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Reactivación económica para el sector agroalimentario y medio rural en Hidalgo (II)
Una de las principales ventajas competitivas que ofrece Hidalgo al sector agroalimentario, es su cercanía con el principal núcleo de consumo de alimentos en el país, la zona metropolitana de la Ciudad de México. Por lo cual el establecimiento de agroindustrias, centros de transporte de carga, acopio, almacenamiento y servicios logísticos de distribución de alimentos son tradicionalmente una oportunidad de inversión importante en este estado, que, al igual que el resto del país y del mundo se ve hoy afectado por los efectos del Covid-19.
En la producción agroalimentaria, las redes con mayor proyección de crecimiento en el estado, son los cultivos de jitomate y pimiento morrón en invernadero, pollo, ganado ovino y maíz, en donde el crédito representa sin duda, una palanca de impulso fundamental para su desarrollo.
En ese sentido, instituciones como FIRA, entidad originada en el Banco de México para financiar los sectores agropecuario, forestal, pesquero y medio rural, ha venido participando desde hace 65 años en la movilización del mercado de productos y servicios financieros y tecnológicos en México, y por supuesto en el estado de Hidalgo a través de una amplia red de intermediarios financieros bancarios y no bancarios.
FIRA participa activamente en el desarrollo del sector agroalimentario y rural de este estado, brindando financiamiento, garantías y servicios de apoyo. La cartera de crédito otorgada al cierre del ejercicio 2019 fue de 1,930 millones de pesos, en donde se apoyaron créditos para la producción de cebada, maíz, frijol, avena, alfalfa, ganado ovino, bovino de carne y bovino de leche, además del financiamiento a las actividades no tradicionales que se desarrollan en poblaciones rurales.
Para el cierre del ejercicio 2019, FIRA operó un saldo de cartera total de 1,930 millones de pesos, beneficiando con ello a 3,906 acreditados dedicados a actividades relacionadas con el sector agroalimentario. El 44.6% de esa cartera se ubicó en microempresas, empresas familiares, pequeña empresa y mediana empresa.
Las actividades productivas que compusieron esa cartera fueron principalmente la producción de cebada, maíz y frijol, jitomate, pimiento morrón, chile y alfalfa. En la parte ganadera, la participación fue en borrego, pollo, bovino de carne y de leche. El apoyo a la red de valor cebada contribuyendo al desarrollo de los agricultores y la integración de la cadena de valor con la industria cervecera nacional, forma también parte importante del apoyo de FIRA en el estado.
Por otra parte y siguiendo la tendencia del desarrollo económico de la entidad, FIRA canaliza recursos a las actividades de industria, comercio y servicios en zonas rurales sobre la base de que estas actividades no tradicionales generan movimiento económico, empleo y arraigo de la población en esas regiones, participando igualmente en su financiamiento y en del sector turístico rural a través de parques acuáticos, pueblos mágicos y centros ecoturísticos para apoyar la construcción de hoteles, cabañas, restaurantes y atracciones acuáticas principalmente.
Los retos para el sector agroalimentario y rural en Hidalgo y México hoy ante los efectos del COVID -19 son grandes, y para ello, FIRA ha modificado temporalmente sus condiciones de operación a fin de favorecer la inversión en sus sectores objetivo y facilitar la participación de más intermediarios financieros que hagan llegar más recursos crediticos a productores y empresas en todo el país.
*Juan Rosales Narváez es Residente Estatal de FIRA en el Estado de Hidalgo. “La opinión aquí expresada es del autor y no necesariamente coincide con el punto de vista oficial de FIRA”.