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Política

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AMLO negoció con Zedillo para que Woldenberg dirigiera el IFE: recuerdan Carlos Navarrete y Graco Ramírez

Carlos Navarrete señaló que López Obrador negoció directamente con el presidente Ernesto Zedillo el nombramiento de Woldenberg.

Carlos Navarrete y Graco Ramírez, otrora cercanos, en el PRD, al hoy presidente Andrés Manuel López Obrador, cuestionaron que en 1996 el político tabasqueño avalara la autonomía del IFE,  a José Woldenberg como presidente y, en 2007, una reforma electoral entre PAN-PRI-PRD que materializó su demanda del “voto por voto, casilla por casilla”; mientras que ahora pretende desconocer esos avances, así como imponer una reforma electoral unilateral.

“Es increíble observar cómo un hombre que apoyó, que surgió de la lucha popular por elecciones libres, limpias, transparentes, y que luchó junto con todos nosotros por un órgano electoral independiente y autónomo, intente ahora desde el poder todo lo que combatió y todo lo que no compartió. Es increíble que esto ocurra. Es una traición a sus propios principios, es una traición a su propia historia, es una traición a su trayectoria”, sentenció en entrevista Carlos Navarrete.

Por separado, Graco Ramírez rememoró que en 1996 el entonces presidente del PRD, Porfirio Muñoz Ledo, respaldó la reforma que otorgó la autonomía al entonces IFE, y al año siguiente López Obrador asumió la presidencia del partido sol azteca, por lo que le tocó encabezar las negociaciones para nombramiento de consejeros electorales, para lo cual respaldó a José Woldenberg como presidente del órgano electoral.

“Lo que es importante y relevante hoy día, de cara a lo que está pasando, es que Andrés Manuel como presidente del PRD avaló la reforma que hicimos en 95-96, y la integración del IFE con José Woldenberg. Él la apoyó públicamente. El PRD impulsó a Jaime Cárdenas y a otro más a propuesta de López Obrador, y dijo que estaba de acuerdo en ese Consejo para que llevase las elecciones del 1997 y 2000.

“El que presidía el PRD en ese momento era Porfirio Muñoz Ledo. Y después, ya para ejecutar la integración de esa reforma, un año antes de la elección del 2000, ya siendo presidente del PRD López Obrador, él avala la elección de los consejeros y lo hace público, hay un video, donde él avala toda la elección y entre ellos de José Woldenberg. y con esa reforma él es elegido en 2000 Jefe de Gobierno; gana por 500 votos a Santiago Creel, una elección muy cerrada, y el PAN ya no recurrió al tribunal, aceptó el resultado”, expuso.

Carlos Navarrete fue más allá, al señalar que López Obrador negoció directamente con el presidente Ernesto Zedillo el nombramiento de Woldenberg, por lo que cuestionó que ahora lo acuse de ser orquestador de fraudes electorales.

“Tiene razón Graco Ramírez, fui diputado federal simultáneamente a ser secretario de planeación del CEN del PRD. Cuando él (López Obrador) había tomado recientemente la dirigencia del PRD se culminó la negociación que había durado meses encabezada por Porfirio Muñoz Ledo como presidente nacional anterior a López Obrador, y por Jesús Ortega como coordinador de los diputados federales del PRD, luego secretario general del PRD con López Obrador. Ellos habían encabezado una negociación en la Secretaría de Gobernación con Santiago Oñate y con Felipe Calderón como presidentes del PRI y del PAN, respectivamente.

"En ese tiempo se construyó la gran reforma del 96. Cuando se aprobó la reforma en el Congreso, cuando siguió a la siguiente etapa de nombrar en la Cámara de Diputados a los consejeros, Andrés Manuel propuso a Jaime Cárdenas y luego hubo un frenó en la negociación porque no había consenso de quién debía ser el presidente del IFE, y se atoró la negociación. Intensos diálogos en Gobernación ya con el presidente Zedillo al frente del país y no se lograba las dos terceras partes de la Cámara para determinar la lista definitiva de consejeros y al presidente del IFE. Cuando el tema se atoró en la negociación, el presidente Zedillo recibió al líder del PRD, López Obrador, y juntos destrabaron la negociación. No lo digo yo, lo dice Rosa Icela Rodríguez, reportera de La Jornada y hoy secretaria de Seguridad Ciudadana en el gabinete de López Obrador, que en media plana reseñó la negociación y sintetizó la plática, el encuentro de López Obrador con Ernesto Zedillo en Los Pinos y de ahí se destrabó la negociación para que José Woldenberg en el IFE.

Por eso es inaceptable, es un insulto, inaudito, que el presidente López Obrador ignore esta parte de la historia, descalifique a José Woldenberg, lo insulte y lo coloque como representante de la derecha, y diga que él encabezó o avaló fraudes electorales. ¡Él lo propuso, él defendió su nombramiento con el presidente Zedillo!”, externó.

