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Compras consolidadas de medicamentos y desabasto
Para nadie es desconocido que el modelo de compras consolidadas de medicamento generó problemas de desabasto en nuestro país.
Situación que se vio agravada por los problemas y oportunidades que para la industria significó la emergencia sanitaria planetaria.
Para remediar estos males, el Gobierno de México, a través de la Secretaría de Salud, anunció el nuevo modelo de compras consolidadas de medicamentos e insumos médicos para el periodo 2024-2025.
Este modelo, con una inversión proyectada de 130,000 millones de pesos, busca garantizar el abasto de medicamentos y materiales en el sector salud, optimizando recursos públicos y aumentando la transparencia.
La presidenta Claudia Sheinbaum Pardo presentó este nuevo esquema, destacando que se basará en la digitalización de los procesos para asegurar la máxima transparencia y evitar la corrupción.
El modelo de compras consolidadas de Claudia Sheinbaum tiene algunas diferencias clave con el implementado por Andrés Manuel López Obrador:
Primero: digitalización y transparencia; segundo: participación y competencia; tercero: monitoreo y penalizaciones; cuarto: planeación bianual.
En resumen, aunque ambos modelos buscan optimizar recursos y garantizar el abasto de medicamentos, el enfoque de Sheinbaum se centra más en la digitalización, la transparencia y la competencia internacional.
La apertura y transparencia del modelo son bastante saludables; sin embargo, la estrategia no precisa dos elementos claves que han dado al traste a la estrategia de la 4T en el pasado.
En primer lugar, la logística de los grandes centros de fabricación del mundo de medicamento y las limitantes propias de la industria nacional.
En las cantidades y tiempos que son requeridas por el Estado mexicano ningún fabricante las tiene disponibles, lo que hará que el sistema de penalizaciones funcione como árbol navideño.
Y, en segundo lugar, el problema regulatorio del Estado mexicano: es de todos conocidos que la Cofepris se ha vuelto una aduana insalvable para la obtención de los registros y permisos de importación.
Lo que ha dejado las licitaciones en manos de los consentidos y de los poderosos que han sorteado los sótanos de la corrupción, como los llamó el excomisionado Svarch.
Querido lector, la estrategia de compras consolidadas de medicamentos tiene algunos problemas de logística y regulatorios; sin embargo, más allá de las filias y fobias esperamos que el subsecretario, Eduardo Clark García Dobarganes, resuelva de una vez por todas el galimatías sanitario en el que se han convertido las compras de gobierno. Hasta la próxima.