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¿Qué hay detrás de las “benditas” remesas?
Las remesas que envían los mexicanos que trabajan en Estados Unidos a sus familiares en México, han crecido como un río caudaloso.
El volumen de recursos que mandan a México, rompe niveles récord constantemente.
Al cierre del 2021 alcanzaron un récord histórico de 51 mil 594 millones de dólares, 27.1% más respecto del cierre del 2020.
Y siguen creciendo. En los primeros 6 meses de este año 2022, las remesas sumaron 27 mil 565 millones de dólares; un aumento de 16.6%, respecto del primer semestre de 2021.
Esos son los hechos.
El caudaloso río de las remesas, ya es superior a las divisas que generan el petróleo, el turismo y las inversiones extranjeras directas.
El crecimiento en el volumen total de las remesas que envían nuestros connacionales desde Estados Unidos a México es impresionante y tiene muchas explicaciones.
Entre las más importantes están el ensanchamiento de la brecha entre la economía mexicana y la norteamericana y, entre sus productos per cápita, que aumentaron notablemente en los últimos dos años (2020 y 2021).
Además de los millonarios recursos que entregó el gobierno estadounidense a sus ciudadanos y que derramó entre los trabajadores migratorios mexicanos.En lo anecdótico, están las declaraciones presidenciales.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, ha mencionado en reiteradas ocasiones a las remesas como uno de los logros de su gobierno, aunque no hay absolutamente ningún sustento en tal afirmación.
En realidad ¿qué hay detrás de las “benditas remesas”?
Por supuesto hay mucho sacrificio de los trabajadores migratorios que sortean toda clase de obstáculos y en muchos casos encuentran la muerte en el intento.
Además, detrás de las remesas hay literalmente sangre, sudor y lágrimas.También hay un enorme sentido de solidaridad con sus familias, a las que buscan apoyar más cuando más lo necesitan.
No son meras frases románticas. Los hechos lo sustentan.
Las remesas ayudaron a los mexicanos que habitan su propio país, a paliar la crisis sanitaria que provocó el Covid-19, en el caso más reciente.
De acuerdo con un análisis comparativo de las remesas y los ingresos públicos estatales, realizado por BBVA Research, el año pasado, en el estado de Michoacán, las primeras superaron a las segundas.
Los ingresos públicos estatales ascendieron a 3 mil 849 millones de dólares en 2020 y recibieron en ese año 4 mil 056 millones de dólares por remesas.
No fue el único caso. Los estados en donde las remesas representaron la mayor proporción de sus ingresos estatales fueron: Michoacán (105.4%), Guanajuato (80.5%), Zacatecas (78.0%) y Jalisco (68.0%).
Un estudio del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (CEMLA) revela que las remesas han aumentado su dimensión frente a distintos indicadores macroeconómicos.
En relación al PIB pasaron de 2.1% en 2015 a 3.7 y 4.0 % en 2020 y 2021, respectivamente.
Además están financiando una mayor proporción del gasto de los hogares en consumo privado.
En 2015 el ingreso por remesas fue equivalente a 3.2% del consumo privado, y aumentó al financiar 5.9 y 6.2%, en 2020 y 2021. Las remesas, por su volumen representan más de lo que invierten tanto el sector público como el sector privado.
Al cierre del año pasado las remesas representaron el 141.3% y el 23.5% de las inversiones públicas y privadas.
El director de Estadísticas Económicas del Cemla, Jesús Cervantes González, señala que 7.5 millones de mexicanos forman parte de la fuerza laboral estadounidense, cifra equivalente a 35% o 37% del total de asalariados cotizantes registrados en el IMSS.
Otro dato revelador: el ingreso medio de los mexicanos en Estados Unidos es aproximadamente cinco veces la remuneración media del trabajador registrado en el IMSS.
Esas son algunas de las razones más importantes, por las cuales las remesas han alcanzado niveles récord.
Lo que no hay, es mérito alguno en el actual gobierno o en los pasados, por el cuál están creciendo tan dinámicamente las remesas.