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"Criminales", políticas públicas del GDF: Arquidiócesis
"Es una burla que la ciudad de México se promueva como una urbe de vanguardia más que vanagloria, debería haber un sentido de vergüenza", arremetió la Iglesia.
La Arquidiócesis de la ciudad de México criticó al gobierno del Distrito Federal por promover a la ciudad como una urbe de vanguardia en la cumbre de alcaldes, pues más que un orgullo, dijo, deberían darle 'verguenza' las deficiencias existentes.
En su editorial del semanario Desde la Fe, la jerarquía católica calificó de 'deplorable, irresponsable y criminales' las políticas públicas aplicadas por los actuales gobernantes del Distrito Federal.
Reiteró su censura al gobierno capitalino por despenalizar el aborto, facilitar la disolución de las familias mediante el divorcio exprés, promover los matrimonios homosexuales y los derechos reproductivos de los adolescentes que, anotó, causan mayores problemas.
Se refirió a los casi 40 mil interrupciones de embarazo que según cifras oficiales se han practicado legalmente en la ciudad desde la despenalización del aborto, y los calificó de "asesinatos en el vientre de su madre", cifra que aumenta año con año.
Consideró que junto con los daños causados a la institución familiar, más que en vanguardia, la ciudad está en retroceso por la pérdida en su sentido de humanidad y en la calidad de vida para sus habitantes, con lo que "más que vanagloria debería haber un sentido de verguenza".
También reprobó el desorden urbano, la destrucción de las áreas verdes por invasiones de tierras y asentamientos irregulares, que, añadió, son una realidad en las delegaciones Tláhuac, Xochimilco, Tlalpan, Magdalena Contreras y Alvaro Obregón.
Aseveró que es una 'burla' que el gobierno local presente una ciudad de vanguardia cuando el transporte público no funciona, la velocidad promedio de tránsito es de 20 kilómetros, zonas enteras están en manos de la delincuencia y la invasión del comercio informal se ha generalizado.
La Iglesia católica afirmó que el deterioro de los servicios públicos genera deudas sociales que parecen imposibles de pagar, así que es penoso que en estas condiciones se pretenda ante los extranjeros presentar a la ciudad de México como una urbe de vanguardia.
Refirió que una reforma para el Distrito Federal implicaría unificar administrativamente el valle de México, pues la ciudad y su zona metropolitana forma una misma urbe cuyas necesidades se deben atender independientemente de colores partidistas o visiones ideológicas.
A su vez, el obispo auxiliar del Centro Histórico, Antonio Ortega Franco, quien presidió la misa dominical en ausencia del arzobispo Norberto Rivera Carrera, se refirió a la humildad con la que deben desempeñar su función los gobernantes.
Sólo actuando con prudencia y responsabilidad, los gobernantes siguen el ejemplo de Cristo, quien enseñó que el líder de los pueblos debe ser un misionero de la esperanza, expresó.
Precisó que los dirigentes políticos deben actuar con autoridad, no con autoritarismo y conducirse sin necesidad de gritar ni alzar la voz, pues si no tienen la razón deben reconocerlo humildemente y si la tienen, nadie les reclamará.
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