los ministros de la Corte y de los jueces que votaron a favor de las controversias constitucionales u otorgaron amparos sobre ellas. No aceptará nunca que el fracaso se debe a su incapacidad para dialogar y llegar acuerdos con la oposición”.
Sabe que las reformas del Poder Judicial, el INE, las leyes electorales, la desaparición de los organismos autónomos y la reforma eléctrica no pasarán, sin embargo, las envía porque le permite fijar la agenda política e intervenir en el proceso electoral.
Con sus propuestas está tratando también de distraer la atención sobre los fracasos que ha tenido su gobierno en seguridad, salud, educación, entre otros temas. Si se analizan sus propuestas, varias de ellas buscan minimizar el fracaso de su gobierno; habla de garantizar la salud a la población, tema que es probablemente el principal fracaso de su gobierno; propone que la Guardia Nacional sea parte de las Fuerzas Armadas, para tratar de minimizar su fracaso en la seguridad pública.
Como se ha visto en estos días en las mañaneras, el objetivo de las reformas es intervenir en las elecciones dejando claro ante la gente que hay dos proyectos de gobierno diferentes, el liberal de la “4ta transformación” y el conservador que trata de regresar al pasado del frente opositor.
Si la oposición permite que se abra el debate sobre las reformas propuestas por el presidente, la campaña de Xóchitl Gálvez y del frente amplio opositor quedará de lado y toda la información política girará sobre el debate y el posicionamiento de las reformas.
La oposición tiene que pensar bien la estrategia a seguir, si entra al debate de las reformas esta perdida y todo girará alrededor del presidente López Obrador, Claudia Sheinbaum que ya tiene propuestas de su 2do piso y de los candidatos de Morena que se subirán a las propuestas.
No puede rechazar de golpe todas la reformas ya que hay varias como las pensiones y el aumento al salario mínimo por arriba de la inflación que tienen gran sentido social. Desde mi punto de vista la única alternativa que tiene la oposición es posponer el debate hasta después de las elecciones para no intervenir en el proceso electoral. Si entra al debate está perdida.
Hay varias propuestas que la oposición tiene no sólo que rechazar sino explicar a la gente porqué son negativas, como son aquellas que tienen que ver con la reforma al Poder Judicial y con las reformas a la ley electoral que pretenden que los ministros, magistrados, jueces y consejeros electorales sean electos por voto directo de la población.
Las reformas son una instrucción para Claudia Sheinbaum como candidata y futura presidenta, las tareas pendientes o 2do piso de la “4ta transformación”, son las reformas constitucionales que el presidente López Obrador envió al Congreso.