En 2006, Carlos Navarrete y Graco Ramírez fueron electos Senadores del PRD, en medio de un conflicto poselectoral debido al desconocimiento de López Obrador a la elección presidencial de ese año en la que perdió la Presidencia de la República frente a Felipe Calderón.

Todos los perredistas e integrantes del Frente Amplio Progresista (PRD, PT y Convergencia) rompieron el diálogo con el gobierno de Calderón, a quien calificaron de "espurio". Pese a ello, Navarrete y Graco Ramírez formaron parte de una negociación con Santiago Creel (PAN) y Manlio Fabio Beltrones (PRI) de una reforma electoral, solicitada por el propio López Obrador, para evitar las campañas negras en medios de comunicación, el financiamiento de privados a las campañas y, sobre todo, el recuento voto por voto cuando existiese una duda entre el primero y segundo lugar en una elección presidencial. A decir de Navarrete, Felipe Calderón aceptó todas las demandas del movimiento lopezobradorista, y el priísta Manlio Fabio Beltrones respaldó las exigencias.

“A partir de ello, en el Senado de la República, en acuerdo con López Obrador, tomado por los coordinadores del PRD en la Cámara de Diputados y en el Senado de la República, iniciamos conversaciones PRI, PAN y PRD, que en ese momento representaban el 89% del Senado de la República, el resto de los partidos tenía el 11% de la representación, iniciamos conversaciones discretas para revisar la ley electoral y la Constitución.

“Todas las demandas del movimiento en el Zócalo, Juárez y Reforma fueron planteadas sobre la mesa: cuando el resultado electoral fuera menor al 5% de diferencia, que hubiera facultad legal y constitucional de recontar los votos casilla por casilla. Le quitamos a los particulares la posibilidad de comprar tiempo para participar en las campañas electorales, acotamos la participación de los Gobernantes en las elecciones para impedir lo que Vicente Fox había hecho; prohibimos las campañas negras contratadas por particulares, y algo muy importante, eliminamos la compra en radio y televisión para que ni partidos ni particulares pudieran comprar tiempo e incidir en las campañas, sino solamente el tiempo oficial que el Estado le da a partidos y candidatos. También fortalecimos capacidad del IFE, ampliamos sus facultades de revisión de los recursos, que se pudieran gastar en las campañas federales y locales, y consolidamos esa reforma dándole más facultades al Tribunal Electoral y transformamos al IFE en el INE para que tuviera intervención en elección de Gobernadores, presidentes municipales, es decir, federalizamos las elecciones en un nuevo órgano, el INE, acompañado de los 32 organismos electorales en los estados.

“Todo eso lo hicimos desde el Senado, lo hicimos recogiendo las demandas del movimiento de López Obrador, se le informó a él de la reforma que estábamos trabajando, y logramos convencer al PRI y obligar al PAN, en consulta con el presidente Felipe Calderón, que aceptaran las reformas que les estábamos planteando.

“Debo reconocer que en ese esfuerzo fue muy importante la participación de Santiago Creel, que le informó al presidente Felipe Calderón del rumbo de las negociaciones en el Senado, y del senador Manlio Fabio Beltrones, que aceptó acompañar las demandas que el PRD estaba planteando. Así se construyó la reforma constitucional y las reformas legales que dieron fin a las exigencias que había planteado el movimiento en 2006 en la lucha poselectoral”.

_¿Y todo esto lo aceptó AMLO?

“Las aceptó totalmente porque eran las demandas del movimiento, era lo que habíamos planteado en la lucha poselectoral después del 2 de julio del 2006, evidentemente”.

_¿Entonces el gobierno de Calderón le aceptó a AMLO siendo oposición una reforma y hoy es al revés?

“Hoy es al revés, efectivamente. Por eso subrayo la enorme aportación que hizo el senador Santiago Creel, en consulta con el presidente Felipe Calderón, para aceptar las demandas del PRD, y jugó un papel muy importante el hecho de que el senador Manlio Fabio Beltrones, a nombre del PRI, haya aceptado las propuestas del PRD, y por lo tanto el PAN se enfrentaba a una demanda del PRD inicialmente avalada por el PRI, y eso le dificultaba mucho las cosas al gobierno para rechazar una propuesta de esta naturaleza, y finalmente el gobierno de Felipe Calderón terminó aceptando, y sus bancadas en el Congreso terminaron avalando las reformas constitucionales y legales que hicimos”.

_¿Hubo algo que no se le aceptara a AMLO en esa reforma del 2007-2008?

“Particularmente el PRI no compartió eliminar los órganos electorales en los estados, federalizar al 100% la elección para que solamente el INE hiciera todas las elecciones, porque los gobiernos del PRI no compartían que se le quitara a los estados la organizaciones de las elecciones locales, porque argumentaban los gobernadores que era una medida antifederalista y excesiva. Por eso logramos que el INE organizara las elecciones en los estados, pero se auxilia de los órganos electorales estatales, de tal manera que no se atropelló el federalismo. Todas las demandas que plantemos en el movimiento, de claridad, transparencia, de no compra de tiempos, de no campañas negras, del voto por voto casilla por casilla, de revisar el financiamiento de las campañas, todo lo aceptó el presidente Calderón.

“En ese tiempo no hablábamos nosotros con Calderón, teníamos rotas las conversaciones, pero la bancada en el Senado que lo representaba Santiago Creel, terminó aceptando la totalidad de las propuestas que el PRD presentó a nombre del movimiento de López Obrador”.

_¿Quedó satisfecho AMLO?

“No podría ser de otra manera, estamos sintetizando las demandas del movimiento del 2006, por su puesto”, dijo Carlos Navarrete.

Ante este relato, Navarrete Ruiz y Graco Ramírez cuestionaron que actualmente el presidente López Obrador promueva una reforma electoral y nombramiento de consejeros sin el aval de la oposición, que desconozca su respaldo a José Woldenberg, y que intente revertir las reformas electorales del 1996 y 2007 que él mismo respaldó para fortalecer al IFE-INE.

Graco Ramírez dijo: “por eso la preocupación, de que una sola fuerza, Morena, sin el aval del PRD, PAN, PRI y MC, quiera integrar cuatro consejeros y un presidente entre ellos. Ojalá se imponga el consenso, el acuerdo y la ley, porque si no, ya no hay una condición de equidad, de certeza, de imparcialidad que es fundamental.

“Lo que se ha hecho en materia de reformas es producto del consenso, nunca ha sido a partir de la iniciativa del Presidente en turno. Es absurdo que desde el Ejecutivo se quiera imponer una reforma cuando el principio es que sea en los tres primeros años y con el consenso en las cámaras. Por eso llama la atención que a dos años de que haya elecciones se pretenda modificar la estructura de un instituto a partir de la iniciativa presidencial, eso rompe la esencial del acuerdo político fundamental que es el que se construye con las fuerzas políticas. La clave de la transición es que todos reconozcamos al árbitro electoral, sin que se imponga una mayoría, y ese árbitro electoral tiene la legitimidad porque todos se sienten representados.

“El INE permitió que llegara Morena. El INE ha permitido con los órganos electorales estatales que en 20 estados gobierne Morena. ¿Qué les preocupa ahora para modificar la estructura del INE de cara a la elección? Me parece un acto que provoca una reacción natural de que la gente quiere que haya consenso. No va a haber una elección de López Obrador, sino una elección de candidatos a la Presidencia. Si nosotros matamos al árbitro, matamos la elección. No se puede desconocer, descalificar al árbitro, sustituirlo porque entonces ya no hay confianza y certeza”, sostuvo.

Finalmente, Carlos Navarrete, quien actualmente participa en el colectivo Unidos, criticó que la iniciativa del presidente López Obrador pretenda destruir parte de lo que apoyó.

“Si, pretende hacerlo, y creo que no lo va a lograr, pretendo que no lo logre. Es increíble observar cómo un hombre que apoyó, que surgió de la lucha popular por elecciones libres, limpias, transparentes, y que luchó junto con todos nosotros por un órgano electoral independiente, autónomo, intente ahora desde el poder todo lo que combatió y todo lo que no compartió. Es increíble que esto ocurra. Es una traición a sus propios principios, es una traición a su propia historia, es una traición a su trayectoria. Al saber que no cuenta con mayoría calificada en las cámaras esa pretensión de modificar la Constitución con una ley secundaria es una barbaridad, una ilegalidad, un atropello a la Constitución y una traición al juramento que hizo de cumplir y hacer cumplir la Constitución”, sentenció.

“Al presidente López Obrador yo lo conocí como opositor, lo acompañé en cientos de marchas y por buena parte del país, fui integrante de su Comité Ejecutivo Nacional como secretario de planeación, fui delegado en varios estados coordinando las campañas locales, lo acompañé en sus luchas electorales y poselectorales, y desde la oposición López Obrador era mucho más tolerante y escuchaba más, aceptaba la opinión colectiva del PRD, escuchaba opiniones, atendía sugerencias. ¿qué lo empezó a cambiar? La Jefatura de Gobierno. Tengo muy claro que cuando asumió la jefatura de Gobierno del 2000 al 2005 se dio cuenta de que el poder es vertical, de que estando en el gobierno de la ciudad el titular es el que ordena y manda. En el gobierno de la ciudad empezó a convertirse en un hombre que mandaba y ordenaba, no consultaba, y que ponía en orden. Y cuando terminó de transformarse fue cuando asumió la Presidencia de la República en 2018, el discurso que pronunció en el Zócalo el 1 de diciembre del 2018 no tiene nada que ver con el hoy presidente. Hoy el Presidente no es el Presidente de todos los mexicanos, ni se asume como tal, hoy es un Presidente de facción, que sólo representa al que lo apoya, a nadie más, y eso es muy peligroso”, concluyó.

jorge.monroy@eleconomista.mx

